A la hora de buscar trabajo, ya sea porque acabas de salir de la universidad, o simplemente porque es tiempo de un cambio, una de las opciones más deseadas es buscar una empresa reconocida y establecida, que te brinde -aparte de una buena o nueva oportunidad- estabilidad, prestaciones y la promesa de una carrera a largo plazo.
Por el contrario, entrar a un nuevo proyecto local, a una compañía que recién entra al país, o sumarte a la idea de un joven emprendedor puede parecer apostarle a la suerte, pero para aprender a veces eso es mejor.
A menudo las startups están dirigidas por personas jóvenes, probablemente recién egresadas de la universidad, con una muy buena idea y algunos inversionistas detrás. Existen pros y contras de trabajar para una startup. Aquí te dejamos una lista de las ventajas:
1. Si eres recién egresado, tendrás oportunidad y aprenderás mucho
Muchos de los emprendedores detrás de las startups prefieren empleados con buena actitud e ideas frescas en lugar de personas con muchísima experiencia. Y tú tendrás oportunidad de aprender de muchas áreas, porque es una empresa en construcción. En otras palabras: crecerás en conjunto con la compañía.
Puede que en principio no ganes el sueldo que quieres pero, sin duda, si le va bien a la empresa tendrás oportunidad de crecer.
Toma esta oportunidad como el inicio de una buena carrera laboral.
2. No hay burocracia
Este tipo de empresas suelen ser menos rígidas o burocráticas, por lo que podrás tener un poco más de libertad a la hora de tomar decisiones y mucho espacio para proponer.
Todos los trámites son más sencillos, ya que muchas no cuentan con un departamento de recursos humanos bien establecido.
Si es tu primer experiencia laboral infórmate bien los pormenores de tu contratación, puede que tu contrato inicial sea por un par de meses. Antes de firmarlo léelo a detalle y pregunta lo que no entiendas.
3. Puedes ascender rápido
Puesto que el número de personas o compañeros con los que vas a trabajar es menor, tu trabajo puede distinguirse del resto y eso te dará la opción de crecer de manera más rápida.
No importa en todo caso si no tienes un gran currículo con una experiencia de años, mientras te muestres proactivo y des resultados vas a seguir creciendo.
4. Aprenderás mucho más de lo que crees
Trabajar en una startup es muy enriquecedor, ya que te involucraras directamente con áreas distintas a la tuya desde un inicio. Conocerás de cerca cómo se manejan muchas partes del negocio, e incluso aprenderás directamente de los directivos de la empresa.
Esto te ayudará mucho si en un futuro decides emprender un proyecto, pues sabrás cómo aterrizar tu idea y desarrollarla luego de observar los errores y aciertos de otros.
Sé proactivo, aprende lo más que puedas de cada área y no sólo te enfoques en lo tuyo. ¡Pregunta todo!
5. Verás tus resultados inmediatamente
A diferencia de una empresa ya establecida donde hay metas discretas de crecimiento, en una startup el crecimiento y el fruto de tu trabajo es muy evidente.
Los resultados de tus tareas se verán reflejados rápidamente y las ideas que desarrolles se reflejarán casi desde el día siguiente. También podrás medir tu trabajo en tiempo real y probar otra estrategia si es necesario.
Así también te darás cuenta de lo que funciona y lo que no, para rápidamente pasar la página sin tener que esperar mucho tiempo para que alguien autorice tus ideas tan a fondo #FailFast.
