Se busca Senior Editor / Music Programmer en Spotify

Aquí les compartimos uno de esos trabajos que no sólo parecen geniales, sino que hace unos años no habría sido posible (al menos no en una plataforma como Spotify). La vacante es para unirse al equipo latinoamericano de Spotify en sus oficinas en Nueva York y el trabajo consiste, fundamentalmente, en la selección y programación de listas para el mercado mexicano.

De manera más detallada, las actividades que el puesto tiene son:

  • Seleccionar y mantener una amplia y variada lista de playlists dedicadas para todo tipo de usuario en México.
  • Presentar y hacer seguimiento de nuevas propuestas y apuestas de programación en México.
  • Escribir artículos y realizar entrevistas respecto a temas musicales y de estilo de vida.
  • Buscar proactivamente usuarios de Spotify que además sean extraordinarios curadores.
  • Analizar indicadores de resultados.
  • Trabajar con el equipo de Programación en Latinoamérica y otros equipos para alcanzar diversos objetivos de contenido.

La vacante es para una persona con experiencia (senior) que pueda entregar resultados desde el inicio, con amplio conocimiento de las diferentes culturas musicales en México, así como de sus mercados y consumo. Se requiere dominio del Inglés y Español a un nivel editorial y capacidad de responder a indicadores. Se espera que la persona que cubra la vacante haya tenido experiencia en programación musical y/o a nivel gerencial en la industria musical o de entretenimiento. Ser un experto es artistas, festivales como el Corona Capital, historia, lanzamientos, influenciadores y relaciones públicas es necesario para el trabajo.

Sin duda, las competencias de análisis de datos, detección de oportunidades de negocio, generación de nuevas ideas, networking y trabajo en equipo serán cruciales para desempeñar bien este trabajo.

Link a la vacante Senior Editor / Music Programmer en Spotify.

Estudiante de la UNAM crea un sistema de lavado de ropa sin agua

Jessica Valeria Cruz Aguirre, estudiante de Ingeniería Química en la UNAM, obtuvo el segundo lugar en América Latina del Henkel Innovation Challenge con una innovadora técnica que permite el lavado de ropa sin agua, a través de bacterias. El sistema de lavado de Cruz Aguirre llamó la atención por no necesitar agua ni detergente para limpiar la ropa.

Para funcionar se utilizan dos aerosoles, uno contiene las bacterias que consumen las partículas orgánicas, el mal olor y las manchas. El segundo mata a esos microorganismos, además les agrega suavizante y aromatizante. El invento químico de la unamita aun no está perfeccionado, por ello sólo permite eliminar manchas de vino, aceite comestible y sudor.

Las bacterias que usa la estudiante de la Facultad de Química normalmente se usan en la degradación de metales, pero ella las “aclimató” para, inicialmente, obligarlas a consumir sólo vino.

Jessica Valeria Cruz Aguirre

Al colocar la bacteria sobre una prenda con una mancha de vino, ésta reconoce su “comida” y procede a alimentarse, limpiando en el proceso la prenda. Después de conseguir con éxito su primer objetivo, ella modificó la “dieta” de la bacteria para que también se alimente de aceite y, finalmente, sudor.

Jessica Valeria presentó su proyecto en el Henkel Innovation Challenge junto con Paulina Mar Lucas, alumna de la carrera de Negocios Internacionales de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA) del IPN, quien está a cargo de la parte de mercadotecnia y comercialización del producto.

La estudiante de la UNAM indicó que el proyecto aun no es comercializable, debido a que le falta mejorar a la bacteria para volverla más eficiente, además de que necesitan hacer más pruebas para demostrar que no sea patógena y no represente riesgo.

Actualmente la empresa mexicana Sinaqua ya se encuentra financiando la investigación para patentar y comercializar el producto en un futuro.

Malala Yousafzai: la vida a cambio de estudiar

Malala Yousafzai, quien actualmente tiene 18 años (nació el 12 de julio de de 1997 en MingoraPakistán) estuvo a punto de morir en un atentado en el año 2012,  el motivo es algo que quizá de pronto vemos como cotidiano, normal, un “derecho constitucional” (Art. 3° de  nuestra Carta Magna) e, incluso, hasta aburrido: la educación.

