Mucho se dijo al respecto del fin de la subcontratación. Algunas voces pedían su fin por atropellar derechos laborales; otras argumentaban que permitía crear empleos a los empresarios. Sin embargo, este 2021 parece que las reglas del juego han cambiado y muchos no saben qué pasará. Por ello, a continuación te decimos cómo será la subcontratación a partir de 2021.
¿Adiós a la subcontratación?
También conocida como outsourcing, la subcontratación ha sido un tema de debate desde hace varios años. Criticada por fomentar la creación de empleados de primera y de segunda, además de tener prácticas que minimizan los derechos laborales, como ganar el mínimo ante el IMSS pero aumentar el salario de los trabajadores con bonos. Aunque la eliminación del outsourcing había sido una de las promesas de campaña de la actual administración, en las reformas a las leyes laborales de los últimos años no se había tocado el tema y fue necesario una negociación a nivel federal entre el gobierno, la iniciativa privada y los sindicatos, para que se alcanzara un acuerdo y se diera pie a una reforma.
Dicha reforma a propuesta del ejecutivo federal fue aprobada por el Congreso de la Unión y publicada en el Diario Oficial de la Federación, comenzando su vigencia el 24 de abril de 2021. Y, aunque el propósito de la reforma es la eliminación del outsourcing, esto podría no ser del todo cierto, pues aunque la reforma a la Ley Federal del Trabajo prohíbe la subcontratación de personal, sí permite la contratación de servicios especializados que aparentan ser un esquema de outsourcing, pero mejor regulado.
Entendiendo la reforma al outsourcing
La contratación de servicios especializados, como la marca la ley, se dará cuando dichos servicios no formen parte del objeto social ni de la actividad económica preponderante de la empresa a quien le prestarán los servicios. Las empresas que ofrezcan servicios especializados deberán registrase ante la STPS y comprobar que están al corriente en sus pagos de impuestos y aportaciones de seguridad social. Ahora las empresas son solidariamente responsables de lo que le suceda a los trabajadores que están bajo el esquema de servicios especializados. Ya no habrá beneficios fiscales para personal subcontratado como sí lo había antes (esta es una de las razones por las cuáles la subcontratación era tan popular). El reparto de utilidades a los trabajadores (PTU) tendrá como límite máximo el valor de 3 veces el salario mensual o el promedio recibido en los últimos 3 años, lo que resulte más favorable al trabajador. Las empresas principales deberán absorber al personal subcontratado que sea de su actividad preponderante en un plazo máximo de 90 días sin cambiarles el sueldo y respetando antigüedad y derechos.
¿Todos los trabajadores serán beneficiados?
Aunque la reforma sea una buena noticia para los trabajadores y profesionistas, no lo es del todo, o al menos por ahora. La cuestión es que habrá que esperar a que la STPS determine cuáles son los servicios especializados y cuáles no. Algunos expertos sugieren que los servicios especializados pueden ser los legales, contables, de limpieza, de vigilancia y de tecnología. Así pues, algunos trabajadores que venían en el esquema de outsourcing serán contratados por la empresa principal y otros continuarán en un esquema similar pero con otro nombre.
Por ejemplo, un trabajador de outsourcing que desarrollaba la labor de venta de seguros para una aseguradora sí deberá ser contratado por la empresa principal; pero, un trabajador que desarrollaba labores de limpieza a través de una outsourcing, continuará haciendo esa labor, pero ahora denominado como servicio especializado, pues el servicio de limpieza no es la actividad preponderante de la empresa principal.