Hacer la tarea, ir a clases y sacar buenas notas no es suficiente para ser un profesionista exitoso. Más allá de lo que aprendas en las clases es necesario que investigues qué tipo de industrias o sectores ofrecen más oportunidades, qué tipo de perfil buscan y sobre todo qué competencias son importantes y escasas para dichas empresas. Mientras más conozcas a tus posibles empleadores mejor preparado estarás para salir a buscar trabajo.

Más allá de la carrera o especialidad que decidas estudiar, es importante saber qué competencias buscan las empresas en lo jóvenes al momento de contratarlos. Tu título será únicamente un filtro inicial, lo verdaderamente importante será lo que sabes y lo que sabes hacer.

Bienvenido a la segunda parte de nuestro “Remedio para evitar la cruda después de la graduación”, ésa que puede tomarte desprevenido al estar terminando tu carrera y que se detecta cuando las ofertas de trabajo no llegan, los “altos sueldos” no aparecen, o las condiciones de trabajo ofrecidas no corresponden a las de un “naciente líder” como tú.

Aquí queremos hablar de otro tipo de resaca que es peor, más duradera y costosa: la cruda post-universitaria.Por lo general esta “cruda” comienza después de tres o más años de estudiar y en varios casos, después de gastar miles de pesos (hasta más de un millón en caso de una universidad privada). Los síntomas de la “cruda” no son inmediatos; comienzan más bien cuando las ofertas de trabajo no llegan, los “altos sueldos” no aparecen o las condiciones de trabajo ofrecidas no corresponden a las de un “naciente líder” como tú.