Ya habrás escuchado que la empatía es un elemento clave para ser un buen líder (si no, aquí un texto muy reciente al respecto). Y no hay duda que en el ambiente laboral mucha de esa empatía está en ser una persona accesible para los demás. Sin importar en qué lugar de la organización te encuentras, ser accesible es clave para construir relaciones de confianza con las personas a tu alrededor y también para compartir y desarrollar ideas.
¿Te has dado cuenta que al surgir un problema en tu oficina las personas que primero se enteran son aquellas a las que se considera más accesibles? Dichas personas suelen tener ciertas características en común: saben escuchar, no imponen barreras a la comunicación y se comunican asertivamente.
También habrás notado que cuando las personas que toman decisiones en tu oficina no son exactamente de lo más accesibles es más fácil que estallen crisis periódicamente (porque cuando no se comparte información con el líder le resulta más difícil anticiparse a los problemas) y que no se propongan soluciones proactivamente (porque no existe la confianza de que serán escuchadas al ser planteadas).
Ahora, ser accesible en el lugar de trabajo no es una cualidad que sólo los managers deban tener, de hecho aún cuándo estés en un nivel organizacional inferior es muy positivo construir esa cualidad como parte de tu proceso de crecimiento profesional. Así que aquí te van cuatro situaciones que te pueden ayudar a identificar qué tan accesible eres y, de paso, mejorar en tus puntos débiles:
1.Retroalimentación. Eres de las personas que sistemáticamente hacen comentarios negativos y tus compañeros evitan pedir tu opinión o, por el contrario, haces comentarios constructivos y tus compañeros suelen acercarse a ti por comentarios incluso cuando no están obligados a hacerlo.
2.Agenda. Es imposible para todos en tu oficina encontrar un tiempo en el que puedan reunirse contigo o, en cambio, por muy ocupado que estés asignas un tiempo de forma periódica para atender solicitudes de tus compañeros o reunirte con ellos.
3.Humor. Si estás de malas es evidente y todos prefieren no acercarse a ti o, al revés, eres muy consciente de tu humor y por muy molesto que estés no lo descargas en tus compañeros.
4.Equidad. Eres claramente más accesible con algunas personas de tu oficina y es evidente para tus compañeros o, a pesar de que es natural que desarrolles más cercanía con algunas personas haces el esfuerzo por comunicar que eres igualmente accesible para todos.
¿Ahora qué piensas, qué tan accesible eres en la oficina?