A los 29 años, después de laborar durante 5 años en una empresa que prepara comida para escuelas, Bruno Pison decidió dejar su trabajo y comenzar, lo que él llamó, el Food Sense Tour, un viaje de 430 días a lo largo del mundo, en éste conectó con diversos personajes involucrados con la alimentación sustentable. Pero, ¿por dónde iniciar? Durante la planeación de su viaje comenzó a difundir, a través de sus redes sociales, sus intenciones de viajar para conocer a sujetos que trabajaran en esta área de la alimentación. Casi sin darse cuenta entró en contacto con Make Sense, una organización que conecta a voluntarios con emprendedores sociales.
Una de las ideas que impulsa Make Sense es capacitar a voluntarios en diversas técnicas de design thinking para que sostengan reuniones con emprendedores sociales (personas con soluciones innovadoras a problemáticas sociales) y que a través de talleres puedan ayudarlos a resolver retos puntuales a los cuales se enfrentan, con el apoyo de una mirada fresca y las ideas de gente de diversos sectores. De esta manera se empodera a los asistentes, pues se dan cuenta que pueden apoyar a emprendedores sociales. Así se busca conectar a gente y generar una comunidad de personas interesadas en ayudar a resolver problemáticas sociales.
A través de las redes sociales de Make Sense la gente empezó a ofrecerse como traductor para el tour de Bruno, otros le ofrecían alojamiento y unos más lo ayudaban a conectarse con los actores más relevantes del ecosistema. Bruno se emociona cuando lo cuenta: “La comunicación se multiplicó a través de las redes sociales. Siempre hay alguien que conoce a alguien que puede ayudarte.”
Ahora que el viaje terminó, Bruno prepara en México su libro, Le Petit Chef, con el que busca sensibilizar a los niños sobre la importancia de dar un tratamiento correcto a los desechos orgánicos. “Ha sido todo un viaje interior, me permitió encontrar lo que quiero hacer y lo que no quiero hacer. Me di cuenta que el pedir ayuda, el vincularte con otros y salir del camino común te conecta con gente más interesante.” Actualmente Bruno prepara un taller de alimentación sustentable para escuelas.
Si quieres conocer más del Food Sense Tour puedes visitar:
Si quieres conocer más de otro Sense Tours puedes visitar:
El sábado 21 de noviembre de 2015, Osseily Hanna presentó en la Cineteca Nacional su documental Música y Coexistencia, el cual muestra su viaje por países como: EU, Israel, Kosovo y Turquía al tratar de descubrir cuáles son las posibilidades y limitaciones de la música para impulsar la convivencia de grupos en disputa como palestinos e israelíes, turcos y kurdos, entre otros.
Un buen día, Osseily decidió dejar atrás su exitosa carrera en el mercado financiero e iniciar el proyecto Música y Coexistencia que incluía la realización de un documental y un libro. Dejó su trabajo, juntó sus ahorros y cámara en mano fue a visitar los cinco continentes. Todo esto para contestar la pregunta: Puede la música disminuir las brechas entre las personas? Empezó a buscar y a encontrar músicos que con su arte pretenden tender puentes de entendimiento con “los otros”.
Esta aventura le tomó más de tres años y sus ahorros se acabaron antes de poder terminar el documental. Comenzó a tocar nuevas puertas y finalmente logró obtener financiamiento privado para la postproducción de la película. Música y Coexistencia ha obtenido varios premios internacionales y ha sido exhibido en varios países. Osseily espera que el próximo año, Música y Coexistencia sea transmitida en la televisión cultural en México.
Hoy, Osseily está de vuelta en México, tiene un trabajo “normal”, pero ya piensa en cómo darle seguimiento a este proyecto y en un par de años revisitar a estos músicos para ver qué resultados han tenido sus iniciativas. Con su libro y el documental busca concientizar a más gente sobre la importancia de aprender a convivir los unos con los otros.
Si quieres saber más de este proyecto visita:
Estos son sólo un par de ejemplos de cómo jóvenes profesionistas se embarcan en un viaje interior que les permite redescubrirse y entender mejor de qué forma pueden viajar y ayudar, aportando más a su mundo.