Lo que no puede faltar en tu carrera

Todos los días haces tu tarea. Bien. Antes de cada clase revisas tus notas y lees los capítulos y artículos que el profesor dejó como material de preparación para la clase. Muy bien. Participas activamente de una forma que enriquece la discusión en clase. Perfecto. En fin, eres un muy buen estudiante.

Ahora bien, ¿es suficiente eso para ser un profesionista exitoso? La respuesta es un rotundo NO. No es suficiente porque más allá de lo que se enseña en la clase (conceptos, fórmulas, herramientas, metodologías, etc.), o tu desempeño como estudiante, es necesario que también investigues entre otras cosas:

– Qué tipo de industrias o sectores de la economía son las que tienen un futuro más atractivo.

– Cuáles son los puestos y áreas más importantes en esas industrias y sectores de la economía.

– Qué tipo de perfiles buscan esas empresas.

– Cuáles son las competencias que más se demandan.

¿Por qué es importante esto? La transición entre la escuela (vida de estudiante) y la empresa (vida profesional) no se da de forma inmediata. De hecho en muchas ocasiones es bastante lenta y complicada. ¿Por qué? Entre muchas cosas porque casi siempre hay más aplicantes (buscadores de empleo) que vacantes (puestos disponibles).

Más allá de este problema de oferta/demanda tienes que tener presente que desde el punto de vista de los reclutadores no es fácil distinguir a los buenos de los malos candidatos. Entre otras cosas porque se presenta un problema de información asimétrica, en donde los reclutadores no saben lo que tú sabes. Esto es, no te conocen tan bien como tú te conoces. No saben con absoluta certeza qué conocimientos tienes, qué competencias has desarrollado, qué personalidad tienes, qué estilo de trabajo tienes y —más importante—, cuáles son los objetivos profesionales que buscas.

Así que con el fin de reducir ese problema de información asimétrica y, en especial, de ayudarle a las empresas a conocerte mejor es muy importante que seas proactivo y pongas atención en las siguientes dos cosas: (a) averiguar todo lo que puedas sobre las industrias y empresas que te interesan; y (b) aprender las cosas y desarrollar las competencias que les resultaran más atractivas a estas industrias y empresas.

Ahora bien, si nos enfocamos en lo que en términos de “competencias” debes hacer, lo primero para hacer es entender bien qué significa el término “competencia”. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) se entiende por “competencias” a aquellas habilidades y capacidades adquiridas a través de un esfuerzo deliberado y sistemático por llevar a cabo actividades complejas. Es decir, es la capacidad que se consigue al combinar conocimientos, habilidades, actitudes y motivaciones y al aplicar eso en un determinado contexto: en la educación, el trabajo o el desarrollo. Una competencia no está limitada a elementos cognitivos (uso de teorías, conceptos o conocimientos implícitos), sino que abarca tanto habilidades técnicas como atributos personales.

Por lo general las competencias se dividen en estos dos grandes grupos: aquellas relacionadas con conocimientos profesionales, con herramientas de trabajo o con técnicas de producción y aquellas que más bien se relacionan con la forma en que las personas trabajan juntas, interactúan, se comunican o manejan sus emociones. A las primeras se les conoce como competencias técnicas o “duras”, mientras que a las segundas como sociales o “suaves”.

En general, las “duras” se desarrollan y fortalecen dentro del salón de clase mientras que las “suaves” se adquieren y trabajan fuera de este. Esto es en general, pero en realidad es posible desarrollar unas y otras en cualquier contexto. Es importante que busques desarrollar ambos tipos de competencia aunque, según sean las características de la empresa y del puesto de trabajo, quizás tengas que concéntrate más en unas que en otras.

En el capítulo 3 del Reporte de la Encuesta de Competencias Profesionales 2014 podrás encontrar una lista con las principales competencias por categoría.

Las que suelen ser más suaves están agrupadas de la siguiente forma:

-Herramientas de comunicación.

-Comunicación con otros.

-Trabajo en equipo.

-Innovación/Emprendimiento.

-Liderazgo.

-Imagen Personal.

-Eficiencia Personal.

-Inteligencia Emocional.

-Cultura General.

Mientras que las que suelen ser más duras están agrupadas así:

-Tecnologías de la información.

-Operaciones-Logística.

-Conocimientos Técnicos de Ingeniería.

-Cuantitativo: Estadístico.

-Cuantitativo: Matemático.

-Cuantitativo: Análisis de datos.

-Cuantitativo: Financiero – Contable.

*Marketing y Ventas es una de esas categorías que por su naturaleza y por el tipo de habilidades que requiere cae en ambas.

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