¿Qué se requiere para ser un buen PR?

Es común escuchar en alumnos de comunicación o marketing que se quieren dedicar a hacer PR (relaciones públicas pues). Suena como un gran trabajo: te la pasas en eventos, conoces gente importante, organizas fiestas, etc. ¿Quién no querría un trabajo así? Bueno, pues lamento decirte que eso no se parece en nada a lo que un profesional de las relaciones públicas hace en el día a día. El trabajo de un PR suele ser bastante menos glamuroso y de mucho trabajo.

Por experiencia propia sé que es muy probable que en tu universidad ni siquiera hayas tenido una clase específica sobre relaciones públicas. Esto es lamentable pero de ninguna manera es pretexto para que, si es la profesión a la que quieres dedicarte, no te ocupes de investigar las habilidades mínimas necesarias para hacer el trabajo y las desarrolles dentro o fuera del aula. A continuación el listado:

1. Escritura perfecta

Buena parte del trabajo de PR consiste en relaciones con prensa, por lo que es muy probable que, sobre todo cuando eres muy junior, dediques buena parte de tu tiempo a escribir boletines de prensa. Un boletín estructurado con criterios periodísticos y con excelente redacción puede ser la diferencia entre que un medio publique o no la nota sobre tu producto.

2. Saber vender y tolerar la frustración

Los medios de comunicación reciben cientos de boletines como el tuyo todos los días, por lo que hay que levantar el teléfono y convencerlos de que tu información es importante y noticiosa. Si no eres capaz de articular un discurso asertivo, breve y contundente para vender tu información simplemente no lograrás ser publicado y, peor aún, en la medida en que no desarrolles esa habilidad los medios te identificarán como alguien que nunca manda información relevante. En este proceso es común recibir muchos “no” por lo que tienes que ser capaz de superar la frustración.

3. Ser bueno investigando

Cualquiera puede hacer un boletín o armar una estrategia con la información que te da el cliente o tu propia empresa sobre un producto. Pero no pocas veces mucho de lo que puede vender mejor un producto no está ahí sino en información del contexto, de la competencia e, incluso, de campañas de la misma empresa en otro lugar del mundo. Si no eres capaz de investigar esta información tendrás muy poco que aportar.

4. Organización

Si no eres capaz de ser organizado y jerarquizar tus tareas vas a sufrir mucho. Si tienes oportunidad de trabajar en una agencia es probable que te enfrentes a la realidad de tener muchos clientes (y que todos piensen que trabajas al menos medio tiempo para ellos). Si como estudiante no eres organizado es buen momento para experimentar serlo por pura subsistencia profesional.

5. Planeación estratégica

En mi experiencia las personas que más crecieron profesionalmente en esta industria son aquellas que fueron capaces de pensar de forma más estratégica y menos orientada a actividades. Esto implica pensar más en desarrollar nuevas formas o más eficientes de cumplir el objetivo que en repetir mecánicamente las actividades tradicionales. Si bien esta es una de las habilidades que se desarrollan más con la experiencia, ayuda poner atención a esas clases de administración o estrategia que crees que no sirven de mucho.

6. Análisis y manejo básico de números

Mala noticia, los números sí importan. En los lugares más profesionalizados del mundo de las relaciones públicas (que son probablemente en los que más vale la pena trabajar) existe una gran preocupación por medir ROI (retorno de inversión) que es, a grandes rasgos, el valor que las relaciones públicas le regresan a la empresa o cliente en relación a su inversión en las mismas actividades. Si bien hay metodologías desarrolladas para hacer esto y no tienes que reinventar la rueda, manejar y analizar estos datos es indispensable en esta profesión.

7. Comprensión del contexto político y social

Las relaciones públicas son una pésima profesión para que no te importe qué pasa en el mundo por dos razones: primero, desconocer la actualidad política o social puede tener serias implicaciones en los productos o servicios que promocionas (ejemplo, una campaña se puede volver políticamente incorrecta) y; segundo, te estás perdiendo de la oportunidad de involucrarte en una de las prácticas más desarrolladas de las relaciones públicas, los asuntos públicos (que se trata básicamente de relaciones con gobierno).

Espero que este texto les sea de utilidad. Quiero escribir más sobre relaciones públicas, así que si tienen un tema que les interese avísenme en @eduardoreyesc.

¿Cómo funcionan los rankings universitarios en el mundo?

Si te das a la tarea de buscar “ranking de universidades” en Google, te toparás con más de 400 mil resultados. Si lo haces en inglés, la cifra se eleva hasta los 276 millones. ¿Te imaginas consultar todos estos resultados para asegurarte que tomarás una correcta decisión sobre en qué universidad te conviene estudiar? Imposible, ¿cierto? Y todo se vuelve aún más confuso cuando, en esa búsqueda, te topas con casos como el ocurrido en 2011, en el que una nota del periódico The Nation catalogaba a 5 universidades tailandesas dentro de las mejores de toda Asia mientras que en el Bangkok Post, una editorial lamentaba el mal estado de las universidades tailandesas.  Entonces, ¿podemos confiar en estos rankings universitarios?

