Estamos acostumbrados a mandar miles de correos en la oficina o inclusive para pedir trabajo. Se ha vuelto una tarea tan común, que muchas veces no nos fijamos si nuestro correo realmente tiene un “call to action”, si se entiende lo que queremos decir, o si literalmente se irá a la bandeja de correo no deseado. Lee cuidadosamente estos errores para no caer en ellos y hacer que tus correos electrónicos sean de provecho.
No ser específico en el asunto
¿Cuántas veces escribimos el asunto con un “Saludos”? Si quieres una respuesta efectiva no dejes en la última línea el objetivo del correo. Sé claro y especifica lo que necesitas. El motivo de tu correo y su importancia para quien lo envía y para quien lo recibe debe estar claro desde su encabezado. Sé directo y escribe: “Envío de documentos”, “Currículum vitae de x”, “Una propuesta…”. Es importante lograr el equilibrio entre ser directo y ser interesante. Es bueno ser claro y también es bueno no dar una razón para desestimar tu correo antes de leerlo.
Cuidado con la copia oculta
Hay dos extremos. La copia oculta en un correo sirve cuando mandas un correo masivo, pues a muchas personas no les gusta que su dirección esté rondando en millones de correos y puede inclusive llegar a ser un problema legal (sobre todo en Estados Unidos). Sin embargo, puede resultar contraproducente mandar un correo para pedir trabajo con copia oculta a millones de empresas. NECESITAS personalizar cada correo para tener mayor oportunidad de conseguir trabajo.
Correo kilométrico
Para que tu correo se lea, este debe ocupar la pantalla de una manera armoniosa, de modo que la cantidad de texto no asuste a quien te va a leer. Escribe con párrafos separados por líneas en blanco y usa sólo 3 o 4 párrafos. Nunca asumas que van a leer todo tu correo. Debes dejar claro desde el primer momento lo que estás pidiendo, y aclarar por qué estás contactando a esa persona, todo en los primeros dos renglones.
No parece importante
“¿Por qué me debe importar?” Es la pregunta en la mente de la mayoría de la gente cada vez que abre un email de alguien que no conocen. Dile al lector quién eres y por qué tu mail es diferente a todos los demás. Explícalo en una o dos frases. Describe los proyectos que has llevado a cabo, y lo que has hecho (trayectoria, experiencia, trabajos realizados). ¿Por qué deben prestarte atención? Siempre es mejor tener datos duros de lo que estás ofreciendo o pidiendo en el correo.
No establecer una fecha límite
Los correos caen en una de dos categorías: cosas que tienen que hacer y solicitudes al azar para cosas que podría gustarles hacer, si hay tiempo. Es muy importante saber cuándo se necesita una respuesta, y hacer lo posible para ayudar al receptor a poner la tarea solicitada en una línea de tiempo y darle prioridad.
No leerlo antes de enviar
Suena obvio, pero sucede a menudo. Muchas veces por prisa enviamos el correo a un segundo después de haber terminado de escribirlo. Esto no debe suceder ni con un correo, ni con otro texto. SIEMPRE hay que revisar, inclusive el tono del mensaje. Puede ser que en una segunda leída notes que lo que escribiste se entiende de forma errónea. Revisa desde la dirección de correo (a veces se ponen en automático) por si hay dos personas con el mismo nombre, y ve si el archivo que adjuntaste es el correcto y en su versión final.