¿Recuerdas del famoso meme sobre ‘el internet de las cosas’? Bueno, pues ahora queremos hablarte sobre el hermano mayor de éste; algo que tiene aplicaciones en la manera en cómo se mueve nuestra economía y que, invariablemente, cambiará la vida de todas las personas en el planeta, así como ha pasado antes; nos referimos a la Industria 4.0, o también conocida como: el internet industrial de las cosas. 

La cuarta revolución industrial

En la historia moderna, ya hemos presenciado antes otras 3 revoluciones industriales: la primera fue la invención de la máquina de vapor; la segunda fue la producción en masa y la división de tareas; la tercera fue utilizar la electrónica y la informática para producir automáticamente, es decir, robots. Sin embargo, estamos a punto de entrar a una nueva revolución industrial, en donde el internet y muchas de las tecnologías que son tendencia hoy en día, tendrán un papel clave. Estamos hablando de una manera completamente nueva de concebir a la fábrica.

La fábrica del futuro

¿En qué piensas cuando escuchas la palabra fábrica? ¿Obreros trabajando sin descanso durante extenuantes jornadas para producir tus tenis Nike? ¿Robots que producen vehículos supervisados por unos pocos humanos? ¿Grandes cantidades de contaminación a la atmósfera? Pues bueno, con al industria 4.0 todo eso va a cambiar.

El internet industrial de las cosas reunirá las siguientes tecnologías para crear una revolución en la forma de producción mundial: el big data, el almacenamiento en la nube, los robots autónomos, la impresión en 3D y la realidad aumentada.

Si te estás preguntado ¿Cómo será esto posible? Bueno, imagina que tomas todas las tecnologías anteriores y las colocas dentro de una máquina en tu propia casa; luego, desde tu celular puedes mandar a imprimir en 3D lo que se te ocurra utilizando sólo los materiales que tienes a la mano. Y eso es sólo para pequeños objetos, para grandes fábricas, se aplicaría el mismo principio, sólo cambiaría el tamaño de la impresora 3D. 

Quizá pronto estemos a sólo un paso de tener la tecnología de replicación como en la serie de ciencia ficción ‘Star Trek’. 

Claro, esto implica que muchos empleos en fábricas se perderán, como en todas las revoluciones industriales ¿Podremos sobrevivir a ello?

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Ya sea débito o crédito, una tarjeta evita traer grandes cantidades de efectivo que nos puedan robar. Sin embargo, la delincuencia no descansa y aún podemos ser víctimas de algún delito incluso con nuestras tarjetas. Nos la pueden robar o también la pueden clonar, y algunos son tan hábiles que sólo nos damos cuenta hasta que llega nuestro Estado de Cuenta o vemos nuestro saldo y nos da un infarto cuando vemos cargos por miles de pesos que nosotros no hicimos. Si te ha pasado, o conoces a alguien que le ha sucedido esto, hay una forma en que puedes recuperar tu dinero.

Las 48 horas del banco y las notificaciones

Una de las formas para saber si han hecho uso indebido de tu tarjeta o que haya sido clonada es tener activadas las notificaciones a tu celular. De esa manera, después de cada transacción, te llegará un SMS y un correo electrónico; además, puede que la app móvil de tu banco tenga la opción de bloquear tarjeta, y es algo que podrías hacer desde tu celular o tablet.

Así pues, muchos bancos sólo se hacen responsables por cargos no reconocidos que son reportados hasta 48 horas después de que se hayan realizado las transacciones; pero ¿Qué pasa cuándo ya han pasado muchas más horas y apenas te das cuenta?

El banco nunca querrá ayudarte

El banco siempre pondrá excusas para que desistas y al final tú seas quien pague esos cargos. Por ejemplo, si no lo reportas antes de que pasen 48 horas es poco probable que el banco quiera iniciar una investigación interna. Si te robaron tu tarjeta, el banco puede decir que no pueden hacer nada porque utilizaron la tarjeta del usuario y no lo reportaste a tiempo. Incluso en el caso de que decidan proceder con la investigación interna, después de 45 días, el banco podría no fallar en tu favor.

¿Qué puedes hacer?

Si el banco se niega a ayudarte, lo mejor que puedes hacer si tienes cargos no reconocidos, es acudir a la CONDUSEF. Quizá pienses que es un trámite burocrático, pero tendrás grandes probabilidades de que te devuelvan tu dinero o cancelen los cargos hecho a tu tarjeta. El trámite es el siguiente:

Al acudir a la oficina de la CONDUSEF, un asesor te atenderá para saber más sobre tu caso y si es posible ayudarte. Si es procedente tu solicitud, la CONDUSEF le requerirá un informe a tu banco que puede tardar hasta un mes. Este informe es esencial, pues le pedirá la banco sustentar los cargos con los respectivos tickets con tu firma y así demostrar que en realidad sí fuiste tu quien hizo dichas compras o retiros.

La condusef solicitará que el banco presente los tickets con tu firma, para saber si en realidad fuiste tú quien hizo esos cargos. 

En muchos establecimientos ni siquiera se fijan que la firma del ticket sea la misma de la tarjeta, y en caso de que no sea la misma, tampoco solicitan una identificación oficial para comprobarlo. Con esto, el banco no tiene manera de acreditar que fuiste tú quien realizó las compras.

Pero, aún en el caso cuando la firma sea muy parecida y el banco se niegue a reconocer que en realidad fueron cargos no realizados por el dueño de la tarjeta, la CONDUSEF tiene la facultad de llamar a un perito en grafoscopía para determinar si la firma en el documento es la auténtica del usuario.

