La profesión del abogado es una de las más nobles que existen entre el múltiple abanico de carreras y ocupaciones. Normalmente, al pensar en un abogado, se imagina a un profesional un poco ‘cuadrado’, que siempre va vestido de traje y que litiga en materia civil, penal, mercantil o familiar. Sin embargo, las posibilidades para el abogado son realmente amplias y por eso, en Profesionistas, decidimos mirar en áreas donde pocos conocen que los juristas se pueden desarrollar y así darte a conocer otros aspectos acerca de cómo es la carrera de Derecho. Te contamos, más allá de lo común, qué es lo que hace un abogado. 

El abogado en materias poco comunes

La mayor parte de las personas piensan que un abogado sólo puede trabajar litigando en materia civil, mercantil, penal, laboral o familiar. Y alguna relación tendrá que ver con ello, pues éstas son los mercados más saturados para los profesionales del Derecho, en donde la competencia es fuerte y la posibilidades de tener éxito son pocas. Sin embargo, son pocos los que se aventuran en materias que muy pocos conocen, como las telecomunicaciones, el derecho energético o el derecho a la privacidad. Así pues Daniela Hidalgo es egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México y se ha especializado en dos materias poco comunes, pero con grandes oportunidades: derecho migratorio y derecho fiscal. 

«no te quedes con lo que se publicita sobre el derecho; civil, penal, mercantil. Hay muchas áreas poco exploradas y muy bien pagadas que no se vislumbran en los primeros semestres»
– Daniela Hidalgo.

En un primer punto, Daniela nos explicó que, el derecho migratorio se divide en dos grandes áreas: corporativo y sobre refugiados. En el primero, se encuentra todo lo relacionado con las grandes empresas multinacionales que vienen a México a realizar negocios e inversiones; mientras que, en el derecho de los refugiados, está íntimamente relacionado con los derechos humanos, al buscar regularizar el estatus migratorio de personas que vienen a México huyendo de la violencia de sus países y tratan de conseguir la residencia temporal o permanente. Así pues, el derecho migratorio corporativo trabaja de la mano con empresas extranjeras que necesitan traer a sus empleados a México y se relaciona muy de la mano con el derecho laboral, fiscal y de la seguridad social.

Un abogado migratorio puede trabajar por su cuenta o en alguno de los pocos despachos que se especializan en ésta materia en México. En un despacho migratorio, un abogado puede ganar hasta $50,000 pesos mensuales, pues los servicios de éstos despachos están más enfocados a personas morales que a personas físicas; al contrario, un abogado que trabaje por su cuenta éste tema, normalmente tendrá más clientes como personas físicas y, en consecuencia, puede ganar en promedio hasta $20,000 pesos mensuales.

Por otro lado, en cuanto a la materia fiscal; Daniela piensa que es un área completamente diferente, muy basta y con diversas áreas para poder especializarse, como consultoría, tax controversy, precios de referencia, impuestos locales y demás. A diferencia del derecho migratorio, el derecho fiscal es un área que siempre tiene un nuevo artículo, una nueva reforma o un nuevo criterio y el abogado tiene que estar actualizado constantemente. Y, por supuesto, hay mucha más competencia.

Un abogado fiscalista de un despacho grande puede ganar hasta $60,000 pesos mensuales (sin ser socio); mientras que un abogado trabajando por su cuenta o, a través de un pequeño despacho, puede ganar de $30,000 a $40,000 pesos mensuales.

Daniela considera que, si tu piensas estudiar Derecho o éstas estudiando los primeros semestres, «no te quedes con lo que se publicita sobre el derecho; civil, penal, mercantil. Hay muchas áreas poco exploradas y muy bien pagadas que no se vislumbran en los primeros semestres. Acercarse con los abogados titulados y preguntarles sobre su experiencia; además de especializarse desde los primeros semestres, es lo que te dará una ventaja competitiva, para cuando salgas a buscar trabajo». 

No todo es litigar para algunos abogados

Alexis Medrano es Asesor Técnico-Jurídico, para un diputado en el Congreso de la Unión. Hay muchas maneras de ser Asesor; puedes ser amigo del Diputado o allegado del Partido Político. Alex tocó puertas y de esa forma llegó a donde se encuentra hoy. Su trabajo es asesorar al diputado para el que trabaja, en cuanto a la formulación de iniciativas de ley, acuerdos y reservas a las propias iniciativas. Alexis considera que la formación de abogado le permite tener una ventaja competitiva con otros perfiles que también pueden trabajar en el Congreso de la Unión, tales como economistas o politólogos pues, «al momento de analizar un problema de forma integral, el abogado puede analizar desde la perspectiva jurídica combinada con otras disciplinas» y, no es que los economistas no puedan realizar esto con el tiempo y la práctica, sino que la formación jurídica le permite hacerlo desde un inicio.

Según cuenta Alexis, ser asesor en el Congreso es una experiencia muy enriquecedora en todos los sentidos. «[…] puedes plasmar los problemas de la realidad social. Estar en un ambiente tan volátil y flexible, te permite ver una amplitud de temas, leyes e instrumentos, no te vuelves un experto como quizá un litigante lo es en su rama; pero, esto te permite hacer crítica económica, cultural y hasta del derecho comparado. Las iniciativas se basan en eso». Y, aunque la Ley de Austeridad les ha pegado un poco en cuanto al número de asesores en el Congreso y el salario que ganan; un asesor puede ganar, dependiendo de la naturaleza de su contrato, entre $8,000 y $20,000 pesos mensuales.

Sin embargo, los abogados en el Congreso no sólo pueden ser asesores para diputados o senadores; también pueden ser contratados por alguno de los órganos que sirven de forma auxiliar al trabajo del Congreso, como pueden ser los centros de investigación y análisis, en donde un abogado puede llegar a ganar hasta $50,000 pesos mensuales. 

No obstante, el propio Alexis reconoce que estar en un ambiente que no es el convencional respecto a la idea que se tiene generalmente de los abogados, es decir en el litigio ante tribunales, se llega a perder un poco de práctica de los conocimientos judiciales, pues genera un perfil profesional distinto. A un abogado litigante no le podrían servir demasiados conocimientos sobre la realidad política y social de México. «Sería un poco complicado para regresar a la práctica del litigio«, reconoce Alexis.

«Ser asesor en el congreso es ESTAR EN CONSTANTE MOVIMIENTO, TANTO DE TEMAS JURÍDICOS, COMO DE LA REALIDAD SOCIAL. es un perfil distinto al abogado tradicional».

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Y tú, ¿qué piensas sobre cómo es la licenciatura en Derecho?