Como obtener experiencia profesional durante el verano

Recuerdo que al regresar de vacaciones de verano la primera clase se trataba sobre relatar qué habíamos hecho en ese periodo.

Esa clase era divertida pues te enterabas de qué habían hecho tus compañeritos, desde ir a viajes exóticos al otro lado del mundo, visitar familiares, ir algún curso de verano o campamento, o quedarse en casa y pasar el tiempo jugando. Muchos creíamos que esta clase, aunque divertida, era una pérdida de tiempo y una manifestación de negación de la realidad por parte de los profesores que, al igual que nosotros, no querían volver a clases.

Sin embargo, con los años me he dado cuenta cómo esta clase era una lección valiosa que nos enseñaba a apreciar las vacaciones de verano y el tiempo libre. Por supuesto que en esos años no nos dábamos cuenta de lo añorado que serían los veranos que llegaban cada fin del ciclo escolar. Pero una vez que entras a trabajar, estos veranos joviales quedan atrás… y vaya que se extrañan.

Más allá de mi nostalgia por las vacaciones de verano lo importante es reconocer que ese tiempo se puede aprovechar para hacer algo que te ayude a crecer profesional o personalmente. Imagínate que tienes que contarle a tus compañeros qué hiciste este verano, ¿qué les dirías? La opción más evidente es aprovecharlo para hacer una pasantía en alguna empresa, organización o asociación en la que obtengas experiencia laboral o tengas la oportunidad de aprender y poner en práctica las competencias que has adquirido durante tu estancia en la universidad. Esta opción es muy importante ya que puede evolucionar de un trabajo temporal a algo más permanente (aquí puedes saber más sobre las prácticas profesionales)

Trabajar no es la única opción para obtener experiencia profesional y poner a prueba competencias técnicas o duras. Las competencias duras son aquellas que tienen que ver con conocimientos profesionales como saber llevar la contabilidad básica de una empresa o saber usar herramientas como poder usar un tipo de paquetería de computación o software. Por ejemplo si lo tuyo es escribir puedes aprovechar el verano para abrir tu blog y empezar a postear sobre temas que te apasionen. Si lo tuyo es la comunicación oral o la locución puedes hacer podcasts o videos. Lo bueno de éstos es que los puedes compartir con gente que conozcas y/o con extraños que te pueden dar retroalimentación y señalar tus fortalezas y debilidades. Por otro lado puedes aprovechar el verano para construir tu portafolio o perfeccionar tu CV. Otra opción es tomar algún curso más académico como aprender inglés u otro idioma, tomar clases de materias que te cuesten trabajo pero que son muy útiles tanto dentro como fuera de la escuela como matemáticas, estadística o computación.

Además de las actividades más orientadas hacia un aspecto profesional, el verano es el tiempo perfecto para aprovechar y leer esos libros que tienes esperándote en el librero, inscribirte a un curso de fotografía, ir al teatro, artes plásticas o asistir a algún concierto en el Palacio de los Deportes. Si de plano las clases te dejaron agotado y necesitas recargar pilas en alguna playa o en tu casa viendo la tele tampoco te mortifiques y aprovecha las horas de ocio pues no estarán ahí para siempre. Lo importante es hacer algo que te guste y te haga sentir como que aprovechaste el verano al máximo.

La clase de tus sueños

Llega el incómodo momento de meter materias en la universidad. Si bien hay clases de las que no puedes escapar, siempre están esas materias optativas que generalmente sirven para subir el promedio. ¿Quieres clases fáciles? Sería lo más lógico si de lo que se trata es de pasar la materia y no sufrir. Sin embargo, hay clases que pueden hacer una diferencia en tu vida, e inclusive convencerte de dedicarte a algo que ni siquiera sabías que te gustara.

No lo hagas tan a la ligera. Tómate el tiempo de realizar un sondeo con la gente que ya tomó esas clases. Investiga lo que puedas del profesor y de su método de enseñanza. Aquí dejo una serie de consejos y opiniones de varios ex alumnos sobre cuál era la clase de sus sueños (sí, yo también hice mi sondeo). Y créeme, aunque ahorita parezca que ahorrar tiempo y esfuerzo es lo mejor para ti, en un futuro, las mejores clases sí serán recordadas.

