4 libros para reflexionar sobre tu futuro profesional

Lo primero que tengo que decirte sobre los cuatro libros para reflexionar que voy a sugerir es que no son de los que venden en VIPS o Walmart ni se promocionan como la receta infalible para cambiarte la vida (así que puedes continuar leyendo sin riesgo de perder tu tiempo).

En los últimos años me he encontrado con algunos libros que empecé a leer por puro entretenimiento y después me di cuenta tenían contenido muy útil para pensar estratégicamente sobre el futuro profesional. Particularmente en un tiempo en el que las recetas que antes parecían seguras cada vez lo son menos (estudiar un posgrado, trabajar en una empresa grande, ponerte la camiseta, hacer antigüedad, buscar mercados más grandes, etc). En un contexto donde lo más importante para desarrollarte profesionalmente es qué sabes hacer y cómo agregas valor a lo que muchos ya hacen, éstas me parecen lecturas útiles y hasta entretenidas.

1. Steal like an artist (Austin Kleon).

La premisa es muy básica. El autor, un artista gráfico y escritor, comparte 10 cosas que nadie nunca le dijo respecto a ser creativo. La parte que me parece más interesante es que siendo un artista creó un producto que más que un libro es un conjunto de ideas ilustradas con un concepto gráfico. Debo confesar que tengo años sin adquirir un libro impreso pero cuando vi éste no pude conformarme con la versión para Kindle, la razón es simple: no es sólo un libro, es una pieza. El autor utilizó su habilidad de diseño para agregarle valor a un producto que sin sus cualidades estéticas sería un libro más sobre desarrollo creativo. Además, como profesional de la creatividad, el contenido refleja conocimiento y capacidad de síntesis respecto a habilidades fundamentales en la industria creativa. Por último, hoy que se habla mucho de conceptos como creatividad, disrupción, design thinking, etc., y su aplicación en distintas áreas, este libro es un buen atajo informativo para conocer del tema.

2. The Guinea Pig Diaries: My Life as an Experiment (A.J. Jacobs).

De entrada, prometo que éste te hará reír mucho. El libro es una compilación de los experimentos que el autor hace con su propia vida (literal se convierte en el conejillo de indias de sus experimentos), desde cosas simples (a primera vista) como abandonar por completo el multitasking como forma de trabajo para concentrarse en hacer una cosa a la vez (al grado de amarrarse a una silla para lograrlo) hasta integrarse por un mes al movimiento de Honestidad Radical que implica no mentirle nunca a nadie (lo que el autor describe como el peor mes de su vida). En términos de desarrollo profesional creo que el libro es muy útil para ejemplificar el valor de la experimentación. Mi capítulo favorito es en el que contrata a una empresa en India para delegarle todas las responsabilidades de su vida personal y profesional, la conclusión del autor es que dada la calidad del trabajo de su ejecutivo en India “America is screwed”.

3. Steve Jobs (Walter Isaacson).

Sí, es el ejemplo obvio, pero no por eso es menos interesante. Esta biografía escrita por Isaacson es interesante por muchas razones, primero por el proceso de entrevistas con el propio Jobs a lo largo de su enfermedad, con competidores de la industria y con familiares. El resultado es un documento extraordinariamente completo sobre la vida de un personaje, lleno de matices, accidentes y, sobre todo, información sobre procesos de toma de decisión profesional en diversos ámbitos: desarrollo de producto, publicidad, administración de personal, gobierno corporativo, etc. Además, el libro es, al mismo tiempo que una biografía de Jobs, una revisión histórica de la convergencia tecnológica a lo largo de las últimas décadas y su rol en el desarrollo de nuevas oportunidades de negocio.

4. The Icarus Deception (Seth Godin).

El autor parte del episodio de la mitología griega en que Dédalo construye alas para él y su hijo Ícaro para escapar de la isla de Creta bajo la advertencia de no volar cerca del sol porque el calor derretiría la cera que pegaba las alas ni cerca del mar porque las alas se mojarían. Godin retoma esta historia en que las alas de Ícaro se despegan por volar muy cerca del sol para recordarnos que cotidianamente somos alentados profesionalmente a no arriesgar demasiado (el equivalente a volar cerca del sol), pero que solemos olvidar que es igualmente peligroso mantenerse en la zona de confort (el equivalente a volar cerca del mar). Godin acompaña esta argumentación con dos elementos que me parecen clave: la necesidad de buscar formas de agregar valor que no pasen por eficientar procesos (bajo el argumento de qué tan más barato se puede producir un tornillo) y la oportunidad de buscar nichos de mercado con alto potencial de satisfacción que el acceso a la información y la reducción de las distancias y barreras geográficas hoy permiten.

