Miércoles. Tres de la tarde. Acabas de regresar de echarte unas quesadillas del puesto de la esquina; no importa si eran con queso o no. Estás frente a tu computadora y comienzas a sentirte cansado, como si alguien te hubiera quitado baterías. Lo único que quieres es dormir; pero, luchas por no quedarte dormido con el peligro que tu jefe se aparezca por ahí. Te sirves una taza de café y lo acompañas con unas ricas galletas de la máquina expendedora, esperando que el sueño se vaya; pero sólo has empeorado las cosas. Al final, te duermes. El mal del puerco ha cobrado otra víctima. Si quieres saber qué es y por qué sucede esto, sigue leyendo.
¿Qué es el mal del puerco?
También conocido como marea alcalina, su designación médica es somnolencia postpandrial y se refiere a la alteración de los componentes químicos de la sangre que provocan una disminución del estado de vigilia y, en consecuencia, la necesidad de quedarse dormido. Contrario a la creencia popular, el mal del puerco no es causado porque, después de comer, el cuerpo concentra la sangre en el estómago para el proceso digestivo; sino, tiene mucho más que ver con la glucosa en la sangre.
¿Por qué sucede el mal del puerco?
De acuerdo con Mal del Puerco: Las bases científicas, de
Jorge Romero y Norma Sierra en la Revista COFEPRIS,
Protección y Salud, no masticar correctamente los alimentos provoca que el cuerpo no tenga la sensación de saciedad, por lo que existirá una tendencia a comer más. Luego, a mayor consumo de alimentos, mayor producción de ácido clorhídrico, que es lo que ayuda a descomponer los alimentos y eliminar microorganismos ingeridos accidentalmente. Para combatir este aumento de la acidez en el estómago, el cuerpo humano libera bicarbonato de sodio y, a su vez, también libera insulina, para comenzar a disponer de la glucosa como fuente de energía.
El desequilibrio de electrolitos en la sangre y el aumento de la glucosa llega hasta el hipotálamo a través del torrente sanguíneo, en donde las neuronas hipocretinérgicas detectan la glucosa y dejan de liberar la hipocretina (orexina), que es un neurotransmisor responsable del estado de vigilia. Es decir, el mal del puerco es un estado fisiológico natural y no deberías de sentir pena o vergüenza porque tu jefe te vea que te estás quedando dormido después de comer.
¿Es posible evitar el mal del puerco?
Si bien el mal del puerco es un proceso fisiológico del cuerpo humano, tal como lo es tener hambre o querer ir al baño, si en tu empresa está mal visto la somnolencia postpandrial, aquí algunas cosas que puedes hacer al respecto:
- A mayor ingesta de comida, mayor glucosa en la sangre. Por lo que tu dieta debería de centrarse en alimentos cocinados a la plancha o al vapor, especialmente en proteína, frutas, verduras y granos integrales. También puedes hacer 5 comidas ligeras, en vez de 3 comidas sustanciales. ¡Y no comas rápido!
- Toma mucha agua. Nada de refrescos o bebidas azucaradas.
- Puedes realizar una actividad física 10 minutos después de comer: caminar, por ejemplo.
- Una taza de té puede ayudarte a mejorar la digestión.
- Y, si de plano no puedes con el sueño, toma una siesta de 15 o 20 minutos. Te sentirás mucho mejor.