En su biografía (Malala, mi historia publicado en 2013) narra cómo era su vida en un pacífico Pakistán (Swat)  y la de su familia antes que Fazululla ordenará la expulsión de más de 50 mil niñas del colegio, y tuvieran que dar clases en secreto, sin embargo, lo más notorio de esta historia en curso (es más activista que nunca y su historia sigue escribiéndose), es su lucha por los derechos de las niñas y las mujeres a la educación, a la educación como derecho humano. Lucha que empezó desde que era sólo una niña.

En una de sus frases célebres Malala dice que “La educación, es la educación. Debemos aprender todo y después elegir qué camino seguir. La educación no es oriental ni occidental, es humana”.

Me es difícil asimilar cómo hay lugares donde pueden asesinarte por querer estudiar (y más aún si naciste mujer), sin embargo, es una realidad que acecha en muchos lugares, y leer a una persona tan joven que ha defendido sus ideales, es realmente inspirador, dándonos pauta para no poner pretexto al perseguir nuestros objetivos; Malala relata en su libro todos los esfuerzos que hicieron ella y sus padres   por defender la educación (su padre era dueño de una escuela), y cómo en estos días sólo puede recordar los lugares, amigos, olores de lo alguna vez fue el hogar al cual no puede regresar.  Pero nada de esto, como ella misma relata, hace que deje su lucha. De hecho, actualmente por medio de su fundación  “Malala Fund” continua siendo la voz de aquellos a quien nadie escucha, ella sabe que está bajo constante peligro pero su deseo de ayudar es más fuerte que el preservar su propia vida o mantenerla de manera “normal” y tranquila.

Malala es la persona más joven  en ganar el Premio Nobel de la Paz  (2014), sus padres le pusieron el nombre de Malala por la gran heroína Pashtún, la joven Malalai, cuyo valor fue un ejemplo para sus compatriotas. Ella sigue escribiendo su gran historia, la cual parece que será más grande de lo que ya es a sus 18 años, no por sus cuantiosos premios, sino por la valentía al defender sus ideales y la de miles de personas privadas de la educación y derechos civiles fundamentales.

Algunos lugares donde puedes seguir a Malala son:

Facebook

Twiter

Fundación

Los reclutadores también sufrimos #échanoslamano

Sí, esa persona cuyo trabajo ves como el único obstáculo para obtener el empleo que quieres también se la pasa fatal cuando no lo consigues. De entrada los reclutadores tienen que entrevistar más personas, muchas de las cuales envían su CV a pesar de no cumplir mínimamente con los requisitos señalados, y manejar la presión de no encontrar al candidato con el perfil que le piden. En este artículo te dejamos tres videos con opiniones de los reclutadores, cómo sufren el proceso, qué es lo peor que han visto (tanto en CV como en entrevista) y, sobre todo, cómo echarles la mano para que a ellos les sea más fácil identificar qué tú eres el candidato que están buscando

Desde el formato (o la ausencia del mismo) en su CV, hasta salir corriendo de la entrevista, hay candidatos que no se ayudan.

Y, lo peor, lo que hace que todo reclutador te descalifique para el puesto, la mentira.

Ya escuchaste a los reclutadores, pero de todas formas te dejamos un listado de artículos útiles para que la próxima vez que busques trabajo les eches la mano (y ellos a ti). #échanoslamano

Cómo no hacer una cover letter.

Herramientas para crear tu CV.

10 cosas que los reclutadores no quieren ver en tu CV.

Prepárate para la entrevista de trabajo.

7 preguntas que hacerle a un reclutador.

Cómo explicar tu despido.

Cómo venderles que tú eres el indicado y no otro.

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Incubadoras universitarias: el Tecnológico de Monterrey Campus Guadalajara

Sin duda el camino del emprendimiento es una opción cada vez más popular en nuestro país. No obstante, para iniciar es necesario encontrar el apoyo adecuado –financiero, de mentoraje, experiencia, networking. Las incubadoras, y específicamente las incubadoras dentro de las universidades, son una de las opciones más atractivas para encontrar dicho apoyo. Una de las incubadoras más reconocidas es la del Tecnológico de Monterrey campus Guadalajara. De hecho, es una de las 16 incubadoras de Alto Impacto del país (de acuerdo a la clasificación del INADEM) y es una de las 300 mejores incubadoras a nivel mundial, según el Univeristy Business Incubator Index.