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7 preguntas para un reclutador

Muchas veces creemos que una entrevista de trabajo está diseñada para escuchar y responder. Pensamos que los reclutadores quieren saber todo de nuestra vida para decidir si nos contratan o no. Pero lo que se nos olvida es que ellos esperan entrevistar candidatos que tengan curiosidad por la empresa y la forma en que se trabaja. Recuerda que tú también estás ahí para conocer qué rol jugarás dentro de la empresa, qué metas tienen, y sobretodo, qué quieren que hagas. Por eso aquí van  7 preguntas para un reclutador que debes hacer para que vayas seas más allá de un candidato gris:

1. ¿Qué rol voy a desempeñar?

Muchas veces, el título del puesto lo explica todo, pero hay ocasiones en las que es mejor obtener una descripción del puesto y las características, para que te des una idea de las tareas que tendrás a cargo y lo fácil/difícil que sería tu chamba.

2. ¿Cómo miden el éxito tanto en el corto como mediano plazo?

Investiga cómo será medido tu progreso y cada cuándo serán las evaluaciones. Obtén información específica de tus entregables y de los tiempos. Así sabrás lo que busca la empresa y las cosas que definitivamente van a pesar en tus evaluaciones. Esto muestra que quieres tener un impacto desde el inicio y ser exitoso, pero esperas quedarte en la compañía por un periodo largo.

3. ¿Cuáles son los principales retos que enfrenta la compañía?

Con está pregunta podrás obtener una amplia perspectiva de lo que necesita la empresa, o cuáles son sus preocupaciones. Recuerda que no es lo mismo las de una compañía grande o de una pequeña. Esto te ayudará a comprender hacia dónde van las miras de la compañía y cuál es su cultura organizacional. Así le harás saber al reclutador que no solo te interesas por ti, si no por el funcionamiento de la compañía.

4. ¿Qué tipo de entrenamiento ofrece esta posición?

Con esta pregunta demuestras que estás dispuesto a aprender y quieres mejorar tus aptitudes para agregar valor a la compañía. Es lógico que si te llamaron a entrevista es por que cumples el perfil, pero existen puestos en donde hay capacitación constante o empresas que tienen sistemas específicos internos que necesitan de capacitación forzosa. No estás obligado a saber absolutamente TODO.

5. ¿Qué tanto espacio hay para crecimiento o una promoción?

Esto demuestra que tienes ambición y deseas escalar posiciones. La respuesta también te da una pista de a dónde es posible que llegues, por lo que tendrás una idea de si es el tipo de rol ideal para ti.

6. ¿Puedes contarme sobre el equipo con el que estaré trabajando?

Al describirte cómo son las personas con las que trabajarás, estarás en posición de decidir si es el tipo de equipo con el que podrías trabajar. Obviamente esta descripción puede no ser muy objetiva por parte del reclutador, o alejada de la realidad, pero seguro te ayudará a formar un opinión general del equipo.

7. ¿Cuál es el siguiente paso?

Esta debería ser la última pregunta, pero es esencial. Demuestra que estás interesado en seguir con el proceso y así el reclutador te podrá decir cuántas personas están en el proceso de selección.

Estas siete preguntas te salvarán de tener una participación en la que pases desapercibido. A mucha gente le da pena peguntar, o cree que el reclutador lo tomará a mal, pero te aseguro que se aprecia mucho a un candidato curioso (sin caer en lo intenso). Inclusive puedes preguntarle directamente al reclutador acerca de su experiencia en la compañía o la perspectiva sobre algún producto o servicio que acaben de lanzar. No solo demostrarás que hiciste tu tarea al conocer la empresa, si no que puede derivar en una muy buena conversación.

5 ERRORES más frecuentes de un MERCADÓLOGO

Estos son los errores típicos que debes evitar si quieres ser un mercadólogo exitoso:

1.Pensar que tú eres el target

Tu no eres el target, no son tus gustos, percepciones o preocupaciones. En todas las estrategias debes pensar bien en el consumidor que te estás enfocando. Se escucha sencillo pero la mayoría suelen equivocarse en este punto.