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Antes de responder esta pregunta, debemos entender que no todos los rankings miden lo mismo ni se construyen del mismo modo. Algunos de ellos toman en cuenta únicamente la opinión de quienes emplean a los egresados universitarios midiendo cosas como: preparación, desempeño y valores. Este tipo de rankings ofrece un análisis de las habilidades que adquieren los universitarios para enfrentar el mercado laboral, pero sobre todo la aplicación que éstos hacen de lo aprendido en la universidad. Si lo que te interesa es saber la empleabilidad de tu carrera y universidad, ésta es una muy buena fuente de información para ti. También te puede ayudar a saber si una universidad contribuye a que obtengas las herramientas que los empleadores esperan de un egresado. Una desventaja de este tipo de rankings es que puede arrojar resultados que tengan más que ver con el desempeño personal que realmente con las universidades.

También existen rankings que tienen una metodología más enfocada a la investigación y se basan en indicadores como el número de alumnos y profesores que han ganado premios Nobel, el número de artículos indexados en el Science Citation Index, el número de investigadores citados o los artículos publicados en ciertas revistas. Un ejemplo es el Academic Ranking of World Universities (ARWU) que en sus inicios se creó con el objetivo de sentar un punto de referencia internacional a las universidades chinas. Pero por el número de instituciones que califica (más de 1,200) y por el rigor en la publicación de resultados, este ranking se convirtió ya en un referente alrededor del mundo. En este caso, si estudiarás una carrera que nada tiene que ver con investigación, tal vez los resultados de este ranking no te digan nada.

Otros rankings como el Times Higher Education (THE) o el QS tienen también su propia personalidad. El primero, tiene el objetivo de ser útil en un espectro más amplio, es decir, pretende servir tanto para generar políticas públicas en materia de educación superior, como para fortalecer la reputación de ciertas instituciones universitarias. Teniendo este objetivo, su metodología tiende a ser más estricta. En el segundo, en cambio, la crítica es que su resultados son basados únicamente en encuestas, haciendo que el ranking parezca más bien una recopilación de opiniones.

Adicionalmente, mientras QS sondea las opiniones en investigación pero no en calidad educativa, THE tiene cinco diferentes mediciones de calidad educativa. De hecho, éste indicador representa un tercio del score final de las instituciones.

También están los rankings publicados por The Economist, The Wall Street Journal o el Financial Times, que se enfocan específicamente en programas de negocios y MBA o el Ranking Web of Universities que presentan un indicador que es una combinación entre el volumen de la información publicada, la visibilidad e impacto de estas páginas. Este ranking incluye a casi 12,000 universidades de todo el mundo.

Entonces, ¿podemos confiar en estos rankings? La respuesta es sí. No hay duda de que los rankings son una fuente útil de información que, de otro modo, no estaría disponible, sin embargo, antes de dejarte llevar por los resultados debes analizar la metodología de cada uno e identificar exactamente qué mide el que estás consultando.

Aunque capten mucha atención de la prensa, los rankings de universidades no miden todo lo bueno de todas las universidades y mucho menos alcanzan a medir el valor real que aportan éstas a la sociedad o al sistema educativo. Si bien, es bueno medir, debes tener muy claro que ningún ranking debe decidir por ti. Se trata más bien de entender cuáles son sus criterios de evaluación, en qué aspectos se enfocan y aplicar la información que ofrecen inteligentemente. Aunque los rankings internacionales tienen una metodología aplicable a cualquier parte del mundo, los que se hagan localmente tendrán un abanico más amplio de universidades de cada país, por esta razón, aquí te decimos cómo funcionan los rankings que se hacen en México.

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Caminos para volverte emprendedor

Tomaste ya la decisión. Estás cansado de cumplir con el horario fijo, checar tarjeta al entrar y salir, y “cuadrarte” con el jefe(a). No quieres ya trabajar para alguien más. Has concluido que tus ideas son buenas, que tienes buen “ojo” para las oportunidades, y no te da miedo salir a vender. Quizás tienes ya secretamente un proyecto que crees sería un éxito… si tan sólo pudieras dedicarte a él.
 
En otras palabras, has decidido salir del clóset como emprendedor.
 
Si esta es tu situación, tienes por delante varios caminos. Aquí tres:
 
Primero, el camino “La universidad de la vida”: das tus primeros pasos decidido a aprender sobre la marcha. Entiendes que cometerás errores y te pones a chambear con los recursos y conocimientos que ya posees. Buscas mentores, ayuda de incubadoras o talleres, buscas el consejo de gente con más experiencia que tú, y lees, lees, lees. También aceptas que tu curva de aprendizaje podría ser larga y los golpes, muchos. 
 
Segundo, el camino “MBA”: quieres ser emprendedor, sí, pero también quisieras un “paracaídas laboral” por si todo falla. Si el MBA lo haces en una escuela de negocios que sea fuerte en entrepreneurship, adquirirás conocimientos, habilidades y visión (¡ideas!) que de otra forma te tomaría mucho tiempo y dificultad adquirir por tu cuenta, al tiempo que también conseguirás recursos que te servirán si decides regresar al mundo del empleo.
 