La clase soñada para varias personas a las que les pregunté es una clase teórica vivencial. Aquí en sus propias palabras:

“Imagínate tomar clases con alguien que no solo te explica de política monetaria, si no que literal estuvo con las personas involucrados cuando se decidió devaluar la moneda” o “Tomar clases con el consejero de Romney en la campaña de ObamaCare, con el mismísimo arquitecto que estaba involucrado en el proyecto… ese tipo de clases son en las que más aprendes, no tiene comparativo”.

Es importantísimo saber el currículum del profesor, enterarte en qué trabaja, qué experiencia ha tenido en el tema y con qué actores se ha involucrado. Una buena clase es la que te reta. Una clase que sea complicada pero donde a la vez el profesor te inculque el deseo de aprender y que él mismo te explique por qué es necesario saber del tema. Que los exámenes no sean los típicos formatos de preguntas y respuestas. Que sean sobre exponer casos, hacer debates y ensayos. Es decir, una dinámica diferente que no haga que memorices todo, si no que razones.

Otra característica es que el profesor sea justo. Que como alumno sepas perfectamente que cuando él te evalúa, lo hace con los criterios correctos y no necesitas cuestionarte la calificación. Sacar siempre 9 y 10 aunque domines que el trabajo que realizaste es malo, hará que jamás vuelvas a esforzarte. Es mejor tener un profesor que te califique de manera justa, que lea punto por punto de lo que expones y que te corrija los errores. No hay nada mejor para aprender que el tener un examen con todas las correcciones y opiniones del profesor.

Una clase dinámica también se agradece. Ahora que estamos en un mundo digitalizado, es básico que algunos profesores usen las nuevas tecnologías, que hagan dinámica la clase, y que el proceso de aprendizaje sea más ameno. Mira este ejemplo de un profesor que utilizó Skype para hacer la conexión entre lo que leen sus alumnos y el mundo real.

La personalidad del profesor es importante. Muchas veces creemos que solo se respeta al profesor estricto y que de miedo. Pero los mejores profesores son los que ni siquiera tienen que pasar lista y sus clases están llenas (aunque a veces el sistema escolar los obliga a hacerlo), que más que intimidar a la clase, ni siquiera necesita callar a los alumnos pues dese el momento en que empieza a hablar todos se callan. Otro punto a su favor, es no ser una persona que hable todo el tiempo, si no que deje que los alumnos debatan, fomentando la competencia en el salón.

«Siempre recuerdo a un maestro de historia del arte.  Era Polaco. Era una autoridad sobre cómo enseñar historia. Tenía un poder de convocatoria enorme, es más, yo me metía de colada a la clase, por que todos querían entrar. Declamaba las clases, lo hacía como si fuera oratoria, nunca había visto nada igual. Traía siempre mucho material y él mismo lo hacía. Nos atrapaba en su mundo. No queríamos nunca que acabara la clase. La gente lo quería mucho y lo admiraba. rompía con el esquema y eso era lo que hacía que lo recibieran muy bien», asevera una estudiante de Diseño Gráfico.

Como ves, hay muchas características para una buena clase, y muchas cosas que puedes preguntar antes de tomar esa decisión. Si vas a estar sentado 2 horas en clase, asegúrate de que mínimo no te la vivas posteando fotos en Facebook.

Compañías felices. ¡Trabaja en una!

Las compañías felices no tienen a un empleado desarrollando el mismo rol por un periodo largo, puesto que genera aburrimiento, estancamiento laboral y que comiencen a buscar otros trabajos. Por eso, debes buscar una compañía donde puedas contribuir en algún proyecto o hacer sugerencias para que tu área de trabajo funcione mejor y así tu felicidad incrementará. Está comprobado que los trabajadores son más felices cuando son retados en su carrera profesional.