2.No trabajar en equipo

Un mercadólogo es un excelente estratega y coordinador de personas. Sin tu equipo interno (todas las áreas de la empresa) y externo (las agencias y proveedores con los que interactúas) no llegarás a tu objetivo. Debes explicarles cuál es el objetivo y por qué es importante cada tarea.

3.No conocer tu producto

Utiliza o prueba los productos que vendes, aunque no lo creas la mayoría no lo hace y es una de las mejores formas de entender cómo satisfacer al consumidor.

4.No investigar a la competencia

Investiga sobre tu producto y la competencia en otros países. Entre las tareas diarias y la premura por entregar resultados es muy complicado, pero si lo haces podrás anticiparte a tu competencia y tener una mejor estrategia.

5.No conocer a fondo al consumidor

Conoce a tu consumidor, pero conócelo bien, no pienses que por hacer unos estudios de mercado ya lo dominas, realmente enfócate en conocer sus hábitos y estilo de vida.

Si quieres saber más sobre lo que hace un mercadólogo en el día a día y cómo lograr ser exitoso en la empresa contáctanos en WTP- Working Transition Program

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Perdiendo el miedo a las matemáticas

Hoy en día, la mayoría de las profesiones mejor pagadas y con mejores perspectivas de crecimiento son las relacionadas con las matemáticas; cada vez más empresas en diversas industrias se percatan de que la capacidad de manejar datos y números duros otorga importantes ventajas. Hay dos razones principales por las que estas habilidades se han vuelto tan cotizadas en el mercado laboral: por un lado diversos estudios recientes han mostrado que las decisiones de negocios tomadas en base a rigurosos análisis de datos dan tienen mucho mayores tasas de éxito; al mismo tiempo, las nuevas tecnologías han hecho posible realizar cálculos que hace pocos años habrían sido impensables. Por todo ello, del ranking de las 5 profesiones con futuro más promisorio hecho por la revista Forbes, 3 están directamente relacionadas con las matemáticas.

Lamentablemente no existen suficientes personas que decidan ingresar a este tipo de ocupaciones para cubrir la demanda existente y esto en gran parte se debe al hecho de que muchos de los jóvenes que están eligiendo carrera tienen temor por las matemáticas y huyen de ellas. Según distintos especialistas, la principal razón por la que tantas personas tienen este miedo es por sostener la creencia errónea de que la inteligencia se mantiene en un nivel fijo durante la vida de una persona y que las matemáticas son el área donde la capacidad intelectual innata de cada quien se manifiesta de manera más evidente. Quienes así piensan, suelen temer a los problemas de números y álgebra por sentir que son una prueba de su aptitud genética y no quieren ser exhibidos públicamente como personas inferiores por no ser capaces de resolverlos.

No obstante, existe gran cantidad de evidencia empírica que muestra que la habilidad matemática de cada quien no está escrita en roca, sino que es sujeta a cambiar y moldearse a través de la práctica. El tiempo y esfuerzo destinado al estudio son determinantes para explicar el resultado de los estudiantes. Un ejemplo de lo anterior es el enorme éxito que ha tenido la Khan Academy. Esta institución se dedica a realizar videos tutoriales de todos los niveles en diversos temas (especialmente matemáticas). Surgió en el 2006 y desde entonces ha provocado una auténtica revolución educativa en diversos países al contar con más de 10 millones de usuarios regulares. Según su fundador, Salman Khan, la clave del éxito de dicho modelo es que cada estudiante puede avanzar a su propio ritmo. Él sostiene que uno de los principales problemas por los que tantos alumnos tienen problemas con las matemáticas es porque temen quedar en ridículo al preguntar en el salón de clase, de modo que se quedan con lagunas que van arrastrando a lo largo de su vida escolar y esto les genera obstáculos mayores en la educación superior. En cambio, cuando el aprendizaje se realiza de manera personal a través de los videos, el alumno puede pausarlo y repetirlo cuantas veces necesite. Según estadísticas generadas por la misma Khan Academy, a través de este método, se logra una igualación en los niveles de los alumnos que comenzaron con notas inferiores y de los que iniciaron en un punto más alto, mostrando que a través del tiempo dedicado a los ejercicios matemáticos, los estudiantes pueden mejorar su capacidad para resolverlos de forma importante.

