Puede que, si eres un profesionista joven todavía, esto no te haya sucedido. Pero quizá a un tío, primo, hermano, incluso a tus padres alguna vez has oído quejarse porque “por la edad ya no los contratan”. Aunque no lo creas, este es un fenómeno que es ilegal, pero que muchas empresas replican. ¿Cuáles son las razones detrás de esto? ¿Cómo evitar y solucionar la discriminación laboral por edad? Esto dicen las instituciones y expertos.
¿Qué es la discriminación laboral por edad?
Existen muchos tipos de discriminación y convivimos con ella todos los días en muchos aspectos. Discriminación de género, por el color de piel, por razón socioeconómica, por orientación sexual y muchas otras; sin embargo, el fenómeno de la discriminación laboral por edad se ha convertido en algo tan grande que hasta puede verse como común. ¿Cómo puede ser común que no se contrate a una persona de 40 años por el simple hecho de que tiene 40 años? A este fenómeno también se le conoce como edadismo y no es exclusivo de México.
Basta una sola búsqueda en algún portal de empleos para encontrar todo tipo de anuncios, de variadas posiciones y profesiones, pero que integran la leyenda: “Edad: de 25 a 35 años” y otros similares. ¿Cuáles son las causas de esto? Un reportaje emitido en 2014 por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la discriminación cita en opiniones de expertos que, las causas detrás del edadismo son que las empresas buscan “sangre joven” para abaratar los costos de nómina, porque los jóvenes no exigen salarios tan grandes, aparentemente; también, que las empresas buscan que sus empleados no pasen mucho tiempo en una sola empresa, para no generar antigüedad y así no incrementar los costos de las primas de antigüedad o vacaciones.
¿Es correcto que una empresa discrimine por edad?
Aunque los de RR.HH. no les parezca, lo cierto es que la discriminación por edad es ilegal. No solamente la discriminación está prohibida por la Constitución Mexicana, sino que es un delito en muchos estados, pues está tipificado en el Código Penal. Pero tanto las personas, como las empresas, pueden realizar diferentes tipos de acciones para combatir el edadismo. Por un lado, las personas que están en búsqueda de empleo tienen 2 opciones para proceder en contra de las empresas que les nieguen incluso una entrevista de trabajo (o que la razón para no contratarlos) debido a su edad. La primera de ellas es la vía no jurisdiccional, a través de las diversas Comisiones para Prevenir la Discriminación, ya sea la federal o las locales; mientras que la segunda opción es la denuncia ante la Fiscalía, las demandas civiles y hasta procedimientos ante los tribunales laborales.
Sin embargo, no hay necesidad de que las personas inicien procedimientos en contra de las empresas que discriminan por edad a los candidatos a sus puestos de trabajo. Sólo es necesaria una actitud asertiva y un cambio de paradigma sobre cómo las empresas perciben a los trabajadores de mayor edad. Las empresas deben entender que la edad no es un factor fundamental para decidir si contratar a alguien o no, y que en vez de mirar el año en que nacieron los candidatos, deben mirar las habilidades y capacidades de cada individuo, así como su conocimiento. Contratar a una persona de mayor edad y no a un joven, representa un ahorro en la capacitación, porque ya tiene el conocimiento y la habilidad para realizar su trabajo.
Y tú, ¿Conoces a alguien que le hayan negado un trabajo por su edad?