Busca una compañía en donde constantemente reconozcan tus logros. Es un hecho probado que los empleados que trabajan en una empresa con algún sistema para reconocer cuando un empleado lo ha hecho bien, son más felices.

¿Por qué las compañías felices reclutan a las mejores personas?

Cuando cada miembro del equipo está completamente comprometido y realiza su trabajo con ánimos de enfrentar los retos del día, la productividad aflora. Busca un trabajo que te transmita eso. Los factores clave para que seas feliz en un trabajo son: tener un balance entre trabajo y vida, que te faciliten material y recursos para poder desenvolverte, oportunidades de crecimiento, buena reputación de la compañía, cultura empresarial, que le den seguimiento a tus tareas, entre otras.

Busca una empresa que tenga una cultura empresarial sólida. ¿Qué entendemos por esto? La cultura empresarial se puede definir como las conversaciones y acciones que dictan lo que la gente piensa, dice, escucha y hace (o no), dentro de una empresa. En esencia, este elemento establece las reglas no escritas de la organización. Su código de conducta y el comportamiento de las personas que la componen, lo cual frecuentemente está en directa oposición con las reglas escritas, es decir, con los procedimientos y políticas. Cuando logras tener un sentido de qué es lo mas importante y cómo llegas a cumplir las metas de la compañía, estás del otro lado. De esta manera como empleado estarás empoderado para usar todas tus competencias y así lograr un buen desarrollo profesional.

¡La felicidad no es una utopía!… al menos en ciertas compañías.

¿Qué quieren los reclutadores?

Con 30 segundos es suficiente para saber si serás contratado o no. Esto es lo que la mayoría de los reclutadores dicen, pero no siempre resulta una regla estricta. La manera en la que te vistes y actúas tiene muchísimo peso; pero el tener una buena comunicación oral y escrita también es importantísimo en una entrevista.

Las cuatro preguntas que seguramente te harán durante una entrevista laboral, y que debes ensayar, son:

¿Cómo fue tu experiencia en…?

¿Por qué quieres trabajar con nosotros?

¿Qué sabes de la compañía?

¿Por qué te fuiste de tu empleo anterior?

Uno de los principales errores, y que pueden resultar en un desencanto total es que no sepas nada sobre la compañía. ¿quieres trabajar en X empresa pero no sabes si cotiza en la bolsa de valores? ¡error! Por otro lado, según el blog aftercollege.com, las descripciones de los puestos a veces no son lo suficientemente claras. Por este motivo, según los reclutadores, está bien que hagas preguntas al respecto para estar seguro de que entendiste bien, pero no que adivines si estás en el puesto adecuado para ti. Además, los reclutadores generalmente buscan que les expliques cómo resolviste un problema en el trabajo, o en la vida personal. Saber tus fortalezas siempre ayuda.

De la boca de un reclutador: “Busco a alguien que al ver los asuntos con los que estamos lidiando salga con una idea innovadora y se apropie del problema para resolverlo”. Inclusive no poder platicar en la entrevista sobre algún proyecto apasionante puede hacer que el entrevistador no te vea como parte del equipo, pues siempre es más fácil poder comentar e intercambiar ideas sobre puntos específicos de un proyecto y las partes más interesantes.

¡Muéstrate interesado e interesante! Es muy apreciado por la persona que te entrevista el que expreses tus puntos de vista y expliques por qué los tienes. Inclusive que hables sobre el nuevo libro que estás leyendo, algún blog interesante o alguna conferencia a la que hayas ido (sin llegar al punto de aparentar ser “súper interesante”).

Sí, tú también puedes preguntar. Las preguntas que puedas hacer al final de una entrevista también son importantes:

¿Me pueden describir su cultura empresarial? Muestra al reclutador que quieres estar seguro de que encajas en el perfil de la compañía.

¿Cuáles son las oportunidades para desarrollo personal? Tener metas más allá de encontrar un trabajo es bueno. Así dejas ver que intentas expandir tus competencias y aptitudes y que eres un candidato motivado.

