Elegir qué posgrado cursar es casi tan difícil como elegir una carrera. Hoy en día hay una enorme variedad de programas y becas disponibles que hacen que la oferta sea inmensa y la decisión sobre cuál tomar un poco complicada. Además, hay algunas aspectos a considerar que te pueden ayudar a tomar una decisión adecuada. Así pues, hoy queremos darte algunos consejos para elegir un posgrado.
Tu proyecto de vida debe ser el punto medular de lo que quieres estudiar
Pregúntate, ¿Cómo te ves en 5 años? ¿En 10 años? ¿En 15 años? Las respuestas a esas preguntas son los sueños que quieres ver realizados, para lo cual te vas a trazar metas y hacer planes para cumplir esas mismas; es decir, tu proyecto de vida. De esta forma, podrás estimar si en tu propio plan para ti es más benéfico estudiar una especialización o un diplomado, a una maestría o doctorado. ¿Te ves trabajando en una empresa? ¿Siendo investigador dedicado a la academia? ¿Emprendiendo un negocio? ¿Teniendo familia? ¿Con una casa, un auto y un perro? Quizá por ahora te parece un poco complicado tomar todos esos punto en cuenta y sólo quieres emprender la aventura de una maestría o un diplomado, pero lee los otros consejos que tenemos antes de tomar una decisión.
Para estar seguro de lo que quieres estudiar: trabaja
Estudiar un posgrado te convierte en una persona más instruida en una determinada área del conocimiento, es decir, te hace más especialista (pero no se debe de confundir con una especialidad); pero la decisión al respecto de cuál tomar no debe de tomarse a la ligera. Es altamente desaconsejable terminar la licenciatura y aventarse a la maestría o al doctorado sin tener experiencia laboral. No solamente porque la experiencia laboral es un elemento indispensable para ser contratado en cualquier empresa, si no que la práctica te enfrenta a nuevos retos que la teoría no te puede dar. Así pues, un par de años de experiencia laboral después de haber terminado la licenciatura te podrán ayudar a tener una idea más clara acerca de las áreas de oportunidad que tienes como Profesionista y de cuál área de especialidad siente que te va a gustar más.
Piensa en la recompensa al terminar de estudiar
Uno de los motivos por los cuáles se estudia un posgrado, además de seguir cultivando el conocimiento interno, es también acceder a un mejor nivel de vida. Ya sea porque una maestría es requisito para acceder a un puesto gerencial dentro de la empresa en la que trabajas, o es el requisito para una beca de estudios de doctorado en el extranjero, el denominador común en todos los casos es tener una mejor nivel de vida o un mayor poder adquisitivo. Así pues, una de las cosas que tienes que considerar al estudiar un posgrado son las oportunidades laborales o académicas que se pueden presentar delante de ti al finalizar tus estudios. Acércate a la universidad o institución educativa que tiene el posgrado que quieres estudiar y pídeles el job placement/employment report, que es un documento en donde explican las puertas que probablemente se abrirán al estudiar determinado programa de posgrado. Desconfía de una institución que no lo tenga.
Cuida tu estabilidad económica
Ya te lo habíamos contado en un artículo anterior, estudiar un posgrado no es barato, incluso con una beca. Además de los costos económicos que puede representar el invertir en un posgrado: matrícula, libros, transporte; también debes de considerar la tasa de retorno de la inversión (de ahí que sea muy importante el job placement/employment report del que te hablamos anteriormente). ¿Puedes pagar el posgrado? ¿Necesitarías una beca? ¿Puedes pedir financiamiento para pagar un posgrado? Al responder a este tipo de preguntas, quizá te encuentres con que estudiar una maestría resulta demasiado oneroso y mejor podrías optar primero por un pequeño diplomado o una especialidad. Lo importante es que el posgrado no te deje en la pobreza mientras lo estudias.
Tu disponibilidad es igual al costo de oportunidad
Los economistas manejan el concepto de costo de oportunidad como la alternativa a la que renunciamos al tomar una decisión. En el caso de elegir un posgrado, el costo económico de más arriba se une al costo de oportunidad; es decir, a lo que vas a renunciar por elegir estudiar un posgrado. Desde horas de descanso después del trabajo, hasta salidas con amigos o fiestas por tener que avanzar en el proyecto de investigación; incluso, puede que hasta una relación sentimental tenga que sacrificar. Cada caso es diferente y por eso tienes que analizar las cosas que podrías dejar a un lado por elegir un posgrado. Tanto el costo económico, como el costo de oportunidad, siempre pueden ser equilibrados dependiendo el tipo de posgrado que más se adecue a tus necesidades: puede ser presencial o en línea, con beca parcial o completa, nacional o internacional.
Elegir qué posgrado estudiar no es algo que se deba tomar a la ligera. Estamos seguros que con estos consejos que te acabamos de dar, podrás tomar una decisión más adecuada.
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