¿Qué te parecería tener una habilidad que pocos empleados tienen? Hoy te queremos hablar acerca de cómo puedes darle un ‘extra’ a todo lo que hagas. Quizá anteriormente te han dicho que debes ser más meticuloso en lo que haces o que debes de poner más atención; el valor agregado y la calidad con lo que harás cada uno de tus correos electrónicos, reportes, minutas y todo lo que hagas, será la gran diferencia entre tú y los demás. Por lo anterior, aquí te contamos cómo desarrollar atención al detalle.
¿Qué es la atención al detalle?
Minucioso, escrupuloso, meticuloso, son sólo algunos sinónimos que podrían fácilmente utilizarse para identificar la atención al detalle; por otro lado, una forma de definir la atención al detalle es procesar plenamente la información con efectividad y consistencia o, de manera más sencilla, se refiere a tener plena atención a los detalles sobre lo que se está trabajando. Algunas preguntas que te puedes plantear para saber si tienes una adecuada atención al detalle son las siguientes:
- ¿Cómo revisas tu trabajo en busca de errores? ¿Revisas el trabajo de los demás?
- ¿Cómo le haces para evitar cometer errores?
- ¿Qué haces cuando tienes que procesar una enorme cantidad de información?
- ¿Cuándo fue la última vez que realizaste un proyecto que requería de una gran minuciosidad?
Si realmente después de terminar un proyecto no lo revisas para comprobar los errores; si hace algún tiempo que no te asignan un trabajo que requiere que seas minucioso; e incluso si cuando tienes que procesar muchos detalles cometes varios errores, lo cierto es que tu capacidad de atención al detalle tiene una gran área de oportunidad.
¿Cómo mejorar la atención al detalle?
Para mejorar a ese ser meticuloso que tienes dentro de ti no tienes que ponerte de cabeza a resolver un rompecabezas de 1000 piezas o ir a la biblioteca a comprar todos los libros de ‘¿Dónde está Wally?’ y obsesionarte con resolver cada uno de ellos; aquí tenemos una recopilación de buenos consejos para que lleves al máximo tu habilidad de atención al detalle.
No lleves prisa
Es utópica la idea de hacer el trabajo lo más rápido posible sin comprometer la calidad con la que se realiza, porque ese tipo de esfuerzo sólo puede ser realizado por robots. Así pues, a veces podría parecerte tedioso o aburrido, incluso podrías querer ‘apretar el acelerador’ para terminar el trabajo más pronto y esto es lo que puede ocasionar la falta de atención a los detalles. Así pues, lo primero que tienes qué hacer es ser muy consciente de tu forma de trabajo y cuando quieras caer en la tentación de apresurarte a terminar, deberás detenerte y seguir concentrándote en un ritmo adecuado de trabajo.
Comprueba dos y hasta tres veces
Parte de dar un valor agregado a todo lo que hagas, especialmente en la atención al detalle, quiere decir que debes de comprobar dos y hasta tres veces que, al finalizar cualquier cosa, no te haga falta ningún detalle por agregar o resolver.
Deshazte de las distracciones
Las distracciones pueden venir en todas las formas y tamaños; desde checar redes sociales, hasta revisar correos constantemente o platicar con tus compañeros de trabajo. Las distracciones provocan una falta de concentración y hacen que tu atención al detalle se reduzca; de ahí la razón para reducir las distracciones al máximo. Pon en silencio tu celular o utiliza alguna app que bloquea de tu navegador las redes sociales; ponte tus auriculares y escucha una música que te ayude a concentrarte.
Pide retroalimentación y haz una lista
Si te han sugerido que debes de tener más cuidado con los detalles, entonces ve con tus compañeros de trabajo o con tu jefe y pídeles que te proporcionen un poco de retroalimentación acerca de los puntos en los que consideran deberías de tener más atención al detalle. Anota todo lo que te digan, incluyendo algunos errores que tu sientas que también has cometido por no ser meticuloso; y ten esa lista a la mano para comprobar que ninguna de esa cosas se te están olvidando.