¿Hay alguna razón por la cual no me contrarían? Según la el sitio de Forbes, aunque puede sonar como una pregunta ruda, te deja ver donde estás parado y si necesitas aclarar algo al entrevistador antes de irte.

¿Cómo mide la compañía el desempeño profesional y reconoce a los empleados? Según el periódico The Guardian, quedarás como una persona que entiende el valor del compromiso y confiabilidad.

¿Quieres verte aún más interesado? Puedes realizar este otro set de preguntas que definitivamente mostrarán que quieres ir más allá del perfil que buscan:

¿Qué metas esperan que la persona que tome este puesto logre durante el primer mes o dos meses?

¿Me pueden decir cómo se ha llevado a cabo este trabajo en el pasado? ¿Qué mejoras esperan que pasen?

¿Cómo realizan X tarea? (entendiendo X como un elemento clave en el trabajo)

¿Qué tipo de aptitudes o competencias no tienen aún y que buscan adquirir con esta nueva contratación?

¿Si empezara en el puesto hoy, qué me recomendarían aprender primero y hacer primero?

Como siempre, no todos los consejos funcionan al pie de la letra, puesto que cada compañía tiene sus propios procesos de reclutamiento. Pero en definitiva puedes ir preparando tus aptitudes para que el día que te toque estar sentado enfrente de un reclutador, compitas como los grandes.

¿Qué ingeniería estudiar?

Según Observatorio Laboral, las áreas con el mayor número de ocupados se encuentran representadas por las Económicas Administrativas, las Ingenierías y las Ciencias Sociales. Datos de la Organización de las Naciones Unidas señalan que a pesar de que en 2010 se graduaron 75 mil 525 estudiantes de carreras de ingeniería, las empresas reportan escasez de trabajadores en estas áreas. Debido a esta escasez, la consultora Page Personnel indica que los ingenieros tienen mejores sueldos que profesionales de otras carreras. Perciben 17,500 pesos en promedio en su primer empleo contra 12,000 pesos que percibe un licenciado.

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Pero no todos los ingenieros ganan igual. Según la empresa Manpower, minería y extracción es uno de los sectores con mayor demanda de capital humano y una de las carreras mejor pagadas con un sueldo promedio mensual de 24 mil 863 pesos (según la ENEOE). La ingeniería de vehículos de motor, barcos y aeronaves es la segunda carrera con mejor ingreso (promedio mensual 14 mil 211 pesos). Construcción e ingeniería civil es la tercera carrera con mejor sueldo (ingreso promedio mensual asciende a 14 mil 105 pesos).  Electrónica y automatización tienen un ingreso promedio mensual de 13 mil 270 pesos, con lo que se ubica en cuarta posición. Por ultimo manufactura y procesos, ocupa la quinta posición en las ingenierías mejor pagadas en México.

Como ves, los ingenieros y científicos están de moda, sin embargo, los prospectos salariales de los egresados de Computación e Informática se han deteriorado considerablemente en los últimos años. El desplome del ingreso laboral de estos egresados vino precedido de un aumento masivo en la matricula de estos programas, según Ricardo Estrada en su libro Profesionistas en Vilo. Este crecimiento pudo haber provocado tanto la saturación de su campo de trabajo como un detrimento en la calidad de la educación.

Por consiguiente, no es un error que estudies ingeniería, pero sin duda hay mejores opciones que otras dentro de la gama que compone esta área. Por ejemplo, un área de oportunidad es estudiar la carrera de ingeniería petrolera. Hoy en día no hay suficiente capital humano joven que se esté capacitando, y todo el conocimiento se queda en ingenieros de la “vieja escuela”. Ten por seguro que esta área de especialización será muy demandada por los reclutadores del sector energético en los próximos años.