La incubadora de empresas del Tecnológico de Monterrey campus Guadalajara nace en el 2003 como respuesta a la necesidad de promover la formación de empresas tanto en la región como a nivel nacional. Es un mecanismo de desarrollo económico diseñado para acelerar el crecimiento y éxito de un proyecto de negocio o empresa en sus primeras etapas de existencia.

La incubadora divide sus servicios para emprendedores en 3 grandes rubros:

    • Aprender. En esta etapa la incubadora ofrece las bases o conocimientos elementales, dirigidos principalmente a estudiantes o jóvenes que quieren comenzar a emprender. Imparte metodologías de desarrollo emprendedor, desarrollo de planes de negocio y semillero de empresas por medio del acompañamiento de asesores y mentores especializados.
    • Tec Lean Accelerator. Es un programa de incubación y aceleración para startups que utiliza la metodología de lean startup, la cual se enfoca a crear empresas de manera rápida y eficiente (aquí más información y cursos sobre el tema). Entre los beneficios del programa están los módulos de capacitación, los mentores especializados, consultores, asesores financieros, oficinas en coworking space, acceso a inversionistas y contactos, así como recursos del gobierno estatal y federal vía concursos.

  • Crecer. En esta etapa se busca el crecimiento acelerado de las empresas a través del desarrollo de las habilidades de gestión. Esta etapa, la de post-incubación, es crucial en el ciclo de vida de la empresa y necesita del acompañamiento adecuado para sobrellevar los retos del mercado. Cabe mencionar que la mayoría de las empresas mueren en esta fase, dado que fracasan en gestionar el cambio de estrategia adecuado. El crecimiento es la prioridad número uno, en esta instancia es más importante crecer que generar ganancias.

Las incubadoras del Tecnológico de Monterrey han dado lugar a cientos de proyectos e ideas de emprendimiento y entre los casos de éxito encontramos empresas como: FinitoLab, ColorHarmony, InventivePower y BioSolutions entre otras. Más información sobre estos y otros casos aquí.

Sin duda, el caso de la incubadora del campus Guadalajara es un ejemplo entre la decena de incubadoras universitarias en nuestro país, pero es un buen caso para entender las ventajas que ofrecen este tipo de aceleradoras. Es decir, la proximidad de la incubadora y aceleradora con un cuerpo de académicos, docentes y alumnos jóvenes le otorga un dinamismo y acceso a conocimiento y tecnología que otro tipo de aceleradoras no puede ofrecer con tal facilidad. Además, el caso de las incubadoras del sistema Tecnológico de Monterrey ofrece una red de contactos en distintas ciudades y sectores de la economía que añade valor a las ideas que se generan sin importar su ubicación geográfica. Así que si lo tuyo es emprender o crees que el camino de la innovación y creación de tu propio empleo es una opción, acércate a las universidades para conocer las opciones de incubación que ofrecen.

Ser voluntario en TECHO

Ya hemos escrito antes sobre cómo hacer voluntariado puede ser útil para adquirir habilidades e, incluso, para conseguir empleo. Así que en esta ocasión nos pondremos prácticos y te compartiremos cómo es ser voluntario en TECHO, una organización fundada en Chile y que actualmente opera en 19 países de Latinoamérica y el Caribe, incluido México, con el objetivo de superar la pobreza en asentamientos irregulares a través del desarrollo comunitario. Sí, son famosos por guiar la construcción de viviendas de emergencia entre voluntarios y pobladores, pero su modelo de intervención es en realidad más amplio que eso. Aquí un video con su explicación.

Decidí escribir sobre el voluntariado en TECHO porque en el último año escuché a un par de voluntarios genuinamente contentos de haber participado. La razón principal es que, a diferencia de otros lugares, en TECHO sienten que están participando, haciendo algo útil y no sólo realizando actividades para pasar el tiempo. En resumen, están ayudando, pero al mismo tiempo están aprendiendo y hasta pasándola bien.

Queda claro que en un programa de esta naturaleza ambas partes ganan. La institución porque logra llevar a cabo su misión gracias a un grupo de jóvenes súper participativos e involucrados con la causa. Y, por otro lado, los voluntarios desarrollan toda clase de habilidades útiles para su vida estudiantil y profesional: empatía, entendimiento de otras culturas, resolución de problemas, trabajo en equipo y sentido de responsabilidad.

