Este es un tema muy serio, que no debe ser tomado a la ligera. En la última década, se duplicó la tasa de muertes de profesionistas que, por determinadas circunstancias relacionadas con el ámbito laboral, decidieron quitarse la vida. Por ello, en esta ocasión queremos hablar sobre el desgaste mental que muchos profesionistas están sufriendo y que los lleva a cometer suicidio laboral, así como algunas maneras de prevenirlo.
La presión sobre el trabajo aumenta
Los japoneses tienen una palabra específica para un fenómeno que se ha vuelto más común de lo que en realidad se podría desear; “Karoshi” (過労死), quiere decir “muerte por exceso de trabajo” y fue acuñada en Japón debido a que las personas, literalmente, trabajan hasta morir pues durante las últimas décadas del siglo pasado, trabajar más de 70 horas a la semana era algo bien visto y honorable para esa sociedad. De acuerdo con datos de la organización mundial de la salud (OMS), trabajar más de 55 horas a la semana provocó 745 mil muertes sólo en 2016 a nivel mundial; esto es un incremento del 29% con respecto al año 2000.
La situación en México se agrava si volteamos a ver los datos del INEGI, que indican que la cantidad de profesionistas que se han suicidado ha aumentado al doble entre 2009 y 2019. Es la psicóloga Fernanda Ramírez Colín, quien considera que el exceso de trabajo no es el único motivo por el cual los profesionistas comienzan a tirar la toalla, sino que también influyen factores como los bajos sueldos, las exigencias de las empresas que explotan a sus empleados sin permitirles que encuentren equilibrio entre lo laboral y personal y, especialmente, la falta de oportunidades para el personal especializado.
No es para nadie un secreto que la concepción anterior sobre la estabilidad que brindaba un título universitario ya no lo es más y, paradójicamente, aunque se posea maestrías, diplomados y hasta doctorados, estos perfiles sobre especializados la tienen más difícil al momento de encontrar trabajo. Así pues, esta combinación de factores de incertidumbre, coloca a los jóvenes profesionistas en desventaja y los presiona hasta el punto en que no ven otra salida más que el suicidio.
Opciones para la salud mental
Con todos estos antecedentes y factores bombardeando día a día a los profesionistas, ¿Qué se pude hacer para prevenir el suicidio y mejorar la salud mental? Por parte de las empresas y empleadores, es muy importante que se abandone la vieja práctica de “ponerse la camiseta” para justificar la explotación laboral de los trabajadores; un buen punto para ello es seguir las indicaciones de la NOM-035 que va en contra del estrés laboral.
Ya en un campo del área de decisión personal, es importante poder dormir entre 7 y 8 horas diarias, que es la cantidad necesaria de sueño que un adulto necesita en su vida diaria. Llevar un estilo de vida saludable, haciendo ejercicio y alimentarse sanamente. Y, en general, tratar de reducir el estrés y llevar una vida con un mayor nivel de relajación, que puede hacerse a través de la meditación o de técnicas como el Ikigai y el Mindfulness.
El suicidio no es un juego. Si tú has tenido algún pensamiento de este tipo o conoces a alguien que necesite ayuda, recuerda que puedes obtener información y consejo a través de la línea de la vida en el 800 911 2000.
Síguenos en nuestras redes sociales para enviarnos tus comentarios y ver más contenido: YouTube, Instagram, Facebook, Twitter y LinkedIn.
