Lo primero que tienes que saber es que a prácticamente todo el mundo, por lo menos la primera vez que lo hizo, le asustó hablar en público. ¿Recuerdas ese gran expositor que viste hace años y te dejó boquiabierto, esa persona tan elocuente que parece hablar en público con la naturalidad con la que tú te cambias de calcetines? Ten por seguro que estos individuos no comenzaron siendo los excelentes oradores que son ahora. ¿Qué marcó la diferencia? Práctica, han dedicado una parte importante de sus vidas a pulir sus habilidades para hablar en público y ya ves los resultados. Pero no te agobies, tú puedes empezar ese camino. Te damos 9 consejos para hablar en público.
- Conoce a tu audiencia, no importa cuál sea el tema que vayas a tratar, la forma en la que lo abordarás variará diametralmente dependiendo de tu interlocutor. Ponte en los zapatos de tu interlocutor, utiliza ejemplos que le sean significativos y con los que se pueda identificar. Evita hacer referencias que te hagan sentido a ti, pero con las que tu audiencia no se pueda relacionar.
- Estudia tu presentación. Existen elementos que nos ponen nerviosos y que no podemos controlar. Enfoquémonos en aquellos aspectos que sí están en nuestras manos. Una de las razones por las cuales nos sentimos nerviosos al hablar en público es el temor de olvidar algún dato. Si estudias tu presentación y te vuelves un experto en ella, puedes pasar por alto algún dato, pero a tu mente vendrán muchos otros que te saquen del apuro. Trabaja tanto en tu presentación al punto en que puedas darla aún dormido.
- Identifica cuál es tu mensaje clave. Si tú no tienes claro qué es lo que quieres que se lleve el público después de tu participación, lo más probable es que la gente salga de la plática con esta misma duda. El tener claro cuál es tu objetivo, qué quieres que la gente sienta, piense o haga al terminar tu charla te permitirá construir tu exposición alrededor de estos objetivos y ser más claro y eficaz.
- Sé contundente. No temas ser repetitivo. Si tu idea es fuerte esto nunca será un problema. Piensa en tu propia experiencia, ¿cuántas veces necesitas escuchar algo, leer sobre un tema, verlo desde distintos ángulos, para finalmente empezar a apropiártelo e incorporarlo a tu vida? Por eso es importante tener claro cuál es el mensaje que quieres transmitir, esto te permitirá comunicarlo al inicio de tu plática, mostrar ejemplos que lo reafirman y cerrar con él.
- Ensaya. La única manera de que te percates de tus errores es cometiéndolos y es mejor que lo hagas antes de la presentación real. Cualquier oportunidad es buena, utiliza a tus amigos y familiares para experimentar. Toma en cuenta la retroalimentación que te den y mantén una mente abierta, ellos pueden hacerte preguntas que te permitirán aclarar ciertos puntos en tu presentación antes de que surjan dudas.
- Ten ejemplos. En ocasiones nuestra exposición puede tornarse demasiado abstracta, la forma de regresarla a la tierra de los mortales es utilizar ejemplos concretos. Mucha gente cree que en cada presentación debe tener ejemplos distintos. Piénsalo, será muy difícil que tu audiencia se repita, a menos de que se trate de tu ferviente madre o tu amada pareja, esto no sucederá. Trabaja un par de ejemplos exitosos que siempre puedes sacar a colación como si acabaran de venirte a la mente.
- Sé honesto. Recuerda que somos seres humanos y como tales somos seres sociales que tenemos propensión a relacionarnos con los demás. A menos de que seas un as del engaño, intuitivamente podemos identificar cuando alguien está siendo genuino con sus emociones y tendemos a vincularnos con alguien que se abre, está siendo sincero con sus sentimientos y comparte historias personales donde destaca temores, incertidumbres y alivios que se relacionan con el tema de tu charla.
- Destina un espacio para retroalimentación de tu público. Piensa que esta es una carrera de largo plazo, esta no será la última vez que tengas que hablar en público, aprovecha la oportunidad para escuchar opiniones y preguntas. Esto te dará elementos para ir puliendo tu presentación para la próxima ocasión. Aún cuando debas generar una nueva participación hay elementos básicos que siempre deberás retomar.
- Deja tus datos de contacto. En un mundo interconectado como en el que nos desarrollamos actualmente es indispensable estar siempre accesible para los otros. Nunca sabes qué puertas se abrirán a partir de esta actitud. Puede ser que hayas causado una impresión en alguien que posteriormente quiera hablar contigo, alguna otra persona puede acercarte recursos que te serán útiles en el futuro. Deja siempre las puertas abiertas.
- Toma este curso en línea: La Universidad Autónoma de Barcelona ha lanzado este curso sobre Cómo hablar bien en público, para que puedas descubrir que el orador no nace, se hace.
Finalmente, hay cambios sencillos que podemos hacer y que marcan una diferencia importante en nuestro desempeño. Trata este sencillo ejercicio minutos antes de hablar en público, la manera en que tú y los otros te ven sufrirá un cambio importante.