TECHO tiene dos tipos de voluntariado: por proyecto, dirigido a estudiantes de últimos semestres que desempeñan actividades por un tiempo determinado en las oficinas de la organización, ejemplo, ahorita están buscando diseñadores y community manager, es decir, algo muy cercano a una práctica profesional o un internship (gran forma de adquirir experiencia profesional); y por actividad única, dirigido a personas que se quieren comprometer a ayudar por sólo un evento, como la construcción de un hogar, escuchar en una comunidad, hacer colectas o apoyar en foros. Aquí te puedes inscribir a las siguientes construcciones.

Si bien invitan a que cualquier se inscriba como voluntario, el perfil que buscan son personas menores de 30 años. Es importante que lo consideres ya que, para muchos, participar en actividades de voluntariado es una extraordinaria oportunidad de conocer personas nuevas, en el caso de TECHO estarías conociendo personas fundamentalmente jóvenes. Si quieres conocer más de ellos, aquí la página web de México y su canal de YouTube. Y te dejó aquí un video sobre una de las comunidades que apoyan.

¿Cómo ser un Ted Fellow?

Seguramente conoces TED Ideas worth spreading. Pues justo ahora se encuentra abierta su convocatoria para ser un TED Fellow, que consiste en asistir y dar una conferencia durante uno de sus dos eventos anuales estelares: TED y TEDGlobal. De ser elegido, la promesa es que, además de poder difundir tu mensaje al mundo, tu carrera tendrá un avance significativo, tanto por la red de personas extraordinariamente innovadoras a la que tendrás acceso como por el mentoraje que recibirás durante el programa.

La convocatoria para participar cierra el 20 septiembre y pueden participar personas de entre 18 y 40 años de todo tipo de perfil que tengan un logro significativo: inventores, activistas, cineastas, fotógrafos, músicos, artistas, científicos, emprendedores, líderes de ONGs, doers y makers. Además, TED dice que tener un buen carácter y un buen corazón son esenciales para ser elegido.

Desde luego es un proceso muy competido, se eligen 20 personas para TED y 20 para TEDGlobal (aquí la solicitud a llenar), en el que el mérito, el impacto potencial y el carácter de la persona son los criterios que determinan la selección que realiza el equipo de TED.

Los detalles que no debes olvidar:

  • -Deberás demostrar dominio del idioma Inglés (porque las conferencias son en este idioma).
  • -Te solicitarán datos de tres referencias que puedan validar lo genial que es tu trabajo.
  • -Es tu responsabilidad tener visa y pasaporte vigente.
  • -Si tienes más preguntas, escríbeles (en Inglés obvio) a fellows@ted.com

Para que te animes a participar, aquí una selección de TED Talks para inspirarte y  te dejo una que me gusta mucho sobre todo lo que está mal con nuestras contraseñas.

Honestidad en una entrevista de trabajo

Parece obvio, pero de pronto se olvida, la honestidad en una entrevista de trabajo es crucial, desde que se abre una posición hasta que se cierra el contrato, tanto para el reclutador como para el candidato.

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Para empezar, debemos partir de que el objetivo de ambas partes es el mismo: concluir el proceso de manera exitosa. Para el reclutador representa cubrir la posición vacante con la persona más adecuada y para el candidato encontrar un trabajo que se adecue a su formación y motivaciones. Tanto un reclutador como un candidato tienen que tener claro qué es lo que pueden ofrecer  y no comprometerse en  algo que no sean capaces de cumplir. El incumplimiento por ambas partes genera mucha frustración: desde la perspectiva del candidato porque ha arriesgado a cambiar un trabajo por otro y; por parte del reclutador porque deja fuera del proceso de selección a candidatos potenciales con un interés real.

La deshonestidad también es reflejo de irresponsabilidad ya que genera situaciones de riesgo e impacta negativamente en un tercer key player que también forma parte del proceso de selección: el negocio. Una mala decisión puede interrumpir el funcionamiento normal del mismo por no tener al candidato idóneo ocupando la posición dentro del tiempo establecido.

