Tal vez desde hace algún tiempo te ha rondado la idea de que quieres un cambio en tu vida laboral y tienes ganas de explorar opciones diferentes a las que has hecho hasta ahora.
Si es tu caso, debes saber que esto no es nada extraño. El mercado laboral es cada vez más volátil y por eso cada vez es más difícil encontrar gente que continúa después de muchos años en la misma industria en la que inició su vida profesional. Si estás en ese punto de tu carrera, debes leer esto.
Para dar este gran paso, lo primero que debes tener claro es por qué quieres cambiarte de industria. Aunque no es fácil saber qué esperar de algo que no conoces, antes de dar el paso debes tener una visión clara de qué buscas. Puede ser un ingreso más alto, mayor certidumbre, más posibilidades de crecimiento, mejores prestaciones o simplemente probar algo nuevo. Dependiendo de la razón será el movimiento que harás. Por ejemplo, piensa que tal vez te cambies a una industria tan diferente que el puesto al que aspires sea menor que el que tienes actualmente. Con esto, vendrá un menor ingreso. Esto puede ser aceptable si lo que buscas son mejores prestaciones, o mejor certidumbre u oportunidades de crecimiento, sin embargo, si lo que quieres es cambiar de industria por obtener mejor salario en un tiempo menor, esta no sería una opción viable para ti. Sabiendo bien qué quieres podrás enfocar mejor tus esfuerzos de búsqueda. De ahí la importancia de tener bien claro por qué quieres hacer este cambio.
Una vez definido esto, ten presente que tú eres el producto, entonces lo que debes hacer es venderte bien. Haz una lista de tus mejores competencias, enfócate en ellas y explótalas. Entiende cuál es la mejor manera de venderte a ti y a tus competencias y no vendas tu experiencia laboral ni los lugares en donde has trabajado. También sé consciente de que no todas las habilidades o competencias son transferibles, esto es que alguna de la experiencia que desarrollaste en la industria actual no sea necesariamente útil en la nueva industria a la que piensas moverte. Realiza este auto análisis muy seriamente y tomando en cuenta esto, lo que debes hacer es crear la herramienta que te ayudará en la labor de venderte a ti. Así que, modifica tu currículum de modo que refleje lo que eres y lo que tienes para ofrecer. Prepárate para tus futuras entrevistas armando un currículum que mande el mensaje claro de que estás calificado para sacar adelante diferentes responsabilidades sin importar en dónde lo hagas.
Algo que también te ayudará en esta transición será conocer gente que esté ya en la industria a la que quieres ingresar. Haz networking acercándote a la gente que trabaje en esa industria y que pueda darte tips o informarte de vacantes. Platica con ellos de su experiencia y deja que te guíen en esta búsqueda. Adicionalmente, asiste a eventos dirigidos a la industria que te interesa o ve a lugares en los que puedas conocer el ambiente en el que te desenvolverás.
Por último, si no te urge el cambio y lo planearás con tiempo, capacítate antes. Identifica tus debilidades y estudia algo que te ayude a disminuirlas o bien, identifica aquello que es muy bien valorado en la industria a la que te moverás y aprende de ello. En caso de que tu cambio sea rápido, aprovecha cualquier oportunidad para capacitarte, toma algunos cursos en línea o de fines de semana; pero prepárate.
Si bien es inevitable que la incertidumbre te haga sentir nervioso, recuerda que el trabajo es algo que te acompañará a lo largo de tu vida así que atrévete a hacer algo que te guste, te llene y te permita crecer profesionalmente en la dirección que realmente quieres. También te recomendamos leer acerca de Ikigai: el método japonés para encontrar tu propósito y sentirte satisfecho.
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