¿Tiendes a llegar tarde a todo?
Lo confesamos, esta nota debió haber salido hace unas semanas, pero se nos pasó el tiempo.
¿Harto de siempre quedarte fuera de clase o que te descuenten en el trabajo por llegar tarde? ¿Que siempre sea una pesadilla ir al aeropuerto o que te deje el camión? ¿O simplemente ya no soportas a los amigos que les dicen que llegan a una hora y luego cambian de plan? Puede que jamás solucionen estos problemas, pero existe una razón científica que bien podría aliviarlos un poco a la próxima…
El problema de la percepción
En una reciente investigación dirigida por Jeff Conte, profesor del departamento de psicología de la San Diego State University, se observó que los sujetos de estudio se dividían en dos grupos: uno que, en promedio, percibe la duración de un minuto en 58 segundos; mientras que el segundo lo hace aproximadamente en 77 segundos.
El problema con aquellos que perciben los minutos con 17 segundos de más, es que ese lapso se va acumulando… Imaginen ahora cuánto tiempo pierden con este desfase al dedicarle 30 minutos a una actividad. Además el estudio encontró que el primer grupo tiende a tener una actitud de alta exigencia, y justamente son ellos los que muestran una tendencia a llegar temprano. El segundo grupo, demostró ser más laxo en su manera de ser, y por ello suelen llegar tarde.
Por otro lado, en la psicología existe un fenómeno llamado “falacia de planeación”. Fue propuesto desde 1979 por Daniel Kahneman y Amos Tversky, y es cuando la gente piensa que puede hacer algo y eso le tomará un tiempo menor al que realmente le dedicará. Las personas impuntuales tienden a no concebir bien los tiempos que tomará realizar actividades, ya sean cosas tan sencillas como enviar un correo, o tan importantes como cumplir con sus pagos a tiempo. Este patrón de conducta es de lo más difícil de quitarle a una persona, según los investigadores que han tratado este fenómeno.
En otro estudio de la Universidad de Waterloo, en Ontario, encontraron que las personas que llegan tarde pueden subestimar el tiempo que les toma hacer algo hasta en un 40%. Es decir, piensan que realizar una actividad requiere casi la mitad del tiempo que en realidad les tomará hacerla.
Pero eso no es todo, pues hay otros motivos para que la gente sea impuntual. En el estudio de la San Diego State University señalan que el multitasking afecta nuestra percepción del tiempo en que podemos concluir las actividades. Se observó que de todos los conductores de camión con los que experimentaron para esta prueba, aquellos que hacen más de una cosa a la vez son personas que llegan tarde con más frecuencia. Esto es porque cuando uno hace dos cosas a la vez, es más difícil que se de cuenta de lo que ocurre a su alrededor o, en este caso, percibir el tiempo.
La falacia, la subestimación, el multitasking, son un problema porque, obviamente, entorpecen la eficiencia con la que se desempeñan en su trabajo las personas. Los estudios que se han hecho al respecto buscan justamente plantear soluciones. Así que, si son de aquellos que nada más no pueden llegar a la clase de las 8 o acabar su trabajo sin que el jefe los tenga que presionar, sí hay cosas que pueden hacer al respecto.
Pero no todo está perdido
Aunque parezca obvio, los investigadores del estudio dirigido por Jeff Conte, recomiendan que se use –¡oh, sorpresa!– un reloj. Y es que entre las conclusiones a las que llegaron, es que las personas que usan reloj de mano pudieron medir mejor sus tiempos y ser menos impuntuales.
Otro consejo es usar alarma para la hora en la que deben prepararse para salir y la hora a la que tienen que salir por la puerta. Además recomiendan imaginarse a sí mismos llegando temprano a la cita; de ese modo elevarán su concentración de la situación. Otra recomendación es preparar todo lo necesario la noche anterior.
Aunque, bueno, si simplemente no les importa llegar tarde o que la gente los ande esperando, su problema entonces es más bien de actitud, por decir lo menos. Sí, sabiendo esto nosotros, que tardamos tanto tiempo haciendo esta nota, les podemos decir que no es tan sencillo quitarse la impuntualidad. Como dice el comediante Louis C. K., a veces con pensar que queremos algo es suficiente.