¿Cómo podemos evitar estas situaciones de riesgo? En este caso lo ideal sería tomar una estrategia preventiva y para esto sería importante, en un primer momento, entender algunos de los beneficios profesionales que conlleva el ser honesto para ambas partes:

  • –        Agilidad en el proceso de selección.
  • –        Evitar conflictos.
  • –        Incremento de las probabilidades de éxito en el cierre de la vacante.
  • –        Satisfacción y motivación.
  • –        Buenas relaciones profesionales.

La deshonestidad eventualmente sale a la luz y puede perseguir a la empresa o candidato a lo largo de su desarrollo, por eso lo más inteligente es tomar conciencia de los beneficios de decir la verdad y no buscar atajos para conseguir un empleo.

Para concluir me gustaría mencionar que la honestidad no solamente es importante en un ámbito profesional sino en todos los planos de nuestra vida. Tal y como he expuesto anteriormente la honestidad siempre reportará beneficios, así que los animo a proyectarla e integrarla en todas sus relaciones interpersonales.

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Competencias transferibles

A cuatro años de haberse titulado en Ingeniería Química y trabajar en un laboratorio multinacional, Valentina se ha quedado sin empleo. El laboratorio fue comprado por otro más grande, y como resultado de la fusión, la plantilla laboral fue recortada en 20 por ciento. Ahora Valentina se encuentra frente a la computadora, preocupada, con una taza de té por un lado. Quiere actualizar su CV para poder aspirar a empleos en varias industrias y empresas. Sin embargo, ¿cómo podría interesarles lo que ella ha aprendido en un nicho tan específico?

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Al comenzar a trabajar, la industria que elijas o en la que entres, o la función que escojas (diseño, finanzas, marketing, RH, administración, etc.) o en la que te contraten al principio… con el tiempo seguramente se transformará en algo completamente distinto.

  • Si entraste a servicios, probablemente acabarás en manufactura.
  • Si entraste a tecnología, probablemente acabarás en hospitalidad.
  • Si entraste a marketing, probablemente acabarás en recursos humanos.
  • Si entraste a banca, probablemente acabarás en logística.

Las empresas y las industrias están cambiando, apareciendo ¡y desapareciendo! cada vez más rápido. Lo que hoy hacen humanos, mañana hará algún software o robot. Y para supervisar, desarrollar y decidir sobre de los resultados de ese software -o la operación del robot-, tendrá que haber un humano. Por ejemplo, cada vez tenemos más datos sobre consumo y producción, pero eso, a su vez, ha creado una disciplina humana dedicada a la interpretación de ese datos: business analytics, o “big data”. Y aún en las organizaciones que perduran, hay y habrá tantos cambios que nadie podrá garantizarte que, aún si eres excelente en tu función, seguirá existiendo ese empleo para ti a largo plazo. Puedes preguntárselo -por ejemplo- a un diseñador gráfico, que hace 20 años hacía trazos a mano sobre de un restirador, luego pasó a hacerlo con algún programa de desktop publishing, y hoy más bien diseña y programa sitios web mientras que sus jefes delegan el diseño de logotipos y papelería a sitios como LogoTournament.com.

Esto significa que deberás enfocarte en competencias transferibles, que puedan emplearse para distintos fines, de ahora en adelante. Hazlo así:

Si estás por elegir carrera: elige una donde quede claro en el plan de estudios qué habilidades obtendrás y cómo éstas podrán ser aplicadas en distintos puestos y/o industrias. Si no lo tienes claro, busca conversar al respecto con algún profesor o representante de la facultad.

Si te encuentras estudiando la carrera: enfócate en obtener habilidades que sean “transferibles”, es decir, aplicables en varias partes. Esto podrás conseguirlo más allá del salón de clases, pues mediante actividades extracurriculares también adquieres liderazgo, capacidad de trabajo en equipo, capacidad de comunicación y otras habilidades necesarias en todas partes.

Si ya te graduaste de la carrera o estás trabajando: busca que tus experiencias profesionales te permitan fortalecer las habilidades “transferibles” que se listan más abajo. Haz de tu ámbito laboral un “gimnasio” donde fortalezcas “músculos” específicos. Escucha y aprende de personas que trabajan en otras partes y ve cómo tus propias experiencias y retos son similares a las suyas.