En este escenario, hay escuelas de negocios buenas en México, pero las mejores para emprender están EUA, Reino Unido y Europa. La mayoría de estos programas se imparten en inglés, piden el GMAT, GRE, TOEFL IBT y/o IELTS como requisitos de admisión, y en las escuelas más famosas –Stanford y MIT, por ejemplo– el proceso de admisión será muy competitivo. Sin embargo, las redes, prestigio y aprendizaje que adquirirás serán de clase mundial. ¿Mencionamos que también tendrás que tramitar ayuda financiera por entre $50,000 y $200,000 USD, según la escuela y su ubicación, para colegiatura y manutención?*
 
*Y sí, sí hay muchas fuentes de beca y crédito.
 
Algunas listas de programas de MBA buenos en entrepreneurship:
 
Tercero, el camino “Master in Entrepreneurship”: en vez del MBA, deseas algo totalmente enfocado desde un principio. Mientras que en el MBA tendrías que ver temas relacionados con grandes corporativos, bolsa de valores, etc., aquí todo será sobre cómo concebir, financiar, ejecutar ¡y hasta vender! nuevas empresas.
 
Los requisitos en este tipo de programas serán también considerables –verifica en cada caso si te piden GRE, GMAT, TOEFL IBT, etc.–, pero tu aceptación será más sencilla que en programas de MBA. Y no, salvo diplomados o cursos, casi no hay opciones en este tipo de maestría en México aún.
 
Para maestrías en entrepreneurship, revisa http://www.best-masters.com/ranking-master-entrepreneurship.html o incluso googlea «Master’s in Entrepreneurship».
 
Ya sea que elijas el camino uno, dos o tres, en todos habrá un precio –en dinero o curva de aprendizaje– qué pagar. Pero para eso son también buenos los emprendedores: para evaluar, elegir y tomar decisiones valientes. 
 
Y si finalmente optas por el camino de un MBA o Master’s in Entrepreneurship, considera acercarte a TestPoint. Llevamos una década asesorando a profesionistas y, sí, actuales y futuros emprendedores, a elegir, aplicar, entrar y financiar los mejores posgrados del mundo. 

¿Cómo interpretar un test de dominancia cerebral?

Si le diste click a este artículo es probable que hayas visto o, incluso, hayas realizado un test de dominancia cerebral en alguna de sus muchas aplicaciones que circulan en línea (sí, ese que divide el cerebro en hemisferio izquierdo/derecho y también en cuatro colores). Últimamente he visto que esta herramienta se utiliza para todo tipo de fines: autoconocimiento, administración de personal, estrategias de comunicación, desarrollo creativo, etc. Sin embargo, la mayoría de las aplicaciones en línea te dicen muy poco de cómo interpretar los resultados y, en el peor de los casos, te dan información imprecisa. Así que ahora vamos a compartirte un poco de cómo hacerlo.

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El test

Conocido formalmente como Herrmann Brain Dominance Instrument (HBDI) se trata de un sistema de clasificación y medición de preferencias de estilos de pensamiento. En su versión completa consta de un cuestionario de 120 preguntas que ubica tu preferencia por los siguientes estilos: analítico, secuencial, interpersonal e imaginativo. A continuación las características más representativas de cada estilo:

test de dominancia cerebral

¿Cómo interpretarlo?

 1. No hay estilos mejores o peores: el instrumento no está hecho para evaluar si un estilo de pensamiento es mejor que otro, simplemente proporciona al usuario una medición respecto a qué estilo domina en su persona y en qué medida lo hace respecto a los demás estilos (incluso es posible que el resultado del test arroje que un estilo no sea significativamente más dominante que otro).

2. No predetermina ni predice el futuro: el resultado de esta prueba es como una fotografía del momento en que se realiza, pero no quiere decir que a) no puedas desarrollar estilos de pensamiento que actualmente no son dominantes en tu persona y; b) que sólo debas dedicarte profesionalmente a ciertas actividades que parezcan más vinculadas a tu estilo dominante.

3. Olvídate de la dominancia cerebral: uno de los elementos más controvertidos de esta prueba es que asocia los estilos analítico y secuencial con el uso del hemisferio izquierdo del cerebro y los estilos imaginativo e interpersonal con el hemisferio derecho. Sin embargo, estudios han demostrado que ambos hemisferios están siempre involucrados en actividades de aprendizaje.

4. No hay estilo más o menos proclive a la creatividad: es común que se asocie la dominancia de los estilos imaginativo e interpersonal con un mejor desempeño creativo, sin embargo, se ha demostrado que no es así. Ahora, si bien no hay estilo que asegure mejores resultados en el ámbito de la creatividad, la capacidad de adaptarse y utilizar diferentes estilos sí favorece el desarrollo de soluciones innovadoras.

