La vocación no se encuentra. Se lucha por ella
¿Alguna vez has conocido a alguien con el trabajo perfecto? Para alguien ajeno a él, es como si esa persona se hubiera sacado la lotería. Encontró la manera de hacer algo que le gusta y además ¡le pagan por hacerlo!
Encontrar el trabajo más adecuado para ti, para el cual naciste no solamente se trata de encontrar tu vocación y pasión en la vida. Si haces lo que más amas pero no estás ganando dinero por ello, entonces eso un pasatiempo o hobby.
Y es que seguramente a estas alturas de tu vida has escuchado varias veces sobre la importancia de descubrir tu vocación. De acuerdo a Dave Isay, fundador de StoryCorps, “descubrir tu vocación” no es una actividad pasiva. Se da en momentos de decisiones difíciles y sacrificios cuando la gente se topa con lo que realmente quiere hacer (y no lo está haciendo). Es algo que tienes que buscar y luchar por conseguir. Las personas que han encontrado su vocación son aquellas que se levantan por la mañana felices de hacer su trabajo.
A lo largo de su vida, Isay ha escuchado miles de historias sobre las vocaciones de las personas y ahora tiene un libro que se llama: Vocaciones el propósito y la pasión por el trabajo. Algunas de sus reflexiones para lograrlo son las siguientes:
- Tu vocación está en la intersección de un diagrama de Venn de tres cosas: hacer algo para lo que eres bueno, sentirte valorado, y creer que tu trabajo está haciendo mejor la vida de las personas. Cuando estas tres cosas se alinean es cuando en realidad estás frente a tu vocación. Para encontrarlo necesitas alejarte de los comentarios de tus amigos o tus papás diciéndote qué hacer con tu vida y realmente escucharte y pensar qué es lo que «te mueve».
- Tu verdadera vocación puede surgir después de vivir experiencias difíciles. En algunas ocasiones después de vivir algún momento trágico o difícil puedes darte cuenta de lo que realmente te gusta hacer en la vida. Es como convertir tus experiencias más duras en un nuevo camino. Esto puede surgir después de vivir algo que realmente “te haya sacudido”, donde recuerdas lo valioso que eres y eso hace que tus prioridades en cuanto a tu vida personal, profesional y laboral cambien.
- Encontrar y dedicarte a tu vocación a veces requiere de mucho valor. Isay menciona que a veces el inicio para realizar tu vocación puede ir en contra de un status quo donde lo que haces es simplemente inaceptable por la sociedad. Por lo que se necesita valor, coraje y muchas ganas de desafiar algo para romper paradigmas con el fin de encontrar lo que te hace feliz.
- Tu vocación puede surgir de gente que se encuentra a tu alrededor. Si bien la vocación es algo personal y único, muchas veces el estar rodeado de gente a la que admiras hace que te cuestiones qué es lo que quieres hacer con tu vida. Nunca es tarde para encontrarla ni para cambiar de rumbo. Inspírate en tus héroes, en esas personas que siempre te han motivado a ser mejor cada día.
- Encontrar tu vocación no es la solución a todo. Después de identificar tu vocación inicia el verdadero trabajo. Inicia un proceso continuo. Puede requerir varios cambios, iniciar con una nueva carrera, emprender un negocio que siempre has querido pero nunca te habías animado a hacer. Muchas veces encontramos nuestra vocación y no hacemos nada al respecto. El miedo nos paraliza.
- Nunca es tarde para saber qué es lo que te gusta hacer y ¡vivir de ello!. No hay edad para encontrar tu vocación, puede ser en cualquier momento de tu vida. Esas historias de personas que después de hacer 30 años lo mismo encuentran su verdadera misión en la vida y se dedican a ir tras ella…son ejemplos exactos de este punto. «Hacer el trabajo que estás destinado a hacer es una de las experiencias más satisfactorias y notables que una persona puede tener,» dice Isay, por lo que nunca te des por vencido.
- Tu vocación puede no hacerte millonario. Otra tendencia que Isay encuentra en las historias delas personas con verdaderas vocaciones es que a veces dedicarse a lo que realmente te gusta hacer implica que renuncies a un trabajo mejor remunerado. Cuántas veces no has escuchado decir de alguien “si por mi fuera, trabajaría en _____”. Muchas veces los trabajos más satisfactorios no son los mejor pagados, pero si son los que pueden resultarte más gratificantes.