No todas las habilidades son “transferibles”. La explicación es que cuando haces un cambio de función y/o industria -por gusto o necesidad-, se ven involucradas dos cosas:

Primero, tu conocimiento sobre la industria o función: cuáles son sus procesos, herramientas, actores principales, perfiles de gente o mercados y criterios de calidad;

Segundo, tus habilidades, algunas de las cuales son específicas a esa industria o función -el uso de ciertas herramientas, conceptos y metodologías que no sirven en otro lugar- y otras que puedes llevarte contigo a posiciones e industrias diferentes:  liderazgo, administración de proyectos, metodologías de calidad total, trabajo en equipo, manejo de emociones -tuyas y de los demás-, estadística, el uso de Excel, creatividad, idiomas extranjeros, ventas, manejo de clientes, manejo de proveedores, o diseño organizacional.

Respecto al primer elemento -tus conocimientos-, mucho de esto lamentablemente no será fácil de llevar contigo de una industria o función a otra. Los clientes, proveedores, estándares y procedimientos suelen ser muy diferentes en un área contable que en un área de ventas; en un área de laboratorio que en un área de logística.

Pero en lo segundo -habilidades- encontrarás capacidades que te harán competente estés donde estés. Aquí está la clave para ser laboralmente versátil. Poseer este tipo de habilidades -y saber comunicarlas- también te ayudará a convencer a los reclutadores sobre cómo tu experiencia en una industria o puesto diferente te ayudará a detectar oportunidades para importar prácticas de otros lados, resolver problemas con los métodos de otras partes, o abordar nuevos mercados. Por ejemplo, cómo copiar el programa de lealtad de una aerolínea… en la industria de la hospitalidad; o cómo implementar, en un banco, el estilo de innovación en procesos que se acostumbra en el sector manufacturero.

* * *

Con la ventana de Word abierta, Valentina comienza a teclear. Ha reflexionado que muchas de sus habilidades, aunque hayan sido aplicadas en procesos químicos, le podrían resultar valiosas a otras organizaciones: Análisis de fórmulas y procesos químicos. Organización de experimentos y recolección de datos. Diálogo con clientes para entender sus necesidades y forma de aplicación de los productos. Trabajo en equipo con otros integrantes del laboratorio. Ayuda en la coordinación de procesos de “lluvia de ideas” sobre cómo mejorar un producto. Comunicación de avances y resultados delante de grupos, tanto en español como en inglés. Entrenamiento y supervisión de becarios. Con un poco de adaptación, todas éstas son habilidades que miles de empresas, sin importar su industria, necesitan.

Por último, Valentina se asegura de listar, debajo de su puesto, los logros que reflejan que ella realmente posee dichas habilidades. También incluye actividades extracurriculares, en la universidad y después, que sustentan su destreza en varias de dichas habilidades. Hasta su “servicio social” le resulta útil en este sentido: escribe en su CV cómo su ayuda voluntaria en una asociación consistió en identificar mejoras en su manual de procedimientos.

Tras dos horas de trabajo, Valentina hace clic en “Imprimir” y suelta un suspiro de alivio mientras que la impresora hace su trabajo. Intuye que con este CV, su búsqueda de empleo será mucho más exitosa. Tiene razón.

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Los 5 primeros pasos para estudiar una maestría en el extranjero

Para algunos es cada vez más importante cursar una maestría para acceder a mejores salarios y abrir un abanico de posibilidades laborales. Muchos mexicanos optan por realizar maestrías en diversas instituciones de educación superior en nuestro país, pero hay otros que deciden aplicar a universidades fuera del país. Estados Unidos, Canadá, países de Europa o Australia son algunos de los destinos más comunes de los estudiantes de posgrado mexicanos. Para que puedan llegar a ellas, han tenido que pasar un proceso largo para el cual existe poca información sencilla sobre qué tienes que hacer. Por eso, aquí les comparto los 5 pasos para estudiar una maestría en el extranjero que experimenté para poder irme. Sin que este texto pretenda ser una opción exhaustiva de todo lo que debes hacer, sí es una guía rápida de todo lo que tendrás que resolver en el proceso de aplicación.