Según la revista Manufactura, los perfiles más demandados son los ejecutivos que tengan una Ingeniería Química, de Energía o Petrolera. Desde luego, además de la carrera, se valora que como Ingeniero tengas habilidades como capacidad de gestión y liderazgo para el mejor desempeño de un equipo de trabajo, capacidad de comunicación y habilidad en el trato interpersonal y, por último, capacidad de negociación y contratación para cerrar acuerdos en las mejores condiciones de costo-beneficio para las empresas.

Así que antes de decidirte por una ingeniería, investiga sueldos, estadísticas, mercados, matrícula y qué tan competido está ese el sector. Y sobre todo, piensa en que lo que aprendas en la carrera sea valorado en el mundo laboral o bien. ¡Suerte en tu búsqueda!

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Lo que no aprendí en la escuela de periodismo

Un buen periodista sabe de todo. Esa es la premisa que generalmente se repite en las redacciones y lo que las escuelas intentan enseñar. Un poco de todo. El problema es que a veces no se profundiza en ciertos temas que, al lidiar con el mundo real, suelen ser muy relevantes para el trabajo como reportero. Los planes de estudio abordan desde la parte teórica hasta métodos de redacción e investigación. Sin embargo, cuando uno egresa de la escuela se topa con retos que muchas veces no se resuelven de la mejor manera puesto que no se nos capacitó para esos temas. Durante mi vida laboral me he encontrado con diversos temas que sin duda, me hubiera gustado aprender antes de salir de la escuela. Aquí enlisto 5 que, si te quieres dedicar al periodismo, tendrás que dominar en el futuro.

1. Probabilidad y estadísticas. Seguro lo que menos quieres saber en periodismo es de números. Pero si, por ejemplo, lo tuyo son los deportes, manejar datos y estadísticas es cosa de todos los días. Inclusive, hay veces que se podrían hacer grandes reportajes cruzando algunos datos, pero muchos periodistas carecen de las aptitudes para hacerlo y las notas resultan bastante escuetas o superficiales. Economía y Finanzas es una fuente en donde se paga muy bien, pero casi nadie quiere cubrir esos temas por miedo a las matemáticas. Aprende a manejar números y podrás publicar notas interesantísimas.

2. Introducción a la programación.Actualmente hay un movimiento global liderado principalmente por Code.org y CodeAcademy que promueve la enseñanza de la programación informática en las escuelas, poniendo el foco en las excelentes posibilidades laborales que se presentan para los jóvenes que sepan programar. Adquirir esta habilidad nos pondrá por encima de los demás periodistas. Según el artículo de The Guardian (How to teach code), “la informática no trata únicamente acerca de la programación: hablamos de  pensamiento computacional, de resolución de problemas, análisis, física y creación de código. De la creación de contenido digital y de la propiedad intelectual. De la creación de valor en la economía digital.» Las dos últimas premisas básicas del periodismo.

3. Planeación estratégica. Estudias periodismo para estar de lado de la noticia, sin embargo, es muy probable que se te presenten oportunidades laborales en áreas relacionadas pero que no son propiamente periodismo: comunicación organizacional, relaciones públicas, etc. Además de conocer a profundidad cómo funcionan los medios y cómo se seleccionan noticias para poder realizar una estrategia de comunicación, es fundamental saber hacer planes de trabajo, calendarizar actividades, tener aptitudes para hacer networking y planear a la perfección eventos, newsletters, redes sociales y páginas web.

4. Reportaje y edición multimedia. Las divisiones en el periodismo se van diluyendo con el tiempo y cada vez se vuelven menos claras. Si un reportero es enviado como corresponsal, es un hecho que la redacción le encargará muchas veces que él mismo grabe, edite y haga el guión. Te aseguro que si tienes conocimiento de programas de edición, audio, diseño y fotografía, te enviarán a cubrir esa nota tan importante antes que a otros.

5. Idiomas. Saber otro idioma te puede ayudar a confirmar una noticia antes que los demás. (Obviando el punto de querer ser corresponsal). Jeff Jarvis, un reconocido maestro y periodista, recalca que en este mundo digital marcado por la sobreinformación, todo reportero debe saber quién es una fuente legítima, distinguir y saber clasificarlas, verificar testigos y confirmar hechos. En lugar de esperar a que se traduzca la noticia en portales de nuestro idioma, podemos ir directo a la fuente original si dominamos más que el inglés.

