Aceptémoslo, a la mayoría nos caen mal los vendedores. No importa qué producto manejen o qué promoción nos puedan ofrecer, un vendedor suele lucir más como un intruso y oportunista que como un amigo.
La razón detrás de esta percepción popular es que los vendedores no suelen ser los tipos de personas que nos generan confianza de manera inmediata. Sin embargo, el problema no sólo tiene que ver con este gremio, a todos los prestadores servicio nos compete y nos pasa.
Definitivamente sin confianza es imposible generar ventas y negocios. Si tu imagen no proyecta autenticidad y un interés genuino por ayudar a los demás. Lo único que lograrás será ahuyentar a las personas.
Y aunque seguramente has escuchado la palabra “confianza” en distintas ocasiones a lo largo de tu vida, quizá no le has dado la importancia que ésta merece. Con tan sólo lograr que las personas confíen en ti, puedes potenciar lo siguiente:
- La toma de decisiones en escenarios de riesgo.
- La resolución de problemas.
- La cooperación y colaboración entre los individuos.
- La reducción de la inseguridad y la incertidumbre.
Los puntos anteriores bien pueden ser utilizados en las descripciones de puesto de innumerables profesiones. Y es que, recuerda que el profesional existe para resolver problemas de un área en específico, para tomar decisiones de forma inteligente en momentos críticos; eso es lo que tus clientes buscan y como cualquiera, siempre se inclinarán hacia la opción que les brinde más seguridad y, otra vez, confianza.
Por lo tanto, si no logras que las personas confíen y pongan su “esperanza” en ti, posiblemente estarás condenando tu crecimiento económico por sencillamente “no hacer clic” con los demás.
Pero, ¿Qué puedes hacer para desarrollar este factor? Aquí algunas ideas.
1) Sé tu mismo
Todos hemos conocido a alguien que hizo todo lo posible para agradar a los demás y que al final no logró su objetivo. No te equivoques tratando de exagerar, la mejor forma para agradarle a un cliente es siendo auténtico y mostrando el ser humano que eres.
2) Busca relaciones y no transacciones
Como profesionistas, en distintas ocasiones solemos ver a nuestros clientes con signos de pesos. Si realmente queremos que las personas estén cerca de nosotros, debemos hacer nuestro esfuerzo para tener una relación con los demás. Es por eso que mantener un diálogo y no un monólogo, ser curioso más no entrometido por la vida de las personas y ser congruente con quien eres, son elementos que te permitirán conectar de manera natural con las personas.
3) Sé un profesional de principio a fin
Los clientes suelen confiar en aquellos que conocen los productos y servicios de su empresa a plenitud. No se trata sólo de presentar una oferta, más bien de ser expertos y encarnar aquello que estamos representando. Tomar un tiempo para aprender de nuestros clientes, conocer los avances en nuestra área y los cambios en las dinámicas sociales, son los ejes que marcan el desarrollo de un verdadero profesional.
Siempre será más fácil ayudar a alguien que es nuestro amigo que a un desconocido. Esta frase se aplica tanto en los negocios como en las ventas. Si buscas generar una relación, tienes buena actitud y un interés genuino por ayudar a la otra persona más allá del beneficio monetario, lograrás mejores resultados como profesional.
Por último, y como un resumen de todo lo que hemos mencionado, recuerda lo que dice el exitoso vendedor y empresario, Erick Navarro Gutiérrez: “People buy people”.