La pobreza laboral es una problemática que afecta a todos aquellos profesionistas que no cuentan con los ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas a pesar de contar con un trabajo formal.
Esta situación perjudica principalmente a los jóvenes, ya que el ingreso promedio que percibe este sector de la población se encuentra por debajo de la línea de bienestar en la mayoría de los casos, esto dificulta el aumento de su calidad de vida e impide el crecimiento económico del país.
Según un estudio, en México la pobreza laboral afecta al 52% de los profesionistas menores de 30 años. En cuanto a las condiciones de igualdad de género en el mercado de trabajo podemos observar:
- Se estima que el 83% de los hombres de entre 15 a 29 no cuenta con una remuneración que les permita cubrir sus necesidades
- 79% de las mujeres de entre 15 a 29 no perciben un salario digno para cubrir sus gastos básicos.
A pesar de que el salario no es el único factor que debes considerar al incorporarte mercado laboral, es importante que evalúes si la retribución económica que ofrece una vacante te permitirá mantener tu calidad de vida.
Además del sueldo, es necesario que tomes en cuenta otros elementos que influyen en tu calidad de vida como las prestaciones, el tiempo de traslado a tu centro de trabajo, costos de alimentación y los incentivos adicionales.
Es recomendable que elabores un presupuesto para llevar un control adecuado de tus finanzas personales, con esta herramienta podrás administrar tus ingresos y evitar que tus gastos excedan tu capacidad de pago.
Además de gestionar tus finanzas personales y evaluar los beneficios de las diferentes ofertas de trabajo es importante que te mantengas actualizado, la formación continua puede ayudarte a aumentar tus expectativas salariales, contar con formación especializada te dará la posibilidad de crecer dentro de la organización o aplicar a puestos de trabajo que tengan una mejor oferta económica.