Todos empezamos el año nuevo con las mejores intenciones de renovarnos y con ganas de convertirnos en mejores personas tanto personal como profesionalmente. Despertamos el primero de enero (un poco agotados de la fiesta del 31) pero con la ilusión de que este nuevo año nos dará la oportunidad de alcanzar todo lo que deseamos. Sin embargo, este optimismo es frágil, ya que solamente el 8% (http://www.statisticbrain.com/new-years-resolution-statistics/) de las personas cumplen sus propósitos de año nuevo. Aquí te van unos consejos para que seas parte de ese 8%, logres tus propósitos y te vuelvas un profesionista mucho más exitoso este 2016.
1. No seas demasiado ambicioso. De acuerdo a la tradición, cada una de las 12 uvas que comemos el 31 de diciembre equivale a un deseo o propósito. Sin embargo, establecer 12 deseos o propósitos es demasiado. Lo mejor es tener una o dos metas claras para este 2016. De esta manera podrás seguir tu progreso y concentrar tus esfuerzos para alcanzarlas.
2. Desear no es suficiente. Automáticamente cuando escuchamos las palabras deseo o propósito de año nuevo las asociamos con una gran propensión a fracasar. En lugar de hablar de deseos, hablemos de metas u objetivos. Debemos establecer metas y sobre todo objetivos medibles y visibles con límites de tiempo que nos motiven y presionen a la vez. De tal manera que si no hemos alcanzado los resultados podamos analizar porque. De nuevo, no tiene que ser demasiado ambicioso. Digamos que tu meta de este 2016 es “aprender a hablar inglés”, entonces la meta para enero será encontrar e inscribirte a un curso de inglés básico en un centro de idiomas que tenga horarios que te acomoden y quede cerca de tu casa o del trabajo para que no uses de excusa el tráfico para no llegar.
3. Sé específico. El problema de establecer metas muy generales como: “ser un mejor profesionista” o “mejorar en el trabajo” es que son demasiado vagas y no sabrás por dónde empezar para alcanzarlas y pronto las olvidarás. En cambio, si te concentras en objetivos más concretos que te lleven a mejorar en tu trabajo como: “dar mejores presentaciones”, “hacer más y mejor networking”, “trabajar mejor en equipo” podrás establecer objetivos y pasos a seguir para alcanzar estos objetivos. Por ejemplo, si eliges “hacer más y mejor networking” este 2016 podrás establecer pequeñas metas como: 1) conocer al menos a 3 personas cuando asistas a reuniones de trabajo o conferencias; 2) en lugar de olvidar las tarjetas de presentación en el saco o al fondo de la bolsa vaciarlas en una base de datos electrónica 3) mandar correos de seguimiento cada cierto tiempo para mantener la relación profesional.
4. Comparte tus propósitos. Es mucho más fácil lograr tus objetivos si los compartes con alguien. Por un lado, al comunicar tus objetivos o metas las demás personas te ayudarán a no desviarte de estas al preguntarte por tu progreso. Por otro lado, si puedes encontrar a algún amigo o compañero que tenga la misma meta que tú, será mucho más fácil alcanzarla. Por ejemplo, si los dos buscan perfeccionar algún idioma o aprender sobre algún tema en específico, podrían inscribirse al mismo curso o diplomado para que así se ayuden a no dejarlo a la mitad.
5. Fallar no es el fin del mundo. Si por alguna razón no alcanzaste alguna de las metas u objetivos específicos para obtener tu propósito del 2016, no te mortifiques. Los pequeños errores o fracasos en el camino son normales y no son motivo suficiente para descartar por completo tu meta. Al contrario, pueden servir como oportunidades para saber por qué fallaste y evitar que ocurra de nuevo o para ajustar tus planes de trabajo para alcanzar ese propósito profesional.