Más allá de que estés orientado a uno u otro estilo de pensamiento recuerda que lo relevante es que enfoques tu aprendizaje al desarrollo de competencias, mismas que puedes ver en las etiquetas de cada artículo en este sitio.

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¿Cuánto tiempo pasas viendo series? (Projects we love)

Este es el primero de muchos proyectos que nos encantan y queremos compartir con ustedes. Nos gusta que haya mucha gente Ocupada haciendo cosas divertidas.

Utilizando la API de IMDB y haciendo un conteo de series x temporadas x capítulos, esta página te ayuda a calcular cuánto tiempo has pasado viendo series en la televisión http://tiii.me/

Su creador, Alex Cican se describe a sí mismo de la siguiente manera:

I don’t find myself defined by the work I’ve done. I define myself by the work I want to do.

I believe skills can be taught—personality is inherent. My personality is what separates me from others. Rather than getting awards, advancing status, or gaining accolades, I prefer to keep learning, continue challenging myself, and do interesting things that matter.

I’m the acumulation of many skills and talents. I’m wisdom, creativity, and experience. I’m not a collection of hours. I’ve stopped seeing myself as a per-hour commodity.

I work with clients who want results and invest in their business in order to make it profitable. The value of what I do is based on the impact I can have on my client’s business.

Así, Alex logró crear  un servicio gratuito que como portafolio le abre grandes oportunidades situándolo como un diseñador proactivo, y le regaló al mundo una divertida forma de saber qué tan buenos somos con el manejo eficientemente del tiempo.

Hicimos la prueba con nuestra editora de nuestro sitio, y este es el resultado:

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¿y tú? Compártenos tus resultados

Los mejores eventos sobre programación

Existen muchísimos eventos con diferentes temas y asistir al adecuado para que cumpla con tus expectativas depende enteramente de ti y de lo que quieres encontrar. Es decir, tal vez eres un programador con una idea y buscas un socio, o eres un diseñador que busca un programador, o un potencial emprendedor en busca de ideas e inspiración. Para todo eso existe un evento en específico. En esta ocasión hablaremos de  las comunidades que buscan unir programadores con otros y se juntan para platicar nuevos modelos, ideas o problemas a los que se han enfrentado.

Si eres programador o quieres aprender, entonces estas comunidades pueden interesarte:

Chillango Rails

Para aquellos programadores apasionados por usar Ruby, les recomiendo que dediquen un jueves al mes para ir a comer pizza, tomar cerveza y escuchar a los expertos de Ruby darles sus mejores consejos. Este evento lo organiza Eric Northam un experto en Ruby que llegó a México hace casi 3 años para abrir mercado con su empresa. El evento se hace en el Impact Hub (Álvaro Obregón 168 esq. Tonalá Col. Roma) y no tiene ningún costo.

Puedes enterarte de todo lo que pasa dentro de su página www.chilangorails.com o siguiéndolos en @ChilangoRails.

Chela JS

Para los que adoran JavaScript, esta comunidad es para ustedes. Las describe Jeduan Cornejo (@jeduan) como “el meetup que nos permite tomar Javascript y hablar del mejor lenguaje de programación hoy en día: Cerveza.” Sí, así como lo leen. Yo lo tuve que leer 3 veces para entender.  Jeduan Cornejo y Daniel Zavala (@siedrix) lideran la comunidad y al igual que Chilango Rails, lo que buscan es acercar a los amantes de JS para que compartan sus experiencias, recursos y nuevos trucos para aplicarlos de inmediato

En meetup.com pueden seguir los pasos de la comunidad.

Polymer México

Este meetup tiene para mi algo bastante especial y es que es uno de los pocos organizados por una chica; sí una chica. Margot Du como la encuentran en facebook es de las pocas programadoras que conozco y además es bastante joven. Las noches de Polymer suceden en Centraal (un coworking space ubicado en la calle de  Zamora en la colonia Condesa) una vez al mes. Polymer México es una comunidad en la cual se intenta promover el uso de los web components a través de la librería de Google llamada polymer.

Síguelas en Polymer México dentro de Meetup.com

Women Who Code

¡Wow! Cómo no ser parte de esta comunidad si eres una mujer a la que le gusta la tecnología. Este evento es un movimiento que sucede en todas partes del mundo que busca motivar a mujeres para convertirse en líderes en tecnología. Les enseñan a programar, las conectan con otras mujeres de diferentes ciudades del mundo que ya son líderes tecnológicas y comparten tips.

Si quieren más información respecto a este movimiento a nivel global entren a la página womenwhocode.com

Civic Hack Nights

Si eres un ciudadano interesado en cambiar México y te encantaría abarcar un tema social aplicando tecnología, pero no necesariamente eres un hacker ¡Esta es la comunidad adecuada para ti!

Las Civic Hack Nights las lidera Juan Pablo Escobar y Óscar Montiel y nacen a partir de querer resolver problemas  de la ciudadanía de manera rápida, efectiva y sin gastar millones de pesos como suelen hacerlo en el gobierno, siempre claro que sea usando la tecnología.