Estas son solo algunas de las aptitudes que todo periodista debería aprender. Capacitarse no es difícil, pero sí es cuestión de actitud. Debes saber que el mundo laboral cada vez está más competido, y que más allá de lo que te enseñen en la escuela, debes abrirte al mundo digital. Aquí te dejo un estudio de The Poynter Institute for Media Studies en donde profundizan sobre las aptitudes para el futuro del periodismo.



Home office ¿Es fácil quedarse en casa?

Suena divertido. Evitar traslados incómodos y poder trabajar inclusive desde la cama. Pero, ¿Has pensado qué competencias necesitas para que esto funcione? Si un programa de la computadora llegara a fallar, ¿Estarías capacitado para arreglarlo? El gran problema es que, según la Encuesta de Competencias Profesionales 2014 (ENCOP), varias empresas coincidieron en que no suelen capacitar a su personal, pues este a su vez les pide mayor sueldo o gente de otras empresas los roban. Por lo que, si la empresa no te capacita de manera adecuada, hacer home office puede ser menos eficiente de lo que esperabas.

Hay varias desventajas de trabajar en casa. Cuando lo haces, las fallas técnicas se convierten en tu problema y aunque la empresa ofrezca asistencia, perderás mucho tiempo en tratar de solucionarlo (conocimientos básicos sobre uso de equipo de cómputo es una de las competencias más importantes para el área de RH, según la ENCOP).

Otra desventaja es que las relaciones laborales son más escasas al trabajar lejos de la oficina. Aunque en un principio parece divertido poder poner la música a todo volumen en la sala o encerrarnos en la habitación, en la vida laboral las relaciones humanas son de gran importancia, pues te ayudan a saber resolver problemas con un colega. La ENCOP también muestra que el área de RH considera como una de las competencias más importantes la capacidad de negociación y resolución de conflictos, algo que en definitiva no se vive igual dentro que fuera de la oficina.

Trabajar desde casa se puede tornar complicado si no consideramos que competencias tan sencillas como manejo eficiente del tiempo, planeación de tareas, eficacia al trabajar bajo presión, entre otras, son básicas para un buen desempeño y resultan difíciles de controlar en casa. No podemos negar que estar en la oficina nos proporciona un sentido de mayor responsabilidad, por lo que fijar tiempos y metas de manera remota podría volverse complicado.

Según Diego Canales, especialista de Transporte Sustentable del Banco Mundial, la ciudad de México tiene el peor trayecto de casa al trabajo del mundo. Se estima que cada año los usuarios de automóvil incrementan un 6.4%. Esto significa que para el 2030 representará un 300% de lo que es actualmente. Crear más vías, segundos pisos, autopistas, entre otros no es una solución definitiva al problema.

Es curioso ver que cada compañía tiene su opinión al respecto. Tanto la presidenta de Yahoo! como la de Hewlett-Packard prohibieron que sus empleados trabajen desde casa, mientras que otros directivos consideran que trabajar desde casa es sano. Un punto medio entre estas posturas podría ser el acortar la semana laboral, que en lugar de trabajar 5 días, esas horas se distribuyan en 4. Así, hasta la organización se ve beneficiada con ahorros en servicios como energía, agua y costos relacionados con los espacios de trabajo. Una empresa que ha logrado éxito con el esquema de home office es Red Hat y sus hubs en Carolina del Norte y Massachusetts la cual tiene en su mayoría empleados virtuales de alto perfil.

Cada empresa es un mundo. ¿Qué opinan en la tuya sobre hacer home office?



Aprende a negociar un salario

Cuando se trata de negociar un salario, nunca lances un número primero; deja que ellos lo hagan. Cuando te pregunten el monto de lo que quieres ganar, puedes preguntar cuál es el rango del sueldo (un “no te diré primero” sutil). Hay dos escenarios en esto. Si pides un salario más alto que el rango para el puesto, el entrevistador te dirá que te fuiste muy arriba y habrás perdido dinero. Si pides un salario por abajo del rango, el entrevistador no dirá nada y de todos modos habrás perdido dinero. Entonces, ¿qué haces?

