Llega el incómodo momento de meter materias en la universidad. Si bien hay clases de las que no puedes escapar, siempre están esas materias optativas que generalmente sirven para subir el promedio. ¿Quieres clases fáciles? Sería lo más lógico si de lo que se trata es de pasar la materia y no sufrir. Sin embargo, hay clases que pueden hacer una diferencia en tu vida, e inclusive convencerte de dedicarte a algo que ni siquiera sabías que te gustara.
No lo hagas tan a la ligera. Tómate el tiempo de realizar un sondeo con la gente que ya tomó esas clases. Investiga lo que puedas del profesor y de su método de enseñanza. Aquí dejo una serie de consejos y opiniones de varios ex alumnos sobre cuál era la clase de sus sueños (sí, yo también hice mi sondeo). Y créeme, aunque ahorita parezca que ahorrar tiempo y esfuerzo es lo mejor para ti, en un futuro, las mejores clases sí serán recordadas.
La clase soñada para varias personas a las que les pregunté es una clase teórica vivencial. Aquí en sus propias palabras:
“Imagínate tomar clases con alguien que no solo te explica de política monetaria, si no que literal estuvo con las personas involucrados cuando se decidió devaluar la moneda” o “Tomar clases con el consejero de Romney en la campaña de ObamaCare, con el mismísimo arquitecto que estaba involucrado en el proyecto… ese tipo de clases son en las que más aprendes, no tiene comparativo”.
Es importantísimo saber el currículum del profesor, enterarte en qué trabaja, qué experiencia ha tenido en el tema y con qué actores se ha involucrado. Una buena clase es la que te reta. Una clase que sea complicada pero donde a la vez el profesor te inculque el deseo de aprender y que él mismo te explique por qué es necesario saber del tema. Que los exámenes no sean los típicos formatos de preguntas y respuestas. Que sean sobre exponer casos, hacer debates y ensayos. Es decir, una dinámica diferente que no haga que memorices todo, si no que razones.
Otra característica es que el profesor sea justo. Que como alumno sepas perfectamente que cuando él te evalúa, lo hace con los criterios correctos y no necesitas cuestionarte la calificación. Sacar siempre 9 y 10 aunque domines que el trabajo que realizaste es malo, hará que jamás vuelvas a esforzarte. Es mejor tener un profesor que te califique de manera justa, que lea punto por punto de lo que expones y que te corrija los errores. No hay nada mejor para aprender que el tener un examen con todas las correcciones y opiniones del profesor.
Una clase dinámica también se agradece. Ahora que estamos en un mundo digitalizado, es básico que algunos profesores usen las nuevas tecnologías, que hagan dinámica la clase, y que el proceso de aprendizaje sea más ameno. Mira este ejemplo de un profesor que utilizó Skype para hacer la conexión entre lo que leen sus alumnos y el mundo real.
La personalidad del profesor es importante. Muchas veces creemos que solo se respeta al profesor estricto y que de miedo. Pero los mejores profesores son los que ni siquiera tienen que pasar lista y sus clases están llenas (aunque a veces el sistema escolar los obliga a hacerlo), que más que intimidar a la clase, ni siquiera necesita callar a los alumnos pues dese el momento en que empieza a hablar todos se callan. Otro punto a su favor, es no ser una persona que hable todo el tiempo, si no que deje que los alumnos debatan, fomentando la competencia en el salón.
«Siempre recuerdo a un maestro de historia del arte. Era Polaco. Era una autoridad sobre cómo enseñar historia. Tenía un poder de convocatoria enorme, es más, yo me metía de colada a la clase, por que todos querían entrar. Declamaba las clases, lo hacía como si fuera oratoria, nunca había visto nada igual. Traía siempre mucho material y él mismo lo hacía. Nos atrapaba en su mundo. No queríamos nunca que acabara la clase. La gente lo quería mucho y lo admiraba. rompía con el esquema y eso era lo que hacía que lo recibieran muy bien», asevera una estudiante de Diseño Gráfico.
Como ves, hay muchas características para una buena clase, y muchas cosas que puedes preguntar antes de tomar esa decisión. Si vas a estar sentado 2 horas en clase, asegúrate de que mínimo no te la vivas posteando fotos en Facebook.