“Los gobiernos han demostrado su constante incapacidad para mantenerse al ritmo de la evolución de las tecnologías de información” y en esta comunidad cada asistente tiene la oportunidad de compartir algún proyecto en el que quisiera trabajar.

Una vez que presentas la problemática, hablas sobre tu área de expertise y qué necesitas para llevarla a cabo. Tal vez necesitas programadores porque eres abogado o ya eres programador pero no sabes nada de leyes. Cualquiera que sea tu perfil puedes encontrar a tu media naranja. Si no sucede en las Civic Hack Nights puedes subir tu proyecto a codeandomexico.org y quien se quiera sumar a tu equipo podrá inscribirse y ser parte del cambio.

Creo que con esto tenemos para que empiecen a explorar todas las alternativas que existen. Seguramente los veré en alguna pues me encanta saber qué es lo que se está haciendo.

Tips para tus prácticas

Como director de una asociación civil dedicada a «conectar» estudiantes con oportunidades de práctica profesional, tengo la oportunidad de observar las prácticas o estadías de cientos de estudiantes universitarios en empresas de todo tipo. Conforme los estudiantes realizan sus prácticas, es común -y de hecho es una gran idea- que la empresa los invite a hacer una presentación delante de gerentes y directores (incluso profesores y representantes de las universidades) sobre los hallazgos, resultados y aprendizajes que el estudiante ha tenido.

Naturalmente que casi todos los estudiantes aceptan esta oportunidad para lucir lo que han hecho y aumentar la probabilidad de que la empresa les ofrezca un empleo al graduarse. Y la empresa sale beneficiada porque logra ver más claramente lo que los muchachos están haciendo, y de ahí reclutar talento.

Muchísimos jóvenes salen con trabajo de aquí. Y muchos de ellos no habrían podido conseguir, de otra forma, una oportunidad de contratación en empresas de semejante prestigio (multinacionales, empresas líderes en su ramo). Así que sin duda soy un entusiasta del tema.

Pero lo que me llama poderosamente la atención es que, al hacer estas presentaciones delante de gerentes y directores, la decisión de ofrecerle a los becarios un empleo es afectada no sólo por la calidad del proyecto y los resultados, sino por la habilidad del estudiante para comunicarse, hablar claramente, mostrar energía y seguridad en sí mismo(a), y hasta «caer bien».

He visto que extraordinarios proyectos fracasen en generar una oferta de empleo porque fueron mal comunicados. Y al revés: he visto proyectos bastante normales –hasta mediocres– producir grandes resultados para el estudiante, porque él o ella los explicó con talento.

¿Me creerían si les digo que esto sucede muchísimo?

Ya hay al menos un artículo en Profesionistas sobre cómo hacer buenas presentaciones, pero quiero agregar aquí mis dos centavos. Si eres practicante o hasta empleado, al hacerle una presentación a la empresa, sigue estos consejos:

1. Usa láminas para explicar tus puntos principales. Pero asegúrate de mantener la atención de tu audiencia en ti. Sé el protagonista de la presentación.

2. Comienza explicando la relevancia o impacto -real o potencial- de tu proyecto. ¿Cuánto se podría ahorrar la empresa si siguiera tus consejos? ¿cómo sería más competitiva la organización? ¿cuál es la oportunidad que estás viendo? ¿dónde está el valor de lo que hiciste?

3. Sé analítico: usa cifras, datos concretos, evidencia para respaldar lo que dices.

4. Considera la posibilidad de usar algunas gráficas, tablas o diagramas, pero tampoco exageres: no le quites el tiempo innecesariamente a tu audiencia (¡sé breve!).

5. Agradécele a la empresa la oportunidad de abrirte sus instalaciones para que realices tu estadía, y si has tenido algún interlocutor o aliado en particular en la empresa, dale las gracias públicamente también.

6. Demuestra entusiasmo y alto nivel de energía. Modula tu voz, enfatiza los puntos importantes con tu lenguaje corporal, y no olvides sonreír. Y ve depositando tu mirada por algunos instantes en la gente delante de ti.

7. Si te interesa quedarte en la empresa, sé claro: di que te gustaría ganarte esta oportunidad y, de poder incorporarte, cómo te gustaría proseguir el proyecto o el tema que estás analizando (es decir, cómo tu trabajo podría seguir rindiendo frutos).

Y como siempre: ¡practica delante del espejo, de familiares o de amigos! Nada menos que tu contratación podría estar en juego, así que dale la misma importancia a comunicar con convicción y energía lo que haces… que a explicar los resultados y aprendizajes que has tenido.

Todo lo que quieres saber sobre networking

Hacer networking se trata de conocer a la gente correcta, pero también de aportarles valor. Si no fuiste memorable con la primera impresión, es poco probable que la gente te recuerde aunque hayas dejado tu tarjeta de presentación. A continuación te dejamos varios puntos clave sobre la utilidad de crear redes y cómo hacerlo de manera efectiva.