Existe algo llamado preoferta. Cuando los posibles empleadores preguntan al entrevistado cuáles son sus expectativas de sueldo, éste suele agregar 10 por ciento al sueldo de su empleo anterior. Los empleadores hacen esto para darse una idea de lo que costará contratar a esta persona, sin tener que hacer una oferta inicial primero.

Un error común es asumir que los salarios o beneficios que se anuncian en un trabajo no son negociables. Todo se puede negociar, solo hay que saber la estrategia. Investigadores de Columbia Business School encontraron que al negociar un salario, el usar números más precisos en vez de redondear cifras generalmente resulta en un arreglo final más alto. La razón es que das la impresión de haber hecho una investigación extensiva y que entiendes el mercado para el que van dirigidos los servicios. No puedes negociar si no conoces los hechos. Para comprobar esto, intenta dar los dos tipos de cifras cuando negocias cosas. Verás cómo existe una diferencia.

También es importante que sepas cuál es el salario más bajo que aceptarías y la cantidad más alta que quieres (se realista). Además ten en mente que negociar un salario no es regatear. La persona del otro lado del escritorio te está evaluando y tu capacidad de negociación mostrará si eres astuto. Para estar seguro de que obtengas todo lo que deseas en la negociación, haz estas 5 preguntas:

-¿Este es el sueldo base solamente?

-¿Me darán la oferta por escrito?

-¿Cuándo es la fecha de inicio?

-¿Me podrían dar una descripción del puesto?

-¿Cómo y cuándo me evalúan? ¿Habrá un aumento basado en los resultados?

Una vez que el salario está negociado, otro consejo importante es no aceptar el trabajo de manera inmediata. Nunca digas que necesitas tiempo para discutirlo con alguien mas, mejor expresa que es un gran trabajo pero que quieres pensarlo y darles una respuesta más tarde. Así das la impresión de ser alguien más analítico y no te ves desesperado por el puesto.

¿Cómo tomar apuntes que sirvan?

Tomar notas aún resulta una manera efectiva de estudiar, pero hay que saber cómo tomar apuntes que sirvan. Según The Learnig Centre, hacerlo de manera confiable y precisa reduce el riesgo de cometer plagios y te ayuda a distinguir de dónde provienen esas ideas. Además, la mayoría podemos recordar solo 10% de una lectura, aunque si tomamos notas esa cifra se puede acercar al 80%. Mientras que hacerlo en papel es un buen ejercicio si quieres recordar más, anotarlas en una computadora te permite tener una mayor cantidad de notas. Los dos métodos funcionan.

Existen varios sistemas para tomar apuntes. Uno de ellos es el Cornell, desarrollado por el profesor Walter Pauk. El sistema consiste en dividir la hoja de apuntes en dos columnas. La columna izquierda se destina para listar ideas, action items, palabras centrales. Siempre funciona mejor hacerlo a manera de preguntas. La columna derecha permite tomar apuntes de todo lo que, en principio, nos parece importante, sin un orden en particular. Por último, la parte de abajo nos permite escribir un pequeño resumen de las notas. Aquí les dejo una plantilla para que la puedan utilizar en Microsoft Word y abajo está la metodología para hacerlo.

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Fuente: https://www.svcc.edu/students/success/workshops-pdf/Note-taking.pdf

Otro método efectivo es hacer una tabla T. Después de que tomes notas, utiliza esta tabla cuando necesites que cierta información sea comparada o contrastada. O puedes hacer dos columnas y utilizarlas mientras lees un texto. La de la izquierda es la idea principal o tema (una o dos palabras máximo) y la de la derecha es donde escribirás los detalles de esa idea o tema. (dos líneas máximo).

Hay tres procesos que se deben hacer para tomar notas efectivas. Antes, durante y después de clases.

