Quizá no hay sonido que puedas odiar más que el del despertador sonando por la mañana. Esa alarma que te indica que ya es hora de levantarte para ir a trabajar puede ser molesta y odiosa para muchos, porque significa que debes abandonar la comodidad de la cama, bañarte, vestirte y comenzar a trabajar. Y en todo este proceso titánico que se realiza día con día, en muchas ocasiones es que parece que no hubieras dormido o, mejor dicho, aplica la famosa frase: “Dormí, pero no descansé”. Así que, si quieres cambiar eso completamente, entonces lo que debes de hacer es seguir estas rutinas para comenzar con energía tu día.
Toma un vaso de agua
Al dormir nuestro cuerpo se va deshidratando, por esa razón, al despertar es muy importante tomar un vaso de agua. No solamente ayudará al cuerpo a recuperarse, sino que favorecerá la digestión y te brindará más energía para despertar. Incluso, un vaso de agua puede funcionar mucho mejor que una taza humeante de café. ¿No lo crees? ¡Inténtalo! Si quieres agregarle un poco de sabor, puedes tomar un vaso de agua de limón endulzada con miel, para aclarar la garganta (y con chía, para bajar de peso).
Ordena tu cama
Si eres de los que con trabajo se levanta, seguramente dirás que hacer la cama justo después de despertar es casi como una tortura; sin embargo, empezar el día con espacios limpios y ordenados te dará la energía que necesitas para que el cuerpo se mueva mejor. Además, el desorden dificulta la capacidad para pensar bien y una cama toda revuelta puede tener el mismo efecto.
¡Haz ejercicio!
No importa si te quedas en tu casa, vas al gimnasio o sólo vas a correr dando vueltas a la cuadra; lo importante es que te muevas y actives tu cuerpo. Aunque pienses lo contrario, el ejercicio permitirá que tu cuerpo se llene de energía. Y si después complementas con una ducha relajante estarás listo para todo lo que se venga después.
Despiértate más temprano
Seguramente para este punto estás diciendo que ésta es una loca idea que no debe de llevarse a cabo, porque te robará valioso tiempo de sueño pero, detente y ponte a pensar un minuto. ¿Cómo serían tus mañanas si en vez de estresarte por llegar tarde a todos lados pudieras despertar tranquilamente, desayunar y hasta meditar? Pues lo único que tienes que hacer es levantarte un poco más temprano para olvidarte de todo ese estrés y comenzar tus mañanas con tranquilidad (esto también implica que te duermas más temprano, para no afectar tus horas de sueño).
Con todo lo anterior en mente, seguramente puedes armar una rutina matutina energizante. Despertar, beber agua, poner la cama, hacer ejercicio, bañarte, desayunar o el orden que tú creas conveniente. Mientras sea algo con lo que te llenes de energía, estamos seguros que estarás listo para enfrentar el día.
¡Tú puedes!