Cuándo y cómo renunciar

Quizá es porque no aguantas a tu jefe que te sobrecarga de trabajo, o porque recién ascendieron al menos indicado sólo porque es ‘cercano’ al director y sientes que están desperdiciando tus talentos. O porque quieres un mejor sueldo, te ofrecieron trabajo en otra empresa, o simplemente quieres emprender. La lista de razones por las que las personas renuncias es larga y nunca es un proceso simple, por eso queremos darte unos consejos para que sepas cuándo y cómo renunciar. 

¿Cuándo es el momento para renunciar? 

Los motivos pueden ser muchos, pero se necesitan por lo menos tres cosas que te dicen cuando es el momento correcto para renunciar:

  1. Que te sientas listo para renunciar: con esto nos referimos a que ya no puedes aguantar más tu trabajo; ya sea por que no aguantas tanto estrés, los tiempos de traslado, los compañeros de trabajo, te sientes infravalorado, o cualquier otra razón (o conjunto de ellas) que te hagan sentir al límite de tu resistencia, comúnmente conocido como síndrome ‘burnout’. Otras señales pueden ser que te da mucha ansiedad salir de casa por la mañana, que no puedes esperar la hora de la salida o que la relación con tu jefe y compañeros de trabajo es pésima. Si tienes alguno de esos síntomas, es momento de renunciar.
  2. Que entiendas las consecuencias de la renuncia: medita lo que quieres hacer y no lo hagas por impulso. Al renunciar no tendrás derecho a liquidación alguna, sólo a lo proporcional de vacaciones, prima vacaciones y aguinaldo que hayas generado. En resumen, tendrás muy poquito dinero.
  3. Que tengas un plan B: la regla primordial es que nunca renuncies si no tienes algo de respaldo, ya sea una buena cantidad de dinero ahorrado (el equivalente a seis meses de tu sueldo), que ya te hayan ofrecido un empleo en otra empresa o vayas a emprender. El chiste es que tengas una alternativa generadora de dinero y no te quedes a la deriva. Nunca es aconsejable renunciar sin tener una salvaguarda.

Quizá también te interese: El síndrome de burnout o porque es importante tomar vacaciones. 

¿Cómo renunciar?

Para muchas empresas el hecho de que un trabajador renuncie no está muy bien visto, pero es mucho peor irse siendo grosero. En el proceso de contratación, comúnmente los empleadores buscan referencias de los candidatos con sus antiguas empresas, así que si renuncias a una empresa de una mala manera, esto podría traer consecuencias.

Sé inteligente: si es posible, busca un momento en donde no haya una excesiva carga de trabajo para tu área o departamento (renuncia después de navidad, por ejemplo). Aunque no es necesario dar explicaciones, por cortesía profesional podrías comentarle un poco sobre tus motivos a tu jefe al hablar con él.

Comprométete: aunque no haya mucho trabajo, ofrece a tu jefe un período de tiempo para terminar con tus tareas o para capacitar a tu reemplazo. Normalmente es aceptable quince días, aunque puede que te soliciten más. Es negociable.

No fanfarronees: no es buena idea compartir la noticia con tus compañeros de trabajo o ‘presumir’ que tendrás un mejor trabajo con mejor sueldo. Mantén un perfil bajo y reserva tus comentarios. Nunca hables de renunciar primero con tus compañeros que con tu jefe, eso hace que los rumores comiencen a correr.

Sé agradecido: por muy mal que haya sido tu experiencia, muestra agradecimiento por la oportunidad de trabajo y el tiempo que estuviste ahí. Quizá tu jefe te ofrezca una contraoferta para que no te vayas, depende de cuán valioso seas para la empresa. Si lo deseas, puedes obsequiar un pequeño regalo, sería un gran detalle y te hará quedar bien.

Recuerda pedir una carta de recomendación, esto te ayudará en un futuro. Renunciar a un empleo es la conclusión de un ciclo y el inicio de otro, no te desanimes si no fue lo que esperabas, checa este curso en línea sobre Mindshift para desarrollar todo ese potencial oculto que tienes dentro de ti. 

¿Y si quiero renunciar sin un Plan B?

Como bien mencionamos antes, la regla primordial es renunciar siempre que se tenga ya otro trabajo u otra alternativa de ingresos. Porque cuando vas con la cuenta bancaria como para tomarte un año sabático es claro que puedes darte el lujo de dejar la empresa hasta sin siquiera avisar; no obstante, cuando las cosas son todo lo contrario y si decides aventarte y caer al vacío sin un paracaídas ¿Es válido? Nadie quiere trabajar en un lugar en donde te hacen sentir tan miserable como para siquiera considerar la posibilidad de abandonar todo de un momento a otro; pero si ese trabajo está afectando tu salud física y mental y el cuerpo se rebela y dice: “¡No más!”, entonces no lo dudes. Es momento de salir de ahí.

Renunciar a un empleo sin tener seguro otro no debe de considerarse un fracaso para la carrera de un Profesionista. Todo lo contrario. Trabajos en el mundo hay muchos, pero la salud y el tiempo con las personas que amamos son cosas que se van y no regresan. No hay que tener miedo a realizar pequeños trabajos para pagar las facturas en lo que la búsqueda de otro empleo rinde frutos; si tienes motocicleta puedes ser repartidor o chófer de aplicaciones si es que tienes un auto. Y, aunque no lo creas, puedes montar un negocio aunque tenga poco dinero ahorrado. Al final, es sólo una mala racha que pasará con el tiempo.

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