A continuación te vamos a contar una historia de terror: imagina pagar una carrera universitaria durante 4 o 5 años; junto con cursos de formación adicionales; pasantías y prácticas profesionales; y, después de todo ese esfuerzo, recibes con mucha ilusión tu título y te sientes listo para entrar al mundo laboral, y entonces… ¡Tienes que aceptar un trabajo cualquiera porque para lo que estudiaste no te contratan! ¿Te suena conocida la historia? Bueno, pues para muchas personas, especialmente jóvenes, el subempleo es una realidad.
¿Qué es el subempleo?
México requiere de, por lo menos, crecer a una tasa de 5% anual, durante 5 años consecutivos, para generar el millón de empleos que demanda el mercado actual, de acuerdo con el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República. Esto quiere decir que nuestro país no está satisfaciendo las necesidades de empleo que requiere la población y, en consecuencia, existen altos niveles de desempleo y de subempleo, pero ¿Qué es el subempleo?
El subempleo aparece de dos formas, la primera es cuando una persona trabaja menos horas de las que pudiera trabajar (y esta falta de horas no es por la propia voluntad del trabajador); y también, cuando una persona trabajando en algo mucho menor para lo que está calificado y, en consecuencia, percibe un sueldo mucho menor a lo que debería de ganar.
Seguramente tú también has escuchado alguna vez sobre un abogado trabajando como taxista, o un ingeniero que tiene que trabajar como mesero en algún restaurante; pues, esos son ejemplos de subempleo.
Algunos otros ejemplos más cotidianos son, en principio, los profesores que tienen pocos grupos y trabajan menos de 20 horas a la semana; universitarios que trabajan en cafeterías (en vez de estar involucrándose con su propio sector) y profesionistas que tienen que trabajar en call-centers.
El subempleo no sólo daña el propio autoestima de las personas, al sentirse ‘poco exitosos’ incluso con un título profesional bajo el brazo; también daña el patrimonio de los propios profesionistas subempleados, pues no logran recuperar la inversión que hicieron en su educación universitaria. La situación empeora cuando existió un crédito para cubrir lo estudios de grado.
¿Cómo salir del subempleo?
Una vez que se entra en esta categoría, es difícil salir, toda vez que quiere decir que el profesionista no logro ser empleado en algún trabajo de acuerdo con sus cualidades y, en casi todos los casos, por necesidad, decidió subemplearse, lo que incide directamente en su capacidad para actualizarse o continuar con una formación académica que le permita mejorar su situación laboral, pues simplemente no puede pagarlo. Sin embargo, hoy en día también es posible realizar esta actualización con MOOC’s y cursos en línea.
De la misma manera, los estudiantes universitarios, pueden prevenir el subempleo al adquirir habilidades que difícilmente obtendrán en la universidad, pero que son esenciales en el campo laboral, como el liderazgo, la comunicación asertiva, el trabajo en equipo, la resiliencia y, en general, las soft skills.