¿Recuerdas la marca de teléfonos ‘Motorola’? Es probable que incluso tengas un smartphone producido por ellos; sin embargo, algo que probablemente no sabías es que esta compañía de tecnología creó en la década de los 80’s la metodología Six Sigma para mejorar los procesos y ser más eficientes; por eso, a continuación te diremos todo lo que tienes que saber sobre el Six Sigma.
¿Qué es el Six Sigma?
En la década de 1980, la empresa Motorola se enfrentaba a la presión de cientos de quejas de los clientes derivados de fallos en los productos y servicios que vendían. Ante esta situación, esta empresa comenzó a implementar una metodología inventada por Mikel Harry; que se basa en el DPMO (defectos por millón de oportunidades), donde éste no debe ser superior a los 3.4 defectos por millón; entendiendo por defecto, todo aquello que cause la insatisfacción de un cliente. De esta forma, la metodología Six Sigma busca que los procesos se desarrollen con la mínima tolerancia posible, como una forma de reducir los desperdicios, los defectos y las irregularidades.
¿Cómo se implementa el Six Sigma?
Para implementar el Six Sigma existe un método de gestión de calidad conocido como DMAIC, por las siglas que componen cada etapa de la implementación del Six Sigma, las cuales son:
- DEFINIR: En esta etapa se definen los procesos que serán objeto de mejora en el plan Six Sigma. Así también, se define el equipo de trabajo que llevará a cabo las acciones y se definen los objetivos a lograr.
- MEDIR: En esta etapa lo primordial es entender el proceso que será objeto de mejora; así como sus principales defectos.
- ANALIZAR: Ya con los datos disponibles, lo siguiente es analizar la situación, para encontrar relaciones causa y efecto y así determinar el origen de los problemas.
- MEJORAR: Aquí se realizan acciones pertinentes para mejorar el proceso y eliminar los defectos y problemas que se tienen.
- CONTROL: En esta etapa se deben de involucrar medidas de mantenimiento y seguimiento para que las mejoras introducidas perduren en el tiempo.
¿Cuáles son los beneficios del six sigma?
Las organizaciones que aplican la metodología Six Sigma a sus métodos de producción pueden verse beneficiadas en la eficiencia y, por tanto, incidir directamente en las ventas de la misma. Por ejemplo, una de las principales funciones del método Six Sigma es la de evitar la insatisfacción del cliente, que puede traducirse en la última etapa de la cadena de producción, que es cuando el cliente entra en contacto directamente con el departamento de ventas; de ahí en fuera que el Six Sigma pueda identificar fallas que los equipos de ventas o de atención al cliente.
Otra forma en la que las organizaciones pueden verse beneficiadas en la aplicación de la metodología Six Sigma, es en la cadena de suministro, al identificar problemas que se pueden suscitar con los proveedores, impulsando a la reducción de los mismos o el impacto que pueden tener la introducción de nueva maquinaria, insumos o mano de obra.
En general, la metodología Six Sigma puede ser ocupada por individuos y organizaciones, para mejorar problemas complejos que se presenten en la actualidad y prever retos que puedan llegar a ocurrir en el futuro. Pero, si quiere saber más acerca de otras formas de aplicar la mejora continua, te sugerimos consultes nuestro artículo dedicado especialmente a ese tema.
¿Tú aplicarías el Six Sigma en tu organización?
