Una de las razones por las que disminuye la productividad del equipo e incrementa la rotación de personal en la organización es tener un mal jefe. Además de ser una figura de autoridad, esta persona debe brindarte las herramientas necesarias para que desarrolles tu trabajo de forma adecuada, al mismo tiempo, un buen jefe te proporcionará los elementos adecuados para que puedas crecer personal y profesionalmente.
De acuerdo con un estudio, los profesionistas mexicanos prefieren los incentivos no monetarios que integran el salario emocional como un buen lugar para trabajar y oportunidades de crecimiento; por lo tanto, contar con un buen jefe influye en la percepción que tienen los colaboradores sobre la compañía.
Tener un jefe tóxico puede traer consecuencias negativas para tu salud, es posible que experimentes estrés, ansiedad, falta de sueño o pérdida de concentración, estos padecimientos, además de afectar tu bienestar, ocasionarán que tu desempeño disminuya. A su vez, esta situación tendrá repercusiones en el desarrollo del trabajo colaborativo.
Uno de los principales errores de un jefe tóxico es no comunicar correctamente los objetivos que se pretenden alcanzar. Cuando no se tienen claros aspectos como: las metas trazadas, las actividades de cada miembro del equipo, las fechas de entrega y la forma en la que se medirán los resultados obtenidos, es complicado evaluar la calidad del trabajo y el desempeño de los colaboradores.
Es importante que aprendas a sacar el mayor provecho a esta situación, para ello, la comunicación es fundamental, tener una conversación con tu jefe te ayudará a identificar los puntos clave para mejorar la relación laboral. Comparte tus inquietudes y hazle saber tus intereses profesionales, esto facilitará la búsqueda de una solución.
A pesar de la situación, es importante que te enfoques en alcanzar los objetivos de la compañía; para ello, debes aprender a establecer prioridades, esto evitará las sobrecargas de trabajo; además, tomar algunos minutos de relajación al concluir una tarea te ayudará a recuperar la concentración.
Por otra parte, realizar ejercicios de introspección te ayudará a identificar tus áreas de oportunidad, de esta manera, convertirás tus debilidades en fortalezas y podrás emprender acciones que te ayuden a impulsar tu crecimiento profesional como tomar cursos de actualización.
Ahora bien, puedes apoyarte en tus compañeros de trabajo, compartir cómo te sientes con respecto a esta problemática te ayudará a identificar aspectos de la relación con tu jefe que puedes mejorar.