Ya con esto, el banco no tendrá más opción que eliminar los cargos o devolverte tu dinero. Sólo hay una desventaja, si tu tarjeta funciona a través de firma digital (también conocida como NIP) para autorizar compras, será más difícil comprobar que en realidad no fuiste tú quien hizo esas compras o retiros.

Desde el momento en que acudes a la condusef  hasta que te dan la razón, puede pasar de uno a tres meses. 

Ahora que ya sabes cómo puedes recuperar tu dinero incluso si tu banco se niega a darte la razón, no tengas miedo de actuar. Puede que tarde un poco, pero ganarás. 

Si bien “los veintes” parecen para muchos mexicanos el momento perfecto para comenzar la vida adulta independiente, la realidad es que dejar el nido les puede tomar entre 3 y 8 años más de lo planeado. Esto de acuerdo con un nuevo estudio realizado por la comunidad de renta compartida más grande de Latinoamérica, Dada Room.

Según las cifras recabadas en México, 72% de los jóvenes encuestados cree que la edad ideal para independizarse es entre los 21 y 26 años, aunque, la media nacional está en 28 años 9 meses, es decir, en la víspera de sus 30 años de edad y, al menos, unos meses más que en 2016 (28 años).

De acuerdo con cifras de la plataforma Dada Room, hasta 46% de los jóvenes que salen de casa regresan una o más ocasiones.

Entre las razones se enlistan varias cuestiones culturales, así como los deseos de formar una familia, estudiar en otra ciudad o la búsqueda de mejores oportunidades de empleo. Sin embargo, el común denominador es su capacidad de costearse la vida por ellos mismos.

“Los resultados demuestran que los jóvenes desean independizarse al terminar la carrera o durante el comienzo de su vida profesional, pero, por cuestiones económicas, deben aplazarlo varios años”, menciona Pamela Olvera, fundadora de DadaRoom.com, al explicar que en su análisis encontraron una relación directa entre el costo de una vivienda en la ciudad y la edad en la que se independizan.

En ese sentido, la Ciudad de México, donde el promedio de renta de un cuarto es de 5 mil 300 pesos, la edad para independizarse se dispara hasta los 30 años 1 mes. En contraste, en localidades como Tuxtla Gutiérrez, donde vivir con roomies cuesta, aproximadamente, 2 mil 100 pesos, los jóvenes dejan la casa de sus papás a los 27 años 11 meses.

Este rango de edad contrasta mucho con el contexto de otros países, reforzando la idea de que depende, en gran medida, de las oportunidades económicas que tengan los jóvenes. Mientras que en México la mayoría de los jóvenes está en precariedad laboral, según datos recientes del Observatorio de Salarios, en países como Suecia —donde los ingresos más básicos son los más altos de Europa— la edad de independencia promedio en los 21 años, de acuerdo con el Foro Económico Mundial.

Asimismo, Dada Room encontró que son cada vez más comunes las historias de jóvenes que salen a una edad de casa al conseguir su primer empleo, pero regresan cuando ya no les alcanza para pagar la renta. Este escenario se presenta para 46% de los mexicanos, sobre todo entre los hombres (58%), quienes se independizan, pero vuelven una o más ocasiones a vivir con sus padres, principalmente por motivos económicos y personales.

Entre las medidas para evitarlo, los mexicanos recurren cada vez más a alternativas de vivienda que hacen más costeable la vida en la ciudad. “Cuando tener la capacidad financiera para vivir solo es un reto, dividir gastos con roomies o ubicar las zonas con precios más atractivos son algunas de las formas para recuperar la independencia”, concluyó Pamela Olvera.

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Si cotizas para el Instituto Mexicano del Seguro Social, quiere decir que trabajas para una empresa o para una persona física con actividad empresarial. Así pues, si llegas a tener un accidente o una enfermedad que te impida realizar tus actividades laborales, tienes que acudir a tu médico familiar en tu Unidad Médica Familiar (UMF) para que te autorice una incapacidad. Ahora, cobrar tu incapacidad es más fácil, si quieres saber cómo, sigue leyendo.

Innovación con IMSS Digital

Desde hace algún tiempo, el burocrático IMSS que todos conocemos, está tratando de ser menos burocrático. Especialmente con los servicios digitales que ofrece desde su página web o desde su aplicación «IMSS Digital», como la posibilidad de consultar tu Vigencia de Derechos o pedir una cita el día que tú prefieras, desde tu celular.

Ahora, si llegas a incapacitarte, será más fácil cobrar tu incapacidad, pues podrán hacerte una transferencia interbancaria para que sólo tengas que ir al cajero. Para disfrutar de este beneficio tendrás que entrar a «Tu Escritorio Virtual» en el sitio web del IMSS. Si no te has dado de alta con este servicio, tendrás que crearte una cuenta con tu CURP y tu e-firma (la que da el SAT).

Posteriormente, deberás registrar tu cuenta Clave Bancaria Estandarizada (CLABE) y ya con esto, podrán pagarte tus incapacidades con una simple transferencia. También puedes hacer este trámite, en el área de prestaciones económicas de tu UMF, sólo tendrás que llevar un documento del banco donde incluya tu nombre y tu cuenta CLABE.

Además, podrás consultar tu registro histórico de incapacidades, con fecha, días autorizados y monto económico correspondiente. También, tu patrón podrá conocer el folio, ramo, fecha de inicio, fecha de término y días autorizados cuando te incapacites.

¿Cómo ves? Ahora será más rápido y seguro cobrar tu incapacidad en el IMSS, todo a un sólo click de distancia. 

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