Si bien es cierto que existe un límite innato en la capacidad que cada quien puede desarrollar, éste es relevante sólo en los extremos. Es decir, no todos lograrán ser genios matemáticos, pero la enorme mayoría puede alcanzar un nivel adecuado para desempeñarse efectivamente a nivel universitario si se le dedica el tiempo suficiente. Por ello no conviene limitar la elección de carrera para escapar de las matemáticas, sino elegir aquello que más nos apasione, teniendo la confianza de que con esfuerzo y dedicación se puede obtener la capacidad necesaria.

Lo que no sabías de las pruebas psicométricas

Todos pasamos o vamos a pasar por lo mismo. Mientras estudiamos la carrera o al graduarnos buscamos nuestra primera oportunidad laboral, elaboramos  nuestro CV, buscamos información acerca de la empresa, acudimos puntual a nuestra entrevista, causamos una buena opinión al reclutador y es allí cuando nos dicen “vas a realizar pruebas psicométricas”. ¿Pruebas psicométricas? A menos que hubieras estudiado psicología durante la escuela estarías preparado para estas pruebas. Si bien en algunas de ellas no hay respuestas correctas o incorrectas, su evaluación sí puede determinar si consigues el empleo o le sigues buscando.

Pues bien, aquí te mencionamos cuáles son las pruebas psicométricas más comunes que te encontrarás principalmente en tus primeras entrevistas y para qué les sirven a los reclutadores. Éstas herramientas se utilizan para detectar y determinar quién es el mejor candidato para cubrir la posición vacante. Existen tres clasificaciones básicas de estas pruebas, test de inteligencia, test de personalidad y los test de aptitudes y habilidades.

1. Dentro de los Tests de inteligencia podemos encontrar el Terman Merrill, aplicable a candidatos con escolaridad de bachillerato en adelante para posiciones administrativas, supervisores, coordinadores, gerenciales de primer nivel, etc. Lo que mide este test es el Coeficiente Intelectual (CI).

2. En Tests de personalidad, Cleaver es el que comúnmente es utilizado en los procesos de reclutamiento, y nos da una visión entre persona-puesto (perfil del puesto – perfil de la persona) aportando criterios de probables reacciones bajo condiciones laborales normales y condiciones con alta presión. Esta prueba es aplicable a candidatos con escolaridad de bachillerato en adelante y se utiliza para posiciones administrativas, supervisores y coordinadores.

3. Dentro de la clasificación de tests de aptitudes y habilidades podemos encontrar el Moss (adaptabilidad social) y el Zavic (honestidad). Moss, puede darnos ideas de los diferentes comportamientos de una persona bajo supervisión  y con personal a su cargo, cuál es su habilidad de supervisión y sentido común, toma de decisiones y comportamiento con las relaciones humanas. Zavic, se enfoca en intereses de la persona y valores como: corrupción, legalidad, indiferencia, moral y en intereses de tipoeconómico, social y político.

Cabe mencionar que hoy en día se ha evolucionado en la aplicación de estas psicometrías, si bien podemos resolver estas pruebas en papel con hoja de preguntas y respuestas, también se pueden realizar por internet desde la comodidad de la casa generando sus resultados de forma inmediata a los reclutadores, la diferencia en muchos de los casos es el cómo nombran a las evaluaciones pero el resultado de estas siempre tiene la misma base, solo asegúrate de identificarlas.

¡Mucha suerte, cuéntanos tu experiencia!

¿Tienes una entrevista tipo assessment?

Hoy en día es muy común hacer assessments, sobre todo en empresas trasnacionales. Normalmente te citarán junto con 4 o 6 personas más para resolver un caso y estarán en la misma sala de 2 a 4 evaluadores de la misma área o de distintas áreas de la empresa. El objetivo de un assessment es analizar cómo te comportarías en una situación real de trabajo, cuáles son tus habilidades y oportunidades cuando estás trabajando en equipo.

Es muy fácil tener éxito en un assessment si sigues los siguientes pasos:

1)   Debes tomar un papel dentro del equipo y hacerte notar. El peor error que puedes hacer es escuchar sin aportar, así como normalmente el mejor  papel es tomar el liderazgo del grupo. En muchas ocasiones dejarán el caso impreso sobre la mesa, es tu decisión si quieres ser el líder pues tendrás escasos segundos para tomar tu posición.

