El trabajo resulta en algo indispensable para la realización de los proyectos de vida; y dentro del propio trabajo, se crean expectativas para que dicha actividad sea provechosa en la propia formación personal. Así pues, un buen ambiente de trabajo, una remuneración justa, el respeto por los derechos laborales, líderes que impulsen la productividad y comunicación de sus equipos, hasta las propias instalaciones, pueden ser motivo de entusiasmo para los empleados; sin embargo, los problemas surgen cuando nada de eso se encuentra en la oficina. Por esa misma razón, si estás pensando en renunciar a tu trabajo actual, te dejamos algunas reflexiones para que no te vayas directo al precipicio y tomes la decisión de manera informada y valorada.
Analiza la situación
El simple hecho de que en tu cabeza esté rondando la idea de renunciar e incluso que ya te lo estés considerando seriamente, es sólo el reflejo de que algo anda mal en tu oficina y seguramente ya sabes qué es: puede ser el jefe, un mal ambiente de trabajo con los compañeros, un inexistente plan de crecimiento, puede que te sientas infravalorado y muchas cosas más; pero, antes de firmar tu hoja de renuncia debes ponerte a pensar si existe algo que puedas hacer para cambiar eso que te orilla a tomar la decisión de abandonar tu chamba. Si es posible que te cambien de área o que tu jefe te dé actividades con las que sientas que contribuyes a la empresa. En el mejor de los casos, hablarlo puede provocar que tu situación mejore; de lo contrario, entonces sí podría ser hora de buscar otros aires, pero nunca debes de tomar la decisión precipitadamente, hay algunos factores que tienes que considerar antes de renunciar.
Prepárate para renunciar
Si no existe otra alternativa más que la renuncia, antes de que firmes el documento, debes de hacerte algunas preguntas que te permitirán saber si es un buen momento para renunciar: ¿Tengo dependientes económicos? ¿Tengo algunos ahorros que me pueden ayudar a solventar mis gastos? ¿Cuál es la probabilidad de que otra empresa me pueda contratar tomando en cuenta lo que sé hacer y mi edad? Los expertos aconsejan que antes de renunciar, tengas por lo menos 6 meses de tu salario actual ahorrado, esto te proporcionará liquidez para solventar tus gastos el tiempo suficiente para conseguir otro trabajo y volver a estabilizarte económicamente; aunque lo ideal siempre es renunciar si ya se tiene algún otro trabajo asegurado. Pero, ¿qué pasa si en esos seis meses no encuentras chamba? ¿Te has imaginado ese escenario? Toma en cuenta tu edad, la saturación del campo laboral de la carrera que estudiaste y lo que sabes hacer. Si la situación se ve muy lúgubre pero aún así estás que ya no aguantas más en tu chamba, entonces checa nuestras recomendaciones en nuestra Guía para Sobrevivir al Desempleo.
Renunciar con elegancia
Uno de los factores que tienen en cuenta algunas empresas al momento de decidir cuál candidato contratar son las recomendaciones de empleos anteriores, por eso es muy importante que al renunciar lo hagas de una forma apropiada para no dejar mala impresión y que eso afecte tus posibilidades de encontrar otro empleo.
Hay algunas cosas que tienes que hacer y otras que debes evitar para que todo salga bien:
- Mantén tus intenciones en secreto, no se los cuentes ni a tus compañeros de trabajo. Los chismes causan incendios.
- Antes que lo sepan tus compañeros, lo debe de saber tu jefe.
- Si te preguntan las razones de tu renuncia, nunca digas que es por culpa de la empresa (o de tu jefe); adorna la respuesta con ‘querer continuar con tu carrera profesional‘.
- Ofrécete a continuar por un período de tiempo extra (por lo general es bien visto 15 días), en lo que contratan a alguien más.
- Ofrécete a capacitar a la persona que va a cubrir tu vacante.
- En tu último día evita hacer dramas. Sé agradecido con tus compañeros y con tu jefe. Una carta de despedida es un bonito detalle.
Claro, aunque siempre está la posibilidad de que una vez que anuncies tus intenciones de renunciar, ese mismo día estés firmando tu papel. Siempre trata de dejar buena impresión.
Y si no sabes la diferencia entre liquidación y finiquito, te dejamos nuestro artículo para que sepas qué son y cómo calcular finiquito y liquidación.
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