1.     Ahorra lo más posible

Para irse de posgrado al extranjero se necesita mucho dinero. En algunos países europeos el irte de posgrado es más barato, pero si te diriges hacia Estados Unidos las maestrías pueden costar alrededor de 80 mil dólares por año. Los doctorados son más o menos esa misma cantidad pero por más años (aunque es más fácil conseguir financiamiento de la universidad en este tipo de programas). Con las fluctuaciones del tipo de cambio esto puede representar alrededor de 1 millón 300 mil pesos al año. Pese a que existen múltiples becas que te ayudan con los pagos, si quieres irte de posgrado comienza a ahorrar cuanto antes. Me lo agradecerás después.

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2.     Agenda los exámenes del GRE/GMAT/LSAT con anticipación

Si estás considerando estudiar tu maestría, principalmente en una escuela de negocios, en los Estados Unidos; uno de los elementos más comunes de las aplicaciones de posgrado son los exámenes estandarizados que se tienen que tomar para poder aplicar y conseguir la admisión. No importa si se trata del GRE para la mayoría de posgrados no relacionados al lado empresarial del mundo, o el GMAT para todos los programas de MBA (Master in Business Administration) y similares o hasta el LSAT para los LLM (Master of Laws) y programas de derecho, hay que tomar los exámenes la menor cantidad de veces posible y lo antes posible. Aunque uno envía la mejor calificación que tiene de estos exámenes, es posible que las universidades consulten tus demás calificaciones en ellos al momento del proceso de selección. Si hiciste diez veces un examen se nota que te costó trabajo. Se recomienda hacerlos un máximo de 3 veces.

Adicionalmente, la mayoría de las universidades te permiten que presentes la calificación de estos exámenes con una antigüedad de hasta 5 años por lo que puedes hacer el examen con mucha anticipación. En términos de fechas, dado que la mayoría de las aplicaciones se tienen que entregar en noviembre o diciembre del año anterior al cual te quieres ir, se sugiere no hacer los exámenes estandarizados después de mediados de octubre. Es recomendable tener más de un mes entre la fecha que tomaste el examen y la fecha límite para entregar las aplicaciones universitarias para que te lleguen a tiempo los resultados.

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3.     Estudia mucho para estos exámenes

Para conseguir un puntaje competitivo en estos exámenes hay que tener el menor número de errores posible, ya que hay gente muy talentosa de todo el mundo que presentará mejores calificaciones que uno, elevando los promedios y sesgando las distribuciones. Debido a que estos exámenes tienen secciones a resolver en poco tiempo lo más efectivo para estudiar es realizar muchos ejercicios de preparación.

Por ejemplo, en el caso del GRE se tienen secciones de matemáticas (álgebra de nivel preparatoria) y ejercicios de comprensión de lectura y vocabulario. Ambas son relativamente sencillas aunque se incrementa la dificultad al tener que resolverse en alrededor de 20 minutos cada una. Como el proceso de entrada a las mejores universidades del mundo es sumamente competitivo, es necesario sacar muy pocos errores en las secciones. Esto es difícil cuando estás resolviendo problemas contra reloj. Por ello, para sentirse cómodo resolviendo las secciones a buena velocidad hay que practicar mucho haciendo ejercicios de los distintos documentos de estudio.

Cada año, múltiples editoriales sacan material de estudio que se va adecuando a los cambios en el formato de los exámenes. Hay muchos libros con ejercicios y exámenes de práctica como el Princenton Review o el Kaplan, pero el más difícil (y mejor para prepararse) es la guía oficial de ETS. También se tienen muchas guías en línea con ejercicios (como Magoosh), pero en general una búsqueda en Google de exámenes y problemas de práctica generará varias opciones. Algunas habrá que pagarlas, otras serán gratuitas pero lo ideal es hacer alrededor de 1500 ejercicios durante el periodo de estudio. Este periodo tendría que ser de al menos un mes para que la carga de ejercicios al día no sea tan pesada. Dado que se debe tomar el examen con anticipación, se puede practicar poco todos los días y prepararse bien así.

4.     Saca un puntaje alto en el TOEFL

Al estudiar en la mayoría de los países en el extranjero se tendrá que acreditar el dominio de un segundo idioma (principalmente el inglés, pero también puede ser el idioma del país al que quieras ir a estudiar). Aunque planees estudiar en países de habla hispana, muchas veces los organismos internacionales o instituciones que brindan becas en México requerirán que demuestres el dominio del inglés. La prueba más estandarizada para demostrar el manejo de este idioma es el TOEFL.