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Si conoces gente, es más probable conseguir trabajo

En México casi el 30% de las empresas están contratando personas a través de sus conocidos o contactos sociales. Incluso, es 7 veces más probable que para contratarte una empresa te pida una recomendación a que te haga un examen psicométrico. O bien, tienes el doble de probabilidades de que te pidan una recomendación a que te hagan un examen de conocimientos.

Pero no solo es escudarte en quién conoces

La parte que consideramos muy positiva detrás de la valoración que damos al tener contactos para tener éxito en la vida es que al parecer tenemos muy claro que tenerlos no es por si sólo algo que te va a sacar adelante en la vida, lo cual está muy bien. Porque por muchos contactos que tengas en la vida si no hay algo de mérito en tu persona eventualmente te vuelves una carga para tu red social. Es decir, no sólo es a quién conoces, sino qué sabes hacer.

Por otro lado, cuando hablamos de networking hay gente que se le ponen los pelos de punta porque justo asocia la idea a prácticas de favoritismo, discriminación o nepotismo. Y desde luego, ese no es el tipo de networking que queremos promover.

Beneficios de hacer networking en el ámbito laboral y al interior de las empresas

-Incremento salarial
-Ascensos en el trabajo
-Percepción de éxito
-Satisfacción laboral
-Acceso a información/conocimiento
-Producción de ideas creativas

La información necesaria para realizar un trabajo ha crecido significativamente más que el conocimiento de la persona encargada del mismo, por eso incluso el acceder a información y conocimiento a través de networking dentro de una empresa es fundamental.

Cómo hacer networking de forma inteligente en seis pasos

1. Conoce gente
Julia Hobsbawm, una profesora y consultora especializada en el tema explica el networking como el cultivar un sentido de curiosidad por la gente. Y la lógica detrás de esto es que el interés genuino le gana a cualquier táctica de networking que puedas escuchar.

Esta aproximación menos utilitaria incluso ha demostrado tener mejores resultados. En un estudio de la Universidad de Cornell llamado “How networking can make us feel dirty” se encontró que cuando el objetivo del networking es puramente utilitario u orientado a objetivos profesionales es común que las personas desarrollen cierta culpa que los inhibe a buscar el contacto con la gente, cosa que no ocurre cuando el objetivo es amistad o entretenimiento.

Este enfoque es también más adecuado para personas que se consideran más introvertidas, pues si bien son menos aptas para venderse y hablar de sí mismos, suelen ser más capaces de conectar con las personas a un mayor nivel de intimidad por el simple hecho de que están más orientados a escuchar.

2. El único network que vale la pena tener es uno que sea muy diverso.

Las personas son hoy una extraordinaria forma de acceder a información y conocer cosas nuevas. Si tu red social está compuesta por personas todas muy parecidas a ti es un hecho que te estás perdiendo de mucha información. De acuerdo con Robin Dunbar (psicóloga especializada en evolución) el número de personas con el que podemos mantener una relación significativa es de 150 (conocido como el número Dunbar). Así que si buscas en tus 150 personas seguro hay mayor diversidad de la que pensabas.

Por otro lado, más allá de tus redes de primer grado (familiares, amigos cercanos, compañeros de trabajo, etc) en tus redes de segundo grado (amigos de amigos) hay gente a la que seguro te daría curiosidad conocer y fácilmente te podrían presentar. Si no tienes relación con compañeros de otras áreas de tu oficina, acercarte es una gran forma de entender mejor tu lugar de trabajo.

3. No te quedes en las redes sociales en línea y conecta gente de forma presencial.

Si bien LinkedIn, Twitter o Facebook pueden ser formas de establecer contacto con la gente, no puedes confiar en que sean la única ni la mejor vía. En el caso de LinkedIn es muy común que la gente no revise su perfil mientras no está buscando trabajo. Si quieres contactar a un tweet star puede que por la cantidad de menciones que tiene al día tu mensaje pase completamente desapercibido. Y para muchos ser contactados vía Facebook sin ser tu amigo es visto como una invasión a su privacidad.

Si las personas no te contestan por estas vías no lo tomes personal. Estudios sobre comportamiento humano en redes sociales han encontrado que la no respuesta así como la presión por mantener relaciones crean comúnmente sentimientos de ansiedad, envidia y otras emociones negativas que en nada suman a tu objetivo de conocer gente.

Habla con la gente en el mundo real (una llamada telefónica no está de más y a veces resulta mucho más eficiente). Expande tus opciones, sal de la oficina, deja la computadora y ve a reuniones, eventos fiestas, conferencias, etc.

4. Las tarjetas de presentación no sirven (en algunos casos)

Hacer networking no se trata de repartir y recopilar tantas tarjetas de presentación como puedas. Piensa que cada vez que das tu tarjeta estás facilitado el contacto contigo o, bien, estás invitando a alguien a conocerte. Por lo que si ninguna de estas dos es tu objetivo y no te han pedido expresamente tu tarjeta no habría motivo para ofrecerla.

Igualmente importante que a quién conoces y qué sabes hacer es quién te conoce y sabe lo que puedes hacer. De nada sirve tener tarjetas de personas importantes si las obtuviste sin tener un intercambio significativo. Si tuviste la oportunidad y no la aprovechaste, difícilmente un intercambio por correo tendrá trascendencia para la persona.

