Domingo. Ocho de la noche. Has tenido un buen fin de semana. Quizá saliste o te reuniste con amigos y familia. O fuiste de viaje exprés a algún pueblo mágico cercano. Ahora estás relajado frente a una pantalla viendo una película, cuando de pronto llega ese pensamiento inoportuno de que mañana será lunes. Y entonces tu mente te bombardea con los pendientes de la semana, el estrés del tráfico, la voz de tu jefe que no te agrada, los compañeros chismosos y entonces tu noche relajada de domingo queda arruinada porque te sientes abrumado y sólo te gustaría saber cómo dejar de odiar los lunes… Si así suelen ser tus noches dominicales, aquí te damos unos consejos para tener la mejor actitud posible cada lunes.
Descansa de forma equilibrada
Sabemos lo agotadora que puede ser la semana laboral, tanto así que incluso hay días en que lo único que quieres es terminar tu trabajo, ponerte la pijama y echarte a dormir. Paradójicamente el exceso de descanso es lo que hace que odies los lunes. Dormir demasiado hace que nuestro ritmo interno tenga un desequilibrio, por lo que si acostumbras dormir hasta tarde en sábado o domingo, provoca que a la hora en que te vas a dormir regularmente no tengas sueño, en consecuencia, tenderás a desvelarte hasta la madrugada y dormir solo 3 ó 4 horas. He ahí una razón por la que odias los lunes. La solución es sencilla: no duermas tanto durante el fin de semana, procurando dormir tus 8 horas y despertar a una buena hora evitará que afectes tu ciclo del sueño. Incluso, si te duermes temprano el domingo, sentirás que descansaste más y tendrás energías completas para enfrentar el lunes.
Evita tomar demasiadas decisiones ¡Mejor prepárate!
Roy F. Baumeister, psicólogo social y autor de ‘Willpower: redescubriendo la fuerza humana más grande’ habla sobre la fatiga de decisión, ocasionada porque diariamente en promedio tomamos alrededor de 35,000 decisiones de forma consiente o inconsciente. Y los efectos de la fatiga pueden comenzar a notarse desde los primeros momentos de la mañana: ¿Despertar e ir al gimnasio o quedarte a dormir otro rato? ¿Qué outfit utilizar? ¿Qué preparar de desayunar? ¿Llevar lunch o comprar algo en la oficina? ¿Tomar auto o transporte público? ¿Ir por el camino de la izquierda o la derecha? ¿Tomar un café americano o un capuchino? Y esas son sólo algunas decisiones que se toman incluso antes de pisar un pie en la oficina. Por ello, preparar algunas cosas desde el domingo por la tarde-noche te ayudará a reducir las decisiones que debes tomar al día siguiente.
Ármate una rutina que te llene de energía
Las rutinas por las mañanas nos ayudan a empezar en modo automático y poco a poco levantar el vuelo para enfrentar el día a día. Armar una rutina que te llene de energía te será muy útil para quitarle la parte negativa al lunes. Puede ser desde desayunar, meditar, ir al gimnasio, hacer yoga, escuchar música que te transmita energía positiva o cualquier cosa que te sea útil y positiva para tu mañana. Evita por completo aquello que te provoque malestar, por ejemplo, escuchar las noticias por la mañana o bombardearte a ti mismo de publicaciones en redes sociales. ¿En serio quieres escuchar noticias sobre muertes y desastres a las 8 AM?
Hackea tu mente
El poder psicológico que produce la idea del lunes radica en gran parte porque “debes de comenzar la semana” y con ello todo lo que involucra: reuniones, juntas, correos electrónicos, clientes, trabajo, fechas de entrega, tráfico, etcétera. Socialmente se nos ha inculcado que el lunes es el día en que empieza la semana y la idea de quitarle el poder psicológico al lunes radica en hackear el cerebro para comenzar la semana otro día: el domingo. Hacerte a la idea de que tu semana comienza el domingo te ayudará a reducir tu estrés, porque podrás empezar la semana de forma más ordenada y por lo tanto también más tranquila. Quizá te parezca una tontería, pero una vez que acostumbres tu mente a ello, los lunes no volverán a ser igual de pesados.
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