Terminar una licenciatura es el sueño de muchos jóvenes hoy en día y, más que nunca, es algo que se convierte en realidad con la gran oferta de espacios en universidades, tanto públicas como privadas. Pero los sueños no terminan ahí y muchos son los que aspiran a continuar con su crecimiento académico. Por eso hoy queremos responder a la pregunta: ¿me conviene estudiar una maestrías después de la licenciatura?
¿Estudiar o trabajar?
Al finalizar la licenciatura, puede que te estés preguntando si lo mejor para ti es trabajar y conseguir experiencia profesional, o iniciar estudios de posgrado. Lo que debes tomar en cuenta realmente a la hora de comenzar un posgrado es tener seguridad sobre cuál será tu campo de especialidad en tu profesión, pues saberlo o no será la pieza clave que te dirá si es un momento adecuado para estudiar una maestría.
¿Cómo saber hacia dónde voy?
Cada carrera tiene sus particularidades, ventajas y desventajas. A su vez, cada carrera tiene sus campos de especialización que hacen que cada individuo tenga un valor agregado que lo hacen más competitivo respecto a otros profesionistas. Al salir de la licenciatura probablemente ya poseas un mínimo de experiencia laboral (por lo menos el servicio social o prácticas profesionales) e incluso puedas tener una idea acerca de qué quieres hacer en tu carrera. Y ante ti podría mostrarse el camino de trabajar o de seguir estudiando un posgrado, por lo que te haces la pregunta de: ¿Qué es lo que debo hacer?
Por un lado, trabajar y conseguir más experiencia es un buen incentivo para también comenzar a hacer algo de dinero, ayudar a los gastos de la casa, comprarse un carro, e incluso llegar a ser independiente. Pero hoy en día siempre está la latente sombra del desempleo, e incluso del subempleo (bajos salarios, sin prestaciones laborales y haciendo cosas que en realidad no van acorde a lo que las personas estudiaron); por lo que podrías considerar que estudiar una maestría te puede ayudar a conseguir un mejor salario e incluso es posible pensar que no es tan mala idea vivir de la beca de la maestría.
Una maestría para mejorar tu perfil profesional
Si quieres decantarte por una maestría debes saber lo siguiente: sólo vale la pena cuando sabes el camino que quieres tomar en tu dirección profesional. Incluso con una beca, la maestría requiere de su propia inversión en tiempo y en dinero. Y no tener muy claro cuál es el rumbo a seguir en tu proyecto de vida podría ocasionar una gran frustración.
Ahora que si ya tienes claro cuál es el área de especialización a la que te quieres dedicar, también es importante fijarse en el plan de estudios de la propia maestría. Existen algunas que únicamente parecieran una extensión de la licenciatura, pues su plan de estudios no se enfoca en especializar al alumno en un campo de estudio, sino que retoma conceptos generales de la licenciatura que sólo estudia más a fondo.
La importancia de la experiencia laboral
En Estados Unidos y Europa es muy común que un requisito para acceder a los programas de maestría más solicitados y de prestigiosas universidades sea el de tener determinado tiempo de experiencia laboral, comprobable. Y es que a veces se olvida que puede existir dos tipos de maestrías: las que van orientadas a un esquema corporativo y las que están diseñadas para la investigación.
Por ejemplo, para el posgrado en Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, es necesario presentar un protocolo de investigación para realizar la tesis de la maestría con efectos de obtener el título una vez acreditadas las materias. Sin embargo, esto es diferente con cualquier MBA (Maestría en Administración de Empresas), especialmente en programas con sede en Europa y Estados Unidos, donde te piden hasta 5 años de experiencia laboral como requisito para los aspirantes a tomar el MBA, dependiendo de la universidad.
Esto es en razón de que un MBA no funciona de la misma forma que las demás maestrías. Un MBA o un MEI (Master in Entrepreneurship and Innovation – Maestría en Innovación y Emprendimiento), están basados en que los aspirantes ya han comenzado a cultivar habilidades corporativas tales como liderazgo, trabajo en equipo, finanzas y otras responsabilidades relacionadas con la gestión de empresas, con el fin de que el MBA les ayude a pulir esas habilidades para alcanzar puestos directivos y gerenciales.
Entonces, ¿tú qué deseas en tu carrera? ¿Una maestría para realizar investigación con miras a un doctorado? ¿O experiencia laboral para hacer un MBA y convertirte en directivo o gerente de una empresa? Para tomar tu decisión ten presente que estudiar un posgrado siendo recién egresado te beneficiará aún más en tu carrera profesional si tu aspiración es dedicarte a la investigación pero si deseas un título de posgrado inmediatamente de la licenciatura porque supones que encontrarás un empleo más fácilmente, debes tomar en cuenta que la mayoría de los empleadores valoran más la experiencia laboral que la formación académica, de manera que un posgrado para crecer en el ámbito corporativo, te será aún más beneficioso si lo realizas después de algunos años trabajando.
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