2)   En caso de no tomar el papel de liderazgo, debes tomar un rol. Existen varios roles como son: anotar, presentar, ayudarle al líder a organizar, entre otros; el punto es hacerte notar. Normalmente estos casos son de la misma empresa así que recuerda que “información es poder”, entre más información tengas  de la empresa podrás aportar más y será más fácil que seas el presentador del caso.

3)   Una persona debe estar encargada de controlar el tiempo ya que pasará muy rápido. Si no lo hacen y no llegan a la conclusión del caso puede ser que nadie sea seleccionado. Traten de al menos terminar unos 5 minutos antes para poder organizar su presentación.

4)   Puedes cuestionar pero debes ser objetivo. Si el perfil de las personas que están en el grupo no coinciden contigo, la subjetividad sólo te puede llevar a que te aíslen y no podrás hacerte notar, ni lograr la empatía de los demás.

5)   No te enfoques en tener un resultado 100% correcto, en estos casos lo más importante es analizar tu criterio, tu forma de pensar, de resolver conflictos y trabajar en equipo.

6)   Si hay alguna persona que tenga tus mismas ideas, apóyense; ya que teniendo un aliado será mucho más fácil llegar a la conclusión que ambos están buscando.

7)   Al final del assessment normalmente los sacarán y entrarán de uno en uno, la pregunta obligada será, ¿quién debe quedarse en la posición?, una buena respuesta es mencionarte a ti y la razón por la cual deberás quedarte tú, así como mencionar a alguien más con su respectivo fundamento, si tu no crees en ti, difícilmente los demás lo creerán.

Si quieres saber más lo que esperan de ti en la empresa y cómo tener éxito en la misma contáctanos en WTP- Working Transition Program.

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Por qué sí estudiar comunicación

Comunicación es una de esas carreras que al cursarlas, o al graduarte, te dejan con la sensación de que sabes un poquito de todo pero nada muy a fondo. También es una carrera en la que pareciera haber un mercado laboral reducido, mucha competencia y sueldos bajos. Además, pesa sobre esta carrera la percepción de que muchos la eligen porque casi no hay matemáticas o, incluso, para hacer algo mientras buscan otro objetivo (casarse, cantar, actuar, etc.)

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Todo esto tiene un poco de cierto, no tengo duda. Sin embargo, puedo compartirles que, con base en mi experiencia, me parece un gran momento para estudiar comunicación. Aquí mis razones:

1. La comunicación está de moda

El desarrollo de nuevos espacios de comunicación ha creado trabajos que antes no existían y se han vuelto indispensables en toda empresa, un ejemplo es el puesto de Community Manager. Otro ejemplo de que la comunicación está de moda es la popularidad de herramientas como el storytelling, que cada vez son más socorridas con diversos objetivos dentro de una organización.

Ahora, precaución, el que seas comunicólogo no quiere decir que seas la persona más preparada para ser el Community Manager de una empresa (estudiar teorías de la comunicación está muy bien, pero si tu comprensión de lectura, capacidad de síntesis y de escritura no es suficientemente buena y, sobre todo, si no te has ocupado de conocer el funcionamiento estratégico y de evaluación de redes sociales no tienes ninguna ventaja por haber estudiado comunicación).

2. Oportunidad de especialización

El conocer lo mismo un poco de producción audiovisual que de mercadotecnia, periodismo, ciencia política, guionismo, administración o comunicación organizacional puede ser una gran oportunidad para explorar diversas opciones de desarrollo profesional, tanto dentro del mercado laboral como en el ámbito académico si decides realizar un posgrado.

También es cierto que dentro de la comunicación hay áreas de especialización que pueden interesarte más que otras, es extraordinariamente diferente trabajar en comunicación social de una dependencia gubernamental que hacerlo en comunicación de la industria farmacéutica, también lo es trabajar en comunicación interna de una empresa respecto a hacerlo para una agencia. Y si bien nunca es una buena idea cambiar de trabajo cada par de meses, la industria de la comunicación presenta una rotación muy alta, por lo que cambiar de trabajo para adquirir experiencia no será tan castigado por el mercado laboral.

