Todos te dirán lo contrario pero, la verdad, es que sí hay atajos que puedes tomar en tu vida profesional para ser realmente exitoso. Más allá de la carrera que hayas estudiado (o no), las habilidades que hayas desarrollado o tu capacidad para solucionar problemas, son ciertos pequeños detalles los que en realidad cuentan. Sin importar el área o industria en la que trabajes, los siguientes consejos te pondrán al frente de tu empresa en poco tiempo. Personas súper exitosas los han seguido a lo largo de la historia (desde luego, han guardado el secreto) y ahora tú puedes hacerlo (no estamos siendo sarcásticos).
1. Dedícate solamente a lo que estudiaste.
Bajo ninguna circunstancia pienses que lo que aprendiste en la escuela podría ser útil para un área laboral distinta a las que se describían en el folleto de tu carrera. Hacerlo te podría distraer de tu verdadera vocación, esa que elegiste con plena madurez intelectual a tus 17 años. A pesar de que poseas una habilidad muy valiosa para un trabajo, si no estudiaste para ello seguro habrá muchas cosas que no sepas y sería muy incómodo tener que aprenderlas. Además, pocas cosas son peor vistas que no dedicarte a lo que estudiaste, sobretodo porque está claro que, sin importar que la demanda laboral por tu profesión sea baja, el que busca encuentra.
2. Toma mucha cafeína.
El éxito laboral es de los que están siempre alerta, asegúrate de mantenerte así tomando al menos 10 tazas de café al día (o su equivalente en bebidas energizantes). Sin importar lo talentoso que seas (o no) te hará más ansioso, creativo y, a pesar de la somnolencia patológica que te provocará, los síntomas de la gastritis te mantendrán despierto para trabajar más horas que los demás.
3. Busca sólo en la primera página de resultados de Google.
Aceptémoslo, nadie ve más allá del primer resultado de búsqueda en Google. Así que buscar más allá sería una pérdida de tu tiempo y el de la empresa para la que trabajas. Si consideras que Wikipedia siempre sale primero difícilmente encontrarás una mejor fuente de información en los demás resultados. Además, si la información fuera incorrecta, siempre tendrás la oportunidad de corregirla en la misma fuente.
4. Luce siempre muy ocupado.
Nada más profesional que parecer el más ocupado de la empresa. Los efectos positivos son incuestionables: tus superiores pensarán que eres indispensable, se te asignará menos trabajo y, si le agregas un poco de mal humor, tus compañeros evitarán pedirte favores. Algunas formas sencillas de lograrlo son: envía tantos correos como sea posible; marca todos tus correos como no leídos y muéstralos a tus compañeros cotidianamente; come en tu lugar y mantenlo desordenado de forma que parezca que no tienes un minuto libre e; incluso, deja testimonio de ello en redes sociales (#muchachamba, #correteandolachuleta, trabajando en fin pero gracias a Dios hay trabajo, etc).
5. Tómate foto con famosos.
Asegúrate de tener tu teléfono listo para tomarte foto con cualquier persona relativamente famosa que te encuentres, agrégalo como amigo en Facebook de inmediato (para que después no sea incómodo) y súbela. De esta forma lograrás, sin necesidad de haber sido memorable, estar en la mente de personas importantes que seguramente te ayudarán en tu futuro profesional. Por otro lado, si platicas constantemente sobre tus conversaciones con estas personas, dado que percepción es realidad, tus colegas de trabajo te identificarán como una persona con contactos y te darán el lugar correspondiente.
6. Pasa tiempo de calidad junto a la fotocopiadora.
La fotocopiadora, así como el garrafón de agua o la maquina de café son puntos estratégicos para dominar la vida de una oficina. Información es poder y es en esos lugares donde la gente se congrega informalmente para compartir información. Si pasas suficiente tiempo ahí eventualmente sabrás detalles que podrás utilizar a tu favor, cuando lo hagas tus compañeros de oficina no sólo reconocerán tu capacidad estratégica, valorarán también el enorme interés que has puesto en ellos, lo que te convertirá inmediatamente en un líder.
7. Culpa a los demás siempre.
Pase lo que pase, si algo sale mal no asumas la responsabilidad de un fracaso. Siempre hay alguien más débil en la cadena laboral a quien culpar (subordinados, proveedores, otras áreas, etc). Recuerda que hacer sentir mal a tus compañeros de trabajo, concentrando la atención en sus debilidades (reales o inventadas por ti) es una forma extraordinaria de consolidarte como una figura de autoridad. Y si crees que este actuar puede crear animadversión en tu contra, ten en cuenta que siempre puedes jugar la carta de que tu mayor debilidad es que eres demasiado perfeccionista.
8. Siéntate a la derecha de tu jefe.
En el trabajo los símbolos son cruciales y el rito más importante es la junta. Por eso, debes prepararte para llegar temprano o apartar el lugar con tu agenda personalizada o, incluso, con tu saco sobre la silla (el mundo laboral es de los aventados) para asegurarte de estar justo a la derecha de tu superior. Para todos los demás presentes en la reunión quedará claro que estás destinado a ser importante, así que ni siquiera tendrás que preocuparte por tu desempeño, si te quedas dormido o si aprovechas el tiempo para revisar tu Twitter.
En el ámbito del desarrollo profesional no hay recetas infalibles ni atajos. Pero sí hay contenido sobre tendencias, análisis o sugerencias que te puede servir. Te dejó aquí cuatro textos para empezar:
Aprende a delegar como Santa Claus.
¿Qué tienen en común mis amigos exitosos?