Seguramente te ha pasado que ves una vacante que te resulta atractiva y después de cerciorarte de cumplir los requisitos que piden estás a punto de enviar un correo con tu CV para postularte pero, no encuentras por ningún lado el salario que ofrecen. ¿Qué hacer? ¿Es correcto o no que esté el salario en la vacante? Nos ponemos manos a la obra para investigar por qué sucede esto y qué se puede hacer al respecto.
¿Y aquí cuánto pagan?
Cuando una persona está buscando empleo sólo puede ser por dos razones: porque se encuentra desempleada o porque quiere conseguir un mejor trabajo del que tiene actualmente. Y todos en algún momento hemos buscado empleo en periódicos, portales de internet e incluso LinkedIn, en donde lo más común es encontrar el puesto que solicitan, la educación y experiencia que se requiere y la remuneración junto con prestaciones; no obstante, en algunas peculiares ocasiones, las empresas no colocan la remuneración que ofrecen, dejando esto en incógnito y a la imaginación de los postulantes y preguntándose: “¿Y aquí cuánto pagan?
Para entender por qué sucede éste fenómeno, nos entrevistamos con Viridiana Saldaña, directora de Recursos Humanos en Pro Meritum, quien nos explicó que los procesos de reclutamiento deberían de ser transparentes, tanto para las empresas como para los candidatos y cuando un candidato participa en un proceso de selección en el cual no conoce el rango salarial desde el principio, es triste cuando llega al final y descubre que el salario no cubre sus expectativas o incluso aquello que necesita ganar para cubrir sus gastos básicos.
No obstante, en palabras de Viridiana, algunas empresas piensan que “Lo importante es el talento sin importar lo que se le pague” y con eso justifican que en sus procesos de reclutamiento no aparezca el salario ofrecido. Aunque, de manera personal, la directora de Recursos Humanos de Pro Meritum no alcanza a entender este razonamiento, pues debería ser un requisito indispensable. Para los programas de becarios o trainees, es claro que lo que importa a las empresas es que llegue talento más orientado a la marca y a los valores de la empresa y no tanto por la remuneración pero, en posiciones que no son de becarios, la opacidad en cuanto al salario debería ser mínima.
¿Los candidatos confían en estas vacantes?
De acuerdo con el portal InfoJobs, la importancia que se da a la publicación del salario es tal que el 28% de las personas ocupadas rechazaría una oferta que no indica el salario; cuando se trata de personas desempleadas, el porcentaje se reduce al 21%. Antonio Casado explica en un artículo para LinkedIn, que existe una creencia entre las “empresas tradicionales” en donde se debe evitar a toda costa que la competencia conozca los rangos salariales de su empresa; también, piensan que es importante impedir que sus propios trabajadores accedan a datos salariales de contratación y puedan comparar con los suyos. Y, por supuesto, buscan limitar el poder de negociación de los candidatos a los cuales, si se les pregunta por sus expectativas salariales o anteriores salarios; manteniendo en sigilo la remuneración, para al final hacer una oferta que no tiene margen de negociación.
Las empresas que optan por ser transparentes en sus procesos de reclutamiento muestran a los candidatos que son más confiables que aquellas que no lo hacen. Además, es importante que en el proceso de reclutamiento ninguna de las partes pierda tiempo o dinero; por parte de los candidatos, establecer las cosas claras desde el principio ahorrará mucho tiempo si quieren declinar una oferta laboral desde el principio, porque el salario no va acorde a sus expectativas; mientras que, para las empresas, se ahorrarán mucho dinero en procesos, al atraer a candidatos que estén de acuerdo en los términos de las vacantes y no se “caigan del proceso” después, cuando se les de a conocer el salario.