3. Puedes freelancear/emprender desde que estudias

No todas las carreras te dan herramientas que, desde que las aprendes, puedes vender en el mercado. Como comunicólogo adquieres competencias de diseño, producción, redacción y hasta investigación con las que puedes freelancear. Esto es importante no sólo si en paralelo a tus estudios necesitas generar un ingreso para ti o tu familia, también lo es si lo tuyo es eventualmente emprender y poner tu propio negocio.

Estas tres me parecen buenas razones para estudiar comunicación, sin embargo no son las únicas ni probablemente sean suficientes. Así que también te dejó aquí un texto sobre algunas características que comparten algunos amigos exitosos, varios de ellos son comunicólogos.

Conoce las oportunidades que te ofrece Fundación Beca para que puedas iniciar tus estudios en licenciatura, maestría, doctorado o algún curso dando clic aquí para más información.

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¿Qué hace a un buen Project Manager?

¿Cuántas veces has escuchado a alguien decirte que necesitas un proyecto de vida? Ahora, imagina que ya lo encontraste y te falta organizarlo. Muchas veces nos quebramos la cabeza tratando de hacerlo. Pasa muy parecido al estar involucrado en un proyecto laboral. Debes cumplir con tiempos, entregables, formatos, trabajar en equipo y manejar el estrés que esto produce. Pero ahora imagínate ser un Project Manager cuyo trabajo central es asegurarse de que el proyecto proceda en el tiempo especificado y bajo el presupuesto establecido, a la vez que cumpla los objetivos del mismo.

Es por eso que el perfil del Project Manager está sumamente estructurado (así como ellos). Es alguien con poder de liderazgo, extremadamente organizado, con habilidades financieras para traducir recursos en dinero y con capacidad de tomar decisiones basadas en hacer análisis de la información.

Un Project Manager empieza su labor al tener un proyecto definido. Posteriormente debe calcular cuál es el alcance y los recursos. Necesita tener establecidas las etapas para poder realizar 1) Diagnóstico, 2) Diseño, 3) Ejecución y 4) Evaluación de ese proyecto. Esta persona se encarga de que todas las actividades que se definieron se cumplan, basándose en tiempos y presupuesto.

Si aspiras a ser un gran Project Manager, recuerda que puedes comenzar tu formación con este curso en línea de Iniciación y Planeación de Proyectos.

Para el diseño del proyecto, utilizar un Diagrama de Gantt resulta bastante eficiente (otros utilizan herramientas más sofisticadas). Este permite mapear actividades y organizar cuáles dependen de otras, es decir, no se puede poner el mosaico si antes no se ha puesto el cemento.

Muchas veces uno planea sin darse cuenta de las actividades encadenadas. En un proyecto se debe definir cuándo empieza y termina cada una y si las fases son simultaneas. El credo de un Project Manager es: tiempo igual a recursos. Una competencia básica de un buen líder de proyecto es saber calcular las holguras. Esto es, debe considerar previamente cómo impacta un atraso en el proyecto (un retraso pasa en el 90% de los casos, por lo que alguien exitoso es quién se adelanta y previene para esto).

Ahora bien, sabemos que muchas personas son completamente eficientes a la hora de organizarse, pero el problema es que pese a haber certificaciones para Project Managers, las empresas cometen el error de colocar a cualquier persona con nociones de organización en el proyecto sin fijarse en sus competencias. No es lo mismo saber de la actividad a que puedan coordinar el proyecto. Se debe colocar a una persona que conozca los conceptos básicos y sepa usar herramientas, no solamente sumar y restar.

Alguien que pueda seguir claramente estos 4 puntos

1. Planear o Planificar. Definir los objetivos y los medios para conseguirlos.

2. Hacer. Implementar la visión preestablecida.

3. Verificar. Comprobar que se alcancen los objetivos previstos con los recursos previamente asignados.

4. Actuar. Analizar y corregir las posibles desviaciones detectadas, así como proponer mejoras a los procesos ya empleados.

Alguien que cumpla con estos deberes:

1. Desarrollar un plan de proyecto

2. Manejar los entregables de acuerdo a lo planeado

3. Reclutar al staff del proyecto

4. Guiar y manejar al equipo de trabajo

5. Determinar la metodología usada para el proyecto

6. Establecer un calendario de trabajo y determinar cada fase

7. Asignar tareas a los miembros del proyecto

Alguien que tenga las siguientes competencias

1. Matemáticas y análisis

2. Saber delegar

3. Organización

4. Coordinación

5. Habilidad técnica

6. Comunicación

Recuerda que nunca está demás tomar en cuenta la metodología y la meticulosidad con la que se hacen los cálculos, para que lo utilices de ejemplo y poder organizarte mejor en el trabajo. Seas líder de proyecto o no, la planeación estratégica es algo que todos deberíamos considerar para maximizar tiempo y esfuerzo, aunque tiene su técnica.

