Ninguno de nosotros está exento de perder su trabajo, aun cuando seas un profesionista exitoso (¡le ocurrió a Steve Job en la compañía de la cual era fundador!). Por eso hoy te quiero platicar sobre cómo superar este tipo de adversidades a través del concepto de resiliencia laboral.
Las relaciones laborales son tan complejas como las relaciones amorosas: hay expectativas que cumplir en el entorno directo e indirecto del empleado, la comunicación tiene una gran influencia y por si esto fuera poco, es una relación que depende del manejo de crisis (internas y externas) que pueda desarrollar tanto la empresa como los supervisores.
Es aquí donde entra la resiliencia que, de acuerdo al concepto de Boris Cyrulnik, es “…la capacidad de los seres humanos sometidos a los efectos de una adversidad, de superarla e incluso salir fortalecidos de la situación” (2001). La resiliencia laboral es entonces, la capacidad de una empresa y sus trabajadores de superar la adversidad y salir favorecidos.
La resiliencia, como toda capacidad conectada con el lado más humano de los individuos, está vinculada al imaginario colectivo, por lo tanto, el manejo de una crisis empresarial está fuertemente vinculado a la capacidad de resiliencia (o la ausencia de ella) colectiva. Cada país presencia riesgos y dificultades diferentes, la capacidad para manejar dichas crisis por ende varía.
Hay indicadores generales de crisis, que son similares en todos los países, por ejemplo: cuando hay recesión económica aquellas empresas que no la pueden enfrentar, ni siquiera con la mejor disposición, tienden a cerrar sus puertas, lo cual aumenta el desempleo.
Otro ejemplo es cuando los riesgos a los que se enfrenta la empresa en un país determinado es muy alto por la posibilidad de conflictos bélicos o altos niveles de violencia, las inversiones disminuyen y con ello las fuentes de empleo.
No obstante y tomando en cuenta que cada crisis varía, a veces no se trata solo de perseverancia y preparación, también hace falta un poco de creatividad. Las empresas con alto nivel de resiliencia tienen dos características comunes: saben que la crisis es una oportunidad, y que el recurso más valioso es el talento.
Por otra parte, para convertirte en una persona resiliente, te recomiendo comenzar por estos aspectos:
- Saber que no todo depende de la energía o esfuerzo que le imprimas. Hay variables externas que pueden impactar en tu destino no solo personal sino laboral; y de esas situaciones hay que apropiarse. Conocer cuáles son tus recursos te hará ser consciente y te permitirá centrarte y disfrutar de los retos.
- Tener relaciones laborales saludables. Procura cultivar amistades y relaciones laborales saludables. Rodéate de personas que tengan una actitud positiva y evita aquellos compañeros de trabajo tóxicos. Así lograrás crear una red de apoyo que te puede ayudar en momentos difíciles.
- Desarrollar la imaginación y creatividad. Como lo dijo Einstein: “En la crisis la imaginación es más importante que el conocimiento”. Una persona con alta capacidad de resiliencia no se limita ante un obstáculo, intentará transformar su experiencia dolorosa en algo útil para él.
Pero lo más importante es entender que ni tú, ni yo, ni las empresas nacemos siendo resilientes. Solo podemos descubrir, desarrollar y potenciar nuestra resiliencia enfrentado y superando situaciones complejas, riesgosas y difíciles.
Fuentes: Cyrulnik, Boris, La maravilla del dolor, Barcelona Granica, 2001