Al igual que con el GRE y exámenes similares es importante prepararse bien para el examen. Este examen tiene secciones de vocabulario, de comprensión de lectura, de comprensión del lenguaje de manera auditiva y de habla. Aquí la preparación lingüística que pueden dar los ejercicios del GRE de las secciones verbales y de comprensión de lectura es muy buena. Sin embargo, más allá de clases de inglés en caso de sentirse muy débil para el examen, se recomendaría leer lo más posible en inglés (libros, artículos, noticias, etc) para familiarizarse más con palabras, modismos, estructura del lenguaje, entre otras cosas. Adicionalmente, toda la interacción con el inglés mediante medios electrónicos (música y video) también ayudará a reforzar la comprensión del idioma.

En el caso del TOEFL, hay que buscar sacar arriba de 100 puntos (sobre 120 posibles) para poder aspirar a entrar a una de las mejores universidades y cumplir los requisitos de becas disponibles. Dado que los resultados son válidos por dos años, también hay tiempo suficiente para practicar todo lo que sea necesario.

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5.     Aplica a no más de 5 universidades

Una de las partes más tortuosas del proceso de aplicación  a los posgrados en el extranjero es el llenado de los formatos de aplicación de cada universidad. Normalmente requieren que redactes entre 2 y 3 ensayos cortos (alrededor de 1 cuartilla cada uno) que respondan a las preguntas que te hacen sobre por qué eres un buen candidato y por qué el asistir a ese programa de estudio contribuirá a tu formación futura. También hay que estar escaneando y subiendo a sus servidores en línea un montón de documentos personales como pasaporte, diploma de titulación o cédula profesional, tres cartas de recomendación y a veces hasta una descripción bastante detallada de cómo planeas pagar tus estudios. Todo esto consume bastante tiempo ya que escribir un buen ensayo es difícil y hay que esperar que las personas que te recomiendan suban sus cartas en el servidor. Adicionalmente hay que enviar las calificaciones de los exámenes descritos anteriormente lo cual cuesta alrededor de 30 dólares por envío. Aunado a todo esto, hay que pagar una lana por cada aplicación (varía por país pero en Estados Unidos son alrededor de 100 dólares por escuela) que encarecen el proceso si se aplica a muchas universidades. De manera que si se aplica a 5 universidades es probable que tengas que pagar más o menos unos 700 dólares en el puro proceso de aplicación (contando el costo de realizar varios trámites en la universidad donde cursaste la licenciatura o ingeniería relacionados a la expedición de títulos y demás).

Ahora, con respecto a las cartas de recomendación es muy importante que selecciones adecuadamente a quiénes las redactarán. Normalmente te piden dos cartas relacionadas a gente con la cual interactuaste en el trabajo y una de corte académico. Siempre es mucho mejor que sean gente de rangos superiores al tuyo (jefes o profesores) porque eleva la confianza que te otorgan las personas de admisiones en las universidades. No obstante, no hay que poner simplemente a los hot-shots más grandes que conozcas a redactar una carta para ti si no te conocen. Si tu le mandas al personal de admisiones de la universidad una carta del Presidente de la República genérica donde dice muy poco de ti y parece que no te conoce tendrá menor validez que si se trata de tu jefe directo que puede exponer muchos detalles de tu ética de trabajo o tus logros laborales. Por tal motivo las cartas deben de ser redactadas por personas que conoces y que estén en sintonía con el mensaje que estás transmitiendo. Es decir, las cartas de recomendación deben reforzar lo que cuentas en tus ensayos. Para ello, es muy recomendable que no sólo te conozcan los redactores de las cartas sino que les proporciones de antemano tus ensayos para cada universidad a la cual aplicas y diversos datos interesantes sobre ti. Estos pueden ser logros académicos, laborales, de servicio comunitario (una variable que le dan mucha más importancia en los países más desarrollados) o donde demuestres habilidades de análisis y liderazgo. Pídeles con anticipación (como tres meses) a tus redactores que escriban la carta, puesto que pueden ser personas ocupadas que tomen mucho tiempo en hacerlo y lo último que quieres es estar sufriendo con esto (trust me on this one).

Conoce las oportunidades que te ofrece Fundación Beca para que puedas iniciar tus estudios en licenciatura, maestría, doctorado o algún curso dando clic aquí para más información.

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