Estudios sobre el impacto del networking en el desarrollo de ideas creativas han encontrado que tanto las personas que tienen redes muy pequeñas como las que tienen redes demasiado grandes son menos propensas a desarrollar ideas creativas. La explicación es que quienes tienen redes muy pequeñas no tienen suficiente cantidad ni diversidad de información que aprender; y quienes tienen redes muy grandes están tan ocupados “incrementando su red” (o recopilando tarjetas) que no han aprendido nada de ella.

5. Dar seguimiento.

Hacer networking es cultivar tus relaciones, por lo que esperar a necesitar algo para contactar a alguien es de muy mal gusto. Una llamada por teléfono, un café, tragos, etc., con tus contactos siempre es bienvenida. Es común que por buscar esos nuevos contactos desatendamos nuestra red más cercana.

Sé proactivo y no esperes a que te llamen, si alguien ya abrió la puerta para que lo busques hazlo. La forma de hacerlo puede ser tan orgánica como seguir los siguientes consejos:

-Investiga sobre la persona
-Escribe en su tarjeta información que creas importante de su conversación.
-Manda un correo.
-Conecta en redes sociales (Linkedin y Twitter).
-Piensa en alguien que creas que le interesaría conocer y proponlo.

Hay muchas apps que te pueden ayudar con esta tarea. Desde alarmas para asegurarte de estar en contacto periódicamente; Newsle que te avisa cuando tus contactos de Linkedin salen en prensa; o relate.ly que califica qué tan al día vas con el mantenimiento a tus contactos.

6. Nunca dejas de vender.

Si bien es importante hacer relaciones también lo es hacerlo con propósito, sobre todo si te interesa que incida en tu crecimiento profesional. Estudios sobre el tema explican que cuando el entrenamiento en técnicas de networking está acompañado de una planeación de carrera, las personas adoptan de forma más optimista el networking y obtienen mejores resultados que si sólo son entrenados en técnicas de networking.

La asertividad es un tema clave, si no somos capaces de explicar lo que hacemos o, bien, cuál es el propósito del contacto en relativamente poco tiempo es fácil perder la atención de tu interlocutor y difícilmente recuperarla.

Siempre está la tentación de enfocarte demasiado en ti, sin embargo, muchas veces la mejor forma de comunicar tu valor está en ayudar al otro, en descubrir sus necesidades y ayudar a resolverlas.

Esperamos que después de leer esto, seas un master de las relaciones.

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Mujeres en el trabajo

Tener hijos y, al mismo tiempo, crecer en el ámbito laboral, es de los retos más difíciles en la vida. Si bien hay hombres que se encargan de todas las actividades cotidianas de sus hijos, lo cierto es que, en la mayoría de los casos, son las mujeres quienes hacen la mayor parte de estas labores.

¿Cómo ser mamá y trabajar, sin colapsar en el intento?

Horarios de oficina. Todos los trabajos que requieren estar físicamente presente generan estrés, sobre todo si no hay un lugar donde los hijos puedan estar bien cuidados en ese mismo lapso de tiempo.  Y aun así, no falta la junta en la escuela, el día que salen temprano, el viernes que no hay clases o cuando los niños se enferman. Una opción es buscar empleos más flexibles, donde se pueda trabajar con base en resultados. Medio tiempo en la oficina y el resto del trabajo en la casa puede ser una buena combinación. Muchas mujeres están con sus hijos en las tardes y retoman el trabajo una vez que éstos se fueron a dormir. La clave es administración del tiempo e identificación de prioridades.

Networking. Los hombres tienden a ser mucho mejores para hacer relaciones y crear alianzas. Las mujeres dedican mucho menos tiempo a esto. Sin embargo, a veces las redes de mujeres son las únicas que nos pueden ayudar. Platicar con mamás que trabajan permite ver opciones nuevas. Hay muchas mamás muy exitosas en el ámbito profesional con muchos consejos que dar y la mejor disposición a ayudar.

No ganar lo suficiente. Muchas mujeres dejan de trabajar porque su sueldo se les va en colegiaturas o en pagarle a alguien que cuide a su hijo o hijos. En este caso hay una variable que con frecuencia se menosprecia: las externalidades positivas de seguir en el mercado laboral aunque no sea tan redituable. Si lo tuyo es tu trabajo, aunque los costos de hacerlo sean altos, la gratificación quizás valga la pena.

Políticas empresariales. La gran mayoría de las empresas y lugares de trabajo no están acondicionadas para que puedas llevar a tu hijo al trabajo, ni tienen tampoco salas de lactancia. Sin embargo, si esto es algo importante para ti, siempre puedes reunirte con otras mamás y ver cómo hacerlo posible. Hay empresas donde solo se requiere que alguien tome el liderazgo.