Si ya te dedicas al project management y buscas fortalecer tu perfil, recuerda que puedes tomar este curso en línea para tomar el Camino a la Excelencia en Gestión de Proyectos.



Conviértete en el abogado del diablo

Jugando al abogado del diablo

¿Cuántas veces hemos visto productos ridículos, propuestas de negocio, proyectos de inversión, o procesos de producción que son inviables, fracasan rotundamente y todo el mundo se dio cuenta que su fracaso era inevitable porque la idea detrás era errónea? Cuando vemos este tipo de fallos constantemente nos preguntamos cómo es que lograron saltar de ser únicamente una idea a materializarse en algo mucho más concreto sin que nadie objetara o dijera que eran una mala idea.

Sin embargo, si alguna vez has estado en un proceso de lluvia de ideas (de nuevo, para cualquier tipo de producto u objetivo laboral) seguramente te has enfrentado a la situación en que aquella idea que se está discutiendo no es exactamente la más genial. El problema es que no es tan fácil demostrar estas fallas o jugar al abogado del diablo, pues esta idea fue pensada por alguien que la considera válida, propositiva y buena. Además, que pasa si el que está exponiendo es tu jefe, alguien con quien no te llevas bien o no tienes tanta confianza, ¿cómo le dirías que su idea no es viable o que hay una mejor alternativa? ¿Cómo encarnarías al abogado del diablo sin morir en el intento?

Aquí van unas sugerencias:

Escucha antes de actuar

Escucha con atención la presentación de la idea o producto antes de saltar ante la primera oportunidad de debatir. Es importante notar que el mismo proceso de llevar a cabo una “lluvia de ideas” se hace en etapas iniciales de la creación de un producto o idea. Así que no es extraño que surjan ideas muy locas o poco convencionales que son claramente destellos de creatividad que no pretenden ir más allá. El momento de encarnar al abogado del diablo es cuando una idea ha sido expuesta por un buen rato, ya tiene cierta forma y claridad pero aun así no es la mejor idea del mundo, y como hemos dicho antes, no es viable o puede ser mejorada ampliamente.

Construye con la idea

No solo encuentres o señales los errores sino tomate tu tiempo para encontrar alternativas y sugerencias que más allá de eliminar la idea la puedan modificar o enriquecer de tal manera que quizá la idea original se modifique pero la inspiración y el autor intelectual se sentirá menos derrotado. Además cuando ofreces alternativas o construyes  a partir de algo preexistente, tu aportación será percibida como constructiva más que un ataque que se puede percibir como algo personal.

Cuida tu tono

El tono en el que resaltes los errores de tus colegas es quizá una de los aspectos más importantes pues un tono agresivo o altisonante puede ocasionar fricciones innecesarias. Así que mantén un tono amigable, positivo pero a la vez firme para que tus justificaciones de por qué la idea es deficiente se puedan entender sin causar problemas con tus compañeros.

El valor del abogado del diablo es poder evitar que una mala idea termine en una mala realidad y dañe la imagen y producto de tu empresa u organización. Sin embargo, no es un papel fácil y debes tener cuidado cuando te transformas en él. Por esta misma razón es deseable que las empresas o los equipos de trabajo incentiven a su personal a través de dinámicas especificas o como descripción explicita de un puesto de trabajo (quizá como líder o coordinador de un proyecto) para adoptar este papel de forma institucionalizada. De tal forma que en lugar de ser percibido como una agresión o una posible amenaza para el resto de tus compañeros y jefes, la figura del abogado del diablo se vea como una forma eficiente de agregar valor.



¿Emprender = riesgo?

¿Ya te decidiste a emprender o lo estás considerando? Todos sabemos que implica riesgos. De hecho, evitarlos es quizá la razón más importante por la cual muchas personas deciden nunca emprender en su vida. Sin embargo, si bien es necesario ser cuidadosos al momento de emprender, es todavía más necesario reconocer que existen riesgos porque esto nos ayudará a estar mucho mejor preparados. Y si aún no decides qué emprender, recuerda que puedes tomar este curso en línea para convertir tu idea en empresa.