Antes:

-Lee el material asignado y subraya la información importante.

-Revisa las notas de sesiones anteriores.

-Empieza notas de una nueva clase en una nueva página.

Durante:

-No dejes que tu mente vuele y mantente concentrado.

-Participa en clase.

-Busca pistas para identificar información importante.

-Usa símbolos y abreviaturas cuando sea posible. 

Después:

-Revisa, repasa y edita tus notas lo antes posible después de la clase.

-Rellena espacios en blanco, aclara palabras o ideas o agrega detalles para aclarar algún punto.

-Revisa las notas en caso de ser necesario.



¿Cómo trabajar en Google?

Recientemente el New York Times realizó una entrevista a Laszlo Bock el encargado de recursos humanos de Google, es decir, el hombre que contrata el  personal de una de las empresas más exitosas a nivel mundial (ver la entrevista en inglés). El mensaje principal de Bock es que la carrera, título y la institución de educación superior ya no es un proxy (o no garantiza) de tu habilidad o capacidad para desempeñar un trabajo. Al mundo solo le importa lo que puedes hacer y lo que sabes hacer (realmente no le interesa como lo aprendiste). Sin embargo, la universidad y la educación siguen siendo unas de las mejores maneras de adquirir estas competencias, el problema es que no todas las universidades cumplen con sus promesas de preparar bien a sus alumnos.

Uno creería que para trabajar en Google tendrías que ser un genio de la computación, contar con una habilidad matemática y un conocimiento de lenguajes de codificación excepcionales, sin embargo, hay mucho más que eso. Sin duda, tener buenas calificaciones que reflejen las competencias duras como conocimiento matemático y habilidad de codificar ayudan pero no son lo más importante.

Existen 5 atributos clave que los trabajadores que quieran entrar a Google deben de tener:

-Habilidad cognitiva, es decir, la capacidad de aprender, procesar y sintetizar información de manera ágil y acertada.

-Liderazgo: entendido como la competencia de saber cuándo tomar las riendas del equipo frente algún problema, y de igual forma, saber cuándo es mejor ceder ese lugar a alguien con mayor experiencia o capacidad de liderar al equipo.

-Humildad: la humildad se refiere a tener la capacidad de reconocer cuando no se sabe algo. Según Bock, solamente al reconocer que no conocemos todo y que tenemos la capacidad de fallar encontramos las oportunidades de seguir aprendiendo y conociendo nuevas ideas.

-Sentido de responsabilidad: tener sentido de pertenencia de tu trabajo y de las labores que desempeñas, defender tus ideas pero siempre reconociendo la validez de las ideas de los demás.

-Contar con en competencias duras que tengan que ver ciencias en computación y tecnología.

Es interesante notar como los conocimientos técnicos y duros no son las competencias más importantes para ser un buen candidato para entrar a trabajar en Google. Esto se debe, de acuerdo a Bock, a que es mejor contar alguien que tenga una gran  habilidad cognitiva y de aprender, sea curioso, esté dispuesto a aprender constantemente, y cuente con habilidades de liderazgo aunque no dominen los conocimientos o competencias duras necesarias pues es fácil que estos adquieran dichas competencias técnicas y tengan ideas innovadoras que pueden llegar a superar aun a los expertos. Es más difícil enseñar a la gente trabajar en equipo o desarrollar su deseo por seguir aprendiendo que enseñarles un lenguaje de codificación o un nuevo software.

Lo que transmite Bock es como a pesar de gran parte  del éxito de las empresas depende de su capacidad de generar nuevos productos y procesos y crear nuevas tecnologías día con día, resulta cada vez más evidente que la innovación y el desarrollo dependen no solo de los conocimientos sino también de las competencias suaves como la colaboración, el trabajo en equipo, el liderazgo y la capacidad de aprender y re-aprender de sus empleados. Además, estas competencias son valiosas no solo en Google sino en la gran mayoría de las empresas por lo que los jóvenes deben desarrollarlas al máximo.