“Freelancear”. Si crees que en el futuro querrás tener un hijo y tener flexibilidad en tus horarios, quizás lo más importante es que adquieras habilidades para trabajar por tu cuenta. Es decir, adquieras habilidades para poder vender tus servicios. Esto va desde aprender de temas fiscales hasta ser capaz de encontrar clientes por distintas vías, saber vender, elaborar propuestas, utilizar la tecnología a tu favor, etc.

La integración de la mujer al mercado laboral es relativamente reciente. Por esto muchas empresas e instituciones no están preparadas para tener en sus equipos a mujeres con hijos. Sin embargo, esta es una razón más para que las mujeres sean proactivas, estén mejor organizados, planeen y construyan las condiciones para que en sus vidas coexista lo familiar y lo profesional.



Cómo empezar a freelancear

Además de tener un esquema de trabajo más flexible, está comprobado que los freelance tienden a ser más felices. De acuerdo al Freelance Industry report (2012), 90 por ciento de la gente que freelancea es más feliz en ese estado que antes de independizarse. Pero comenzar en este camino puede resultar complicado si uno no tiene claro cómo funciona este modelo de negocio.

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En nuestros días, internet hace el trabajo freelance más fácil, ya que con una simple página web donde se muestren claramente los servicios que se ofrecen, el freelancero puede conseguir trabajo de forma rápida y eficaz. Sin embargo, no tener horarios, calcular las horas, conseguir clientes, hacerte de un nombre…. todo tiene un proceso de aprendizaje. Aún así, te garantizo que muchos Ocupados son felices con este esquema y le han dicho adiós definitivamente a la oficina.

Aquí van 7 consejos para empezar:

1. Comienza mientras tienes trabajo

Sé que a veces este consejo no puede ser un #must (muchas veces decides volverte independiente porque perdiste tu empleo), pero en verdad hace la transición mucho más fácil. Comienza a probar mientras estás trabajando, así empezarás a construir una lista de valiosa de clientes. El networking es básico para que te vaya bien, así que aprovecha que aún estás trabajando y detecta posibles prospectos.

2. Crea tu marca

Si quieres posicionarte en el mundo freelance, necesitas crear una marca fuerte que te diferencie del resto de la competencia. Recuerda que tu marca es tu identidad (sitio web, redes sociales, blog) y esta debe comunicar tu propuesta única de venta (USP). Enfocarte en una industria en específico te hará más atractivo para prospectos específicos de clientes y te dará mayores oportunidades de progresar.

3. Ten tu pitch

Si creaste una marca de manera correcta, entonces sabrás a quién buscar para pitchear. A los clientes les gusta saber que hay freelancers que no ofrecen su servicio a cualquiera. Por eso te tomarán más en serio y será más fácil ofrecerles tu trabajo si puedes construir un discurso para venderte el cual se centre en “qué tienes que los demás no”. Detecta a los clientes que necesitas pitchear por relevancia y volumen.

4. Establece un horario

Cuando uno trabaja desde casa, es muy fácil perderse en la comodidad del sillón y la pijama. Inclusive la gente no percibe que estás trabajando y el respetar tus horarios se vuelve imposible. Crea un horario como si fueras a la oficina y déjaselo saber a tus amigos y familiares. No contestes todas las llamadas que entren a tu casa (tómalo como si fuere el teléfono de la oficina). Si te parece complicado organizarte, busca un espacio de co-working.

5. Aprende a cobrar

Cuando eres primerizo es común creer que simplemente hay que hacer un cálculo de los gastos fijos mensuales y lo que se quiere tener de sueldo. Hacer una regla de 3 parecería lo más lógico para saber cuánto cobrar por hora. Sin embargo mucha gente olvida que el freelancer tiene periodos no facturables: vacaciones, inactividad por enfermedad o imprevistos, horas al día que se van en reuniones, presupuestos, formación, llamadas, correos y redes sociales. Es muy recomendable también investigar el precio de tu competencia o lo que se esté ofreciendo en el mercado. Aquí te dejo una herramienta para que puedas calcular cuánto cobrar. El consejo de muchos freelancers es que aprendas a poner límites a tus servicios y sobretodo dejarlo claro en tus presupuestos (todo lo que salga del presupuesto se cobra extra).

6. No hagas trabajo gratis

Muchas veces uno piensa que hay cosas que salen rápido y podrían entrar dentro del presupuesto. En diseño, el cliente llega a pedir algunas pruebas o bocetos por los cuales cree que tiene el derecho de no pagar (al fin que solo te toma 10 minutos). Pero lo que no consideran es que en cada boceto o ejemplo que hagas, están involucrados tus conocimientos y horas de estudio, las cuales definitivamente tiene un precio.

7. Pide adelanto

Puede ser que con el tiempo comiences a diferenciar los tipos de clientes y tener relaciones específicas con cada uno. Pero al principio, debes pedir una parte de presupuesto por adelantado (un 30-50 por ciento) para cerrar el proyecto y comenzar. Hay ocasiones en las cuales necesitas ese dinero para conseguir el material, así que no dudes en pedir un adelanto y dejar las cuentas claras. Detalla siempre de manera muy clara en tus presupuestos la forma de pago y los plazos.

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