De acuerdo con datos de la Encuesta Intercensal más reciente, en México hay cerca de 20 millones de jóvenes de entre 20 y 29 años y se calcula que solamente el 52% de estos jóvenes viven fuera de casa de sus padres.
Un estudio reciente de DadaRoom.com, la plataforma de alojamientos compartidos, reveló que un 46% de estos jóvenes, regresa a casa de sus padres en algún momento de su vida. Los principales motivos: económicos, laborales y personales. Es por ello que dos de cada 10 mexicanos de entre 30 y 34 años aún vive con sus padres.
A este fenómeno se le conoce como la Generación Boomerang, jóvenes que después de haberse independizado, volvieron a casa de los padres por una o varias razones, principalmente económicas. En Europa, este fenómeno ha sido estudiado desde hace años, principalmente en países en los que el poder adquisitivo de los jóvenes ha disminuido considerablemente como lo es España, mientras que en México es casi nula la información existente.
“Crecimos pensando que estudiar una carrera era suficiente para conseguir un buen empleo, comprar una casa y tener una familia. Eso le funcionó a los padres de estos jóvenes, pero ahora es distinto. El ingreso de un joven profesionista apenas es suficiente para cubrir el pago de una renta, en el mejor de los casos”, comentó Antoine.
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Ciudades más caras para rentar en México
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Ingreso promedio mensual de un profesionista
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Precio promedio de una habitación en renta
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Ciudad de México
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15,888
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4,800
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Monterrey
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14,741
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4,100
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Querétaro
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12,635
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3,100
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Erandy de 35 años compartía departamento en la zona sur de la Ciudad de México y tuvo que regresar a casa de sus padres después de casi 8 de haberse emancipado. “Estaba desempleada y necesitaba acabar mi tesis, esto me orilló a regresar a vivir a casa de mis papás. Evidentemente me recibieron en su casa, sin embargo siento que volví a una segunda adolescencia, ya que al no contar con un ingreso, dependo de ellos económicamente. Además, me costó mucho trabajo volver a adaptarme a las dinámicas familiares: avisar cuando salgo, mi hora de regreso, etc”.
Así como Erandy, los jóvenes que regresan a casa de sus padres se enfrentan a diversas dificultades para adaptarse de nuevo a las dinámicas familiares: “Algo que también me costó mucho trabajo al regresar a casa de mis padres fue el volver a reconectar con mi hermana menor. Cuando me fui, ella tenía 15 años, ahora ya es una adulta y es una persona totalmente diferente a la que dejé, y ella por un lado siente que llegue a invadir su espacio, lo cual entiendo”.
Para evitar una experiencia fallida al momento de independizarse, Dada Room recomienda:
- Realizar un presupuesto para el pago mensual de la renta. Lo recomendable es no destinar más del 30% del ingreso al pago de la renta. Si el presupuesto no permite rentar por cuenta propia, puede optarse por compartir departamento.
- Ahorrar desde unos meses antes. La mayoría de los propietarios solicita uno o dos depósitos, y un aval, entre otros requisitos. A eso hay que sumar el gasto de los muebles, electrodomésticos, y en general de todo lo necesario para vivir solo.
- Compartir departamento. Esta opción permite a los jóvenes economizar en los gastos de renta y servicios, haciendo el proceso de independencia más sencillo y asequible.
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