Debes saber que hay riesgos inevitables por más que hagas una perfecta planeación, un grandioso estudio de mercado o domines todo lo relacionado a tu negocio. Esta es la realidad y debes enfrentarla, no temerle. Es necesario saber que una vez decidido a emprender, estarás dejando a un lado la cómoda vida de recibir un sueldo cada quincena y  deberás empezarte a preocupar por pagar la nómina. Suena emocionante ¿verdad? Déjame te platico cuatro de los riesgos más importantes que he identificado a la hora de emprender:

Riesgo #1. ¿A dónde se fue mi dinero? La gente exitosa siempre dirá que para ser felices, en lo último que debes pensar es en hacer las cosas sólo por dinero. Ok sí, pero no conozco a un solo empresario que haya invertido su dinero con la intención de perderlo, por eso, al emprender -y más si es la primera vez- debes ser exageradamente precavido con tu dinero y disciplinado en los gastos.  Debes tener un presupuesto muy bien delimitado y sobre todo, debes procurar seguirlo al pie de la letra. Claro que siempre habrá imprevistos pero hasta esos debes tenerlos en mente. Debes saber manejar el dinero y ceñirte a un presupuesto.  Si no, sólo verás cómo se adelgaza tu cartera, tus cuentas bancarias y tu ánimo.

Riesgo #2. No pegó mi idea. Sé que suena como una pesadilla pensar en esto. Pensar que en lo que tanto creías no funcionó pero créeme, no es tan malo. Cuando planeas abrir tu negocio, debes tener en mente esta posibilidad.  Una vez que estás decidido a arriesgarlo todo por tu idea, sólo pregúntate ¿Cuál es el plan b en caso de que tu empresa no funcione? ¿Tienes suficientes ahorros en caso de que debas cerrar y no encuentres trabajo inmediatamente? ¿Cuánto de tus ahorros invertirás en tu negocio y cuánto dejarás en tu fondo de contingencia? Ante esta posibilidad es importante que seas tolerante a la frustración.  Si todo sale mal y  te enfrentas a esta situación, sólo te daré un consejo: Aprende de esto.

Riesgo #3. ¡Ya tengo competencia! Pero qué tal si por el contrario, tu idea fue tan buena que ahora ¡ya tienes competencia! Si, alguien vio el potencial de tu empresa y ahora te quiere ganar clientes. Primero, debes estar feliz porque tu idea inspiró a más personas. Si sientes que tu competencia es un riesgo, lo único que puedes hacer es poner en marcha tus mejores aptitudes de análisis. Analiza qué ofrece diferente tu competencia y qué puedes mejorar sin que te lastime en los costos. Si tu competencia se está llevando a tus clientes, analiza (más bien averigua) qué está haciendo mejor. Sea lo que sea que tenga diferente tu rival, debes entender que la competencia es buena porque, invariablemente, te hará mejorar. Si no lo haces, desaparecerás.

Riesgo #4. La realidad no es como la esperabas. Ya sea porque te enfrentaste al riesgo #3, porque estás a punto de enfrentarte al riesgo #2 o simplemente porque ya en la práctica tu idea necesita ajustes; es necesario que todo emprendedor tenga la capacidad de adaptar su idea a la realidad. Todo buen emprendedor debe tener una capacidad de adaptación enorme. Debes saber cuándo modificar cosas y sobre todo cuáles. No te cases con tu idea. Obviamente debes creer en ella pero es importante que seas lo suficientemente flexible para saber que la mejor idea es la que se modifica de acuerdo a la experiencia.

Recuerda que para ser un emprendedor exitoso y convertirte en un gran empresario debes notar ciertas tendencias de consumo o preferencias antes de que el mercado se sature.

Por último, recuerda que si bien todo en esta vida implica cierto riesgo y el emprender es uno alto, debes equilibrar ese impulso excesivo por arriesgarte. Tomar riesgos desmedidos puede no sólo destruir un negocio sino tus finanzas y hasta tu vida personal. Definitivamente el riesgo, así como emprender, no es para todos, pero nunca gana el que nunca apuesta así que, calcula bien